Maquillaje; tu cuerpo, tu vida, tus normas

Como mujeres vivimos en una sociedad llena de contradicciones que nos martillean con mensajes confusos sobre nuestro cuerpo, nuestras aspiraciones e incluso aquello que nos debe o no gustar o debemos o no hacer.
Una de mis contradicciones favoritas, sin lugar a dudas, es el maquillaje. Ese mensaje claro de doble moral que algo tan simple como unos pigmentos puede generar e influenciar en nuestra vida.

Hay un momento en la vida de toda mujer que se topa con una frase lapidaria.
"Nena, creo que estás mucho mejor sin maquillaje, más natural. Deja de destrozarte la cara con esas pinturas".
Después de obviar el hecho de que te haya llamado nena, o muñeca o similares, debo reconocer que internamente disfruto demasiado con esa frase. Casi la saboreo con deleite cuando la escucho.
Y lo que más me divierte es cuando se defienden poniéndote como ejemplo esa famosa de turno, de cuerpo photoshop y cara angelical que según ellos cuando van a cara lavada están igual o más guapas. ¿Tan inocentes son como para creer que salen a la calle con la cara lavada, que esas fotos que anuncian como tan naturales, lo son en realidad?
(clarísimamente no va maquillada...nada, la piel sin poros y reluciente, pero sin maquillaje, claro)
Pero tú, como mujer real, como chica a la que ya casi tiene en el bote, no eres más que una cara a la que le sobra maquillaje y según su criterio no deberías volver a usarlo nunca más,relegar esa máscara de pestañas al fondo de un cajón. Olvidar lo divertido que es besar y dejar sus labios del color del amor, marcar el cuello de su camisa, dejar tu perfume en sus sábanas y en su memoria.
Han dejado de pensar que una se maquilla por amor propio, por gustarse una misma, levantarse el ánimo, o alegrarse el día. Maquillarse para decir "AQUÍ ESTOY YO".
Pero siempre está el idiota que te juzga por hacerlo- aunque pierda el culo por aquellas actrices, modelos, fantasías eróticas que les llenan en sus momentos más íntimos- y el otro idiota que lo hace exactamente por lo contrario. Tu cara al natural, con el sombreado de la piel alrededor de los ojos, las rojeces de tus mejillas, los poros abiertos o los labios resecos por el frío, son sinónimo de ser un troll, algo a quién no merece la pena ni mirar, casi un despojo, la vergüenza del género femenino.
Nos relegan a simples muestrarios de los cuales escoger el mejor producto, o las mejores partes del producto, lo cual es aún peor.

¿Y lo único que como mujeres hay que tener en cuenta? HAZ LO QUE QUIERAS. Tan solo haz lo que te haga feliz. Lleva un ahumado en negro y los labios rojos si es lo que te apetece, los labios morado baya, las uñas verde esmeralda. Juega, disfruta, quiérete mucho y sácate de encima mentes cuadradas que te juzgan y pretenden decirte qué debes o no hacer. ( y esto lo digo también si eres hombre te apasiona el mundo de los potis, que se que sois muchos, lo cual me encanta)
Porque el único mensaje que debemos dejar que nos influya es el siguiente.
Tu cuerpo, tu vida, tus normas.