Manchester frente al mar, El drama de levantarse cada día

Por Carlos Sánchez Velasco

"Manchester frente al mar" está centrada en la historia de Lee Chandler, un conserje encargado de varios edificios de apartamentos el cual viaja de vuelta a su pueblo natal tras la muerte de su hermano Joe. Allí descubre que el testamento le nombra tutor de su hijo Patrick y el encargado de sus intereses. Su trágico pasado le influirá poderosamente a la hora de decidir si cambia profundamente de vida.

La película de Kenneth Lonergan es probablemente uno de los mejores dramas de los últimos años. Bella por su fuerza y su limpieza que abandona todo propósito de compasión hacia el protagonista, como sucedía con Bjork en "Bailando en la oscuridad", la película se centra en los obstáculos a los que debe enfrentarse todos los días una persona traumatizada. Para ello Lonergan utiliza la técnica del flashback hasta la mitad del metraje, provocando una interiorización gradual del personaje interpretado por el siempre solvente Casey Affleck.
Unidos por el dolor

Lo que hace que no sea una película deprimente es que, como en la vida, hay situaciones y momentos de alegría y calma, y de este modo tenemos acceso a momentos generados alrededor de su sobrino adolescente, y capítulos que resultan cómicos para el espectador como las interacciones con las amas de casa o las peleas en los bares. El resto del tiempo se sabe mantener al espectador con el corazón encogido y preguntándose sobre lo que hará Lee Chandler. Pero al igual que en Beau Travail, la fuerza narrativa de la película no se concentra en las acciones humanas sino en los mecanismos que impiden que Lee Chandler tome determinadas decisiones.

Casey Affleck realiza una notable actuación sobre una persona que, más que padecer una enfermedad, vive amputado por un trauma de su pasado. Y él es consciente de ello en cada mirada, en cada respuesta, en cada suspiro. O en la ausencia de éstos, al igual que algunos personajes tolkenianos, él ya está curado, pero ha perdido una parte de su ser, por lo que se sitúa en una especie de limbo entre enfermos y curados. El pequeño de los Affleck, que colecciona buenas actuaciones como en "Adiós pequeña adiós" o "El demonio bajo la piel", vuelve a demostrar que está muy dotado para el drama.

De lejos avistamos el tema de la presión social que, difuminada y punzante, tampoco ayuda a que el personaje pueda rehacer su vida en el pueblo. Y mientras que en "Leaving las Vegas" la rebelión consistía en abandonarse a la bebida, aquí contemplamos el rechazo a todo contacto humano, intelectual y físico, abandonándose a la nada. Es una pérdida de los sentidos que sólo por momentos queda paliada a través de las experiencias de su sobrino, como cuando enseña a su novia a manejar el barco. Y sin embargo Lee podría ser sabio, cariñoso y tolerante.

Finalmente, Michelle Williams y Gretchen Mol aportan sus propias situaciones personales así como un interesante punto de vista femenino, basado en una actitud más abierta hacia las relaciones humanas que permite salir de determinadas espirales psicológicas, frente a la soledad auto-impuesta del personaje de Casey Affleck, quien se convierte en parte, juez y verdugo. En resumen, un magnífico drama, extraordinariamente interpretado con una historia tan real como demoledora.

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##check## Lo bueno

Reparto muy bien equilibrado.
Drama inteligente y duro a partes iguales.

##times## Lo malo

La técnica del final abrupto contrasta con la paciencia narrativa de la película, aunque se agradece la ausencia de una conclusión con voz en off.

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Ambientación 7.0

Ambientación costera en la zona del Manchester estadounidense (Massachusetts) durante el invierno. La variedad de localizaciones y entornos permiten que la película “avance” y no se vea estancada.

Desarrollo de Personajes 7.5

Personajes bien esculpidos, llenos de vida unos y ausentes otros. Los secundarios ofrecen un nivel muy homogéneo. Joe Chandler sabe construir la imagen del hermano sensato y carismático al que todos echan de menos. Casey Affleck consigue escapar de la “interpretación de maniquí” en la que podía haber caído por el personaje y además carece del encasillamiento que podría haberse producido de haberse elegido a Matt Damon.