Maquiavelo, el Istmo y otras notas

Cuando en 1903 nació la república en el istmo ya habían pasado siglos desde la publicación del príncipe de Nicolás Maquiavelo, las inobservancias del estado Neogranadino, sumado a el aumento en el sentimiento nacionalista, propiciaron la consolidación de la causa nacional. Pero este escrito no trata sobre los hechos en Panamá, trata sobre la aplicación de algunos preceptos que nuestro amigo italiano plasmo en su libro, el mismo que dio su nombre a lo que hoy conocemos como maquiavélico.

“Todo aquel que quiera preservar el estado debe siempre evitar en lo posible recurrir a ejércitos extranjeros, porque estos no responden a la autoridad de quien auxilian, sino a los intereses de un estado aparte y con intereses propios”.

Colombia recurrió a Estados Unidos para mantener la seguridad del istmo en múltiples ocasiones, desconoció la soberanía propia por preservarse, pero a la vez se enajenó de todo aquello que implica el poder efectivo del estado, el monopolio del poder y arraso con la sensación de igualdad y unidad nacional.

Recurrir a potencias extranjeras en términos modernos es decir que una aristocracia al verse en riesgo de perder su centro de poder, renuncia o sobrepone a la idea de nacionalidad, la de seguridad, pero seguridad no es un sentimiento común, como una idiosincrasia nacional, por lo que bien puede la potencia extranjera implantar una nueva nacionalidad allí donde el poder anterior amputo la propia.

Al entrar E.E.U.U. con sus fuerzas, tergiverso el papel del estado, tiempo después aquellos que fueron sus aliados protegían a la naciente república.

Caso similar ocurrió en Ucrania con Crimea y otras regiones, donde el estado al permitir una base naval extranjera en territorio propio, impidió la consolidación de la idea de nación, esto sumado a las ya existentes diferencias étnicas a razón de idioma, religión y la falta de un pasado común.

Resulta extraño, pero el idioma es un elemento muy importante a la hora de valorar la estructura de la unidad nacional, ya vemos el caso de Canadá con Quebec, en el que hablan diferentes idiomas, o el de Colombia y las Islas de San Andrés y Providencia. El idioma compartido es parte de la columna vertebral del estado, casi tanto como el pasado y los ideales en común, puesto que el idioma (la palabra específicamente) es el medio por el cual se transmite la información que conforma toda la idea de nacionalidad (ese sentido de pertenencia).

La desintegración de las naciones se inicia a menudo con la aceptación de la intromisión de los intereses extranjeros, para conservar unas cuantas ventajas ya sean políticas, económicas o militares.

Maquiavelo no solo se aplicaría en el caso de panamá, bajo esta única premisa y a esta única nación. Su obra es de una riqueza tan enorme y de una franqueza tan real que ha resultado perdurar a través de los tiempos.

Este es solo el fragmento de un ensayo que preparaba pero por razones ajenas a mi persona no pude concluir.