Manzanilla romana

La manzanilla romana es originaria de la zona del Mediterráneo. Esta planta silvestre crece en los campos al costado de los caminos, es muy abundante su distribución geográfica. El nombre científico es Chamaemelum nobile y pertenece a la familia de las Asteraceae. Esta planta tiene flores blancas y pequeñas, parecidas a las margaritas en color y forma. La manzanilla romana tiene propiedades antiulcerosas, antiácidas, antiespasmódico, antiinflamatorio, sedante, tónico, desinfectante, diaforético.

La parte de esta planta que se usa con fines medicinales son las inflorescencias y sumidad florida, la cual debe estar secas. La manzanilla romana es efectiva para tratar afecciones como trastornos gastrointestinales, ayuda a abrir el apetito en caso de anorexia, gastritis, gases o flatulencias, espasmos, inflamaciones de la cavidad bucofaríngea, catarro, sinusitis, heridas, inflamaciones oculares, eczemas. Además de dolor de cabeza, neuralgias, molestias menstruales, ulceras, náuseas y vómitos, fatiga, dolores generados por reumatismo, ciática y lumbago. Hay varias formas de aprovechar los beneficios de la manzanilla romana como infusión, baños y compresas de acuerdo al tipo de problema que se quiere tratar. La infusión de manzanilla romana la preparamos con 5 gramos por cada taza de agua hirviendo, se deja hervir por 5 minutos, se filtra y ya está lista para beberla.