Revista Cultura y Ocio

Manipular sin faltar a la verdad

Por Sese
En fechas pasadas se produjo un desagradable lance en el derbi madrileño en la vuelta de la semifinal de copa. En ella el balón de oro Cristiano Ronaldo fue agredido con un mechero que fue arrojado desde la grada y que le golpeó en la cabeza.
Tratándose de fútbol, y del Real Madrid la noticia copó los espacios de los diversos medios de comunicación, espacios desmesurados en los papeles y largos minutos en televisión y radio amén de las redes sociales y la prensa en la red.
El caso es que el suceso nos sirve para ejemplificar una situación que se repite y es la manipulación a que estamos sometidos por la prensa. Según sean las tendencias del medio barren hacia uno u otro rincón.
Y esta imagen la encontramos en algunos medios y es la instantánea del momento: aquí lo primero que se nos ocurre es "qué cabrón  Sergio Ramos que le pegan un mecherazo a su compañero y encima se ríe".
Manipular sin faltar a la verdad
Pero la verdad es bien distinta:

Viendo el vídeo observamos que la captura corresponde al instante inmediatamente anterior a que Ramos se percate del hecho.
Bien podrían haber captado el momento unas milésimas de segundo después que es cuando el sevillano percibe el percal.
Manipular sin faltar a la verdad
Y nadie hubiera dudado de la honradez del periodista y el defensa se hubiera ahorrado otra ráfaga de mensajes en las redes sociales mofándose y censurando su actitud (claro que a él supongo que le será indiferente)
Y este ejemplo "lúdico/festivo" que no tiene más trascendencia  que la anecdótica se repite constantemente en los medios de comunicación, qué típico es ver a los líderes políticos afines al medio en actitudes triunfales y los "contrarios" son captados en sus peores momentos.
Así vemos la portada de El Periódico y de La Razón  y observaremos un trato diferenciado en el manejo del trato del líder político, uno con actitud dubitativa y otro con pose de triunfador
Manipular sin faltar a la verdad
Otro día hablaremos de los titulares en sí, pero eso ya casi que no sería "manipular sin faltar a la verdad"

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