Revista Cultura y Ocio

Manual de remedios literarios. Ella Berthoud y Susan Elderkin

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Manual de remedios literarios. Ella Berthoud y Susan Elderkin
     "Este libro es un manual de medicina, solo que algo diferente de los demás.
Para empezar, en él no se hace distinción entre dolor físico y dolor emocional; en sus páginas es tan fácil encontrar un remedio para la pérdida de apetito como lo es hallar la cura para la pérdida de esperanza."
     Hay libros que uno compra porque quiere tenerlos, incluso sabiendo que no es una novela, que no va a leerlo del tirón, dudando incluso de si lo va a llegar a leer algún día. Sí, esos libros existen, y se nos antojan y los necesitamos. Hoy traigo a mi estantería virtual, Manuel de remedios literarios.
     El ser humano es complejo, a veces un torbellino de emociones, otras una marioneta que se ve en el torbellino de emociones es la vida. Acusamos a semejantes de fríos cuando les vemos impasibles ante los golpes de la vida, ya sean alegrías o penas, y luego buscamos refugio para los que nosotros recibimos. Y los lectores, nos refugiamos en libros. Y es justo ese el momento en el que este libro comienza a ser divertido, por las curiosas asociaciones, unas más obvias que otras, que las autoras nos van ofreciendo. Yo, por ejemplo, no me sorprendí ni siquiera un poquito cuando vi que si uno se siente como un idiota por uno de esos reveses de la vida, Dostoievski puede ser la elección, o al menos la compañía adecuada. Pero sí que puse en serias dudas que lo mejor para la depresión sea leer a Sylvia Plath, exactamente igual que dudé de lo efectivo, pero no de lo divertido de la compañía, de Scott Fitzgerald cuando uno se siente un comprador compulsivo. Y así hasta cuatrocientas entradas que nos ayudarán con el Cándido optimismo o la ira, gracias a Hemingway. Nos explicarán que es muy importante tener emociones, usando como ejemplo el fantástico Jonnhy cogió su fusil como cura para aquellos que no sienten empatía. Y ojo, doy fe de lo efectivo del remedio ya que si uno no es una piedra, e incluso algunas piedras estoy segura de que también, sufrirá en su alma los devastadores efectos del libro. Veremos en La metamofosis el remedio cuando tenemos una cura de identidad y aprenderemos que en la vida el amor es importante, lo podemos buscar junto a Austen o curarnos tras un fracaso gracias a Nick Hornby y su alta fidelidad.
     Y así siguen desgranando las autoras de este libro los momentos estelares de la humanidad, paso a paso en cada vida cotidiana. La mujer del viajero en el tiempo como terapia o Chandler para hablar de bebida, citarán el acoso escolar y, como no, hablarán de adulterio en una larga lista que irá desde Madame Bovary hasta El verano sin hombres. No hay ni un solo momento de nuestra vida que se escape de este par de mujeres, enfrentándose valientemente, no como sucede en Matar a un ruiseñor, más apto para cobardes, a temas tan mundanos como la eyaculación precoz o la diarrea, sin olvidarnos de la gripe masculina, que es a todas luces mucho peor que cualquier otra gripe. Hablan de orgasmos y frigidez, nos presentan Las Venus de las pieles, en lugar de nombrar a Grey, y también de Sarah Waters o Alan Hollinghurst y su erotismo homosexual. Creo que con esta retahíla os podéis ir haciendo una idea de todo lo que aparece en este hermoso libro. Porque además de todo esto, además de las citas, recordarnos títulos, anécdotas, dar una visión un tanto diferente de los libros que ya hemos leído o no, sin importar si son clásicos o títulos actuales, el libro es físicamente hermoso. La edición está muy trabajada, la tipografía, las hojas que separan cada una de sus partes, y eso lo eleva a la categoría de tesoro o tal vez de manual de botica un tanto pasado de moda que uno luce con orgullo en el estante y conserva con cariño en la mente. Pero merece la pena y es, creo, un ejemplo de cómo la edición digital nos va a seguir privando de determinados placeres que el libro físico nos da.
     Las autoras estudiaron literatura y llevan desde 2008 "curando" gracias a la biblioterapia sin que por ello se crean médicos o afirmen que este libro sea un compendio de medicina o, líbreme Dios, de autoayuda. Pero sí es cierto que muchas veces el libro adecuado nos acompaña en los mejores o peores momentos de nuestras vidas, y le tomamos especial cariño al título que nos acompañó. Eso no creo que lo pueda poner en duda nadie a estas alturas. Y por eso, como tesoro, como curiosidad, como objeto o como pequeñas píldoras, recomiendo este Manual de remedios literarios. Por todo eso y porque además es una preciosidad. Sin olvidarnos de que a los lectores, con permiso de nuestro querido Don Quijote, los libros nos acompañan y nos sirven, más de una vez, para mantener los pies en la tierra una vez cerramos sus páginas.
     Y vosotros..., digo normalmente a estas alturas. Vosotros hoy, en realidad lo que me gustaría que pusiérais, es un título y el momento de la vida o estado con el que lo relacionáis. Eso si que sería divertido, nuestro propio manual para automediarnos literariamente. Yo, por ejemplo, para superar esos momentos de carácter adolescente que nos llegan de amigos, hermanos, hijos..., recomiendo El guardián entre el centeno. ¿Jugamos?
     Gracias.

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