¿Marcas los libros cuando los lees?

¡Hola! Esta es la última entrada que publico este año. ¡Que rápido pasó todo! Este blog me permitió conocer libros nuevos, escritores nuevos y amigos nuevos :) Sólo quiero decirles una cosa. ¡Gracias!

El otro día me acordaba de un chico del profesorado. Hace poco en la escuela estaba esperando a que me tomaran el coloquio de “Introducción a la Literatura” y en eso se acerca este chico, me saluda y me pregunta si ya había terminado de leer “Luna de Plutón”, eso me sorprendió mucho, pues, ¿cómo se habría enterado que iba a leer eso? (ni siquiera lo he empezado) Y entonces me dijo que él había estado en la biblioteca aquel día que lo compré. 
Hablamos un poco de libros y de autores. Entonces acerca su mochila y saca un libro sobre filosofía de un personaje que no logro recordar. Cuando lo abrí vi que estaba todo subrayado, con anotaciones en los márgenes y algunas páginas dobladas. Claramente estaba un poco maltratado a pesar que vi que había sido publicado hace no más de 4 meses.
Y ahí es donde viene este tema.
¿Subrayas o marcas los libros cuando los lees?
Este es un tema que tiene gente dividida en los dos “bandos”.
Lo cierto es que yo era de esa clase (y lo sigo siendo un poco aun) que tiene a los libros como oro. Nada ni nadie puede tocarlos sin antes con mi consentimiento, si alguien estuvo hurgueteando allí me voy a dar cuenta. Sé cómo los dejé a pesar de que constantemente los estoy moviendo de lugar.
Si el libro lucía una manchita pues ya me ponía mal por no cuidarlos como se debe. 
A veces encontraba partes muy buenas, frases verdaderamente ingeniosas, que merecían ser resaltadas para la posteridad, pero no quería estropearlos.
Hay muchas maneras de rescatar una frase
_Marcar con un resaltador.
_Poniendo esos señaladores que tienen pegamento en una esquina.
_Marcando con lápiz negro.
_Anotar lo que pensamos en ese momento en el margen de la página.
Y muchas más. Y sin embargo sólo lo hacía cuando el libro no me interesaba demasiado. Pero con el pasar del tiempo pensé: Los libros son para disfrutar y relajarse con ellos. No hay que ser tan ordenados. Por supuesto que los cuidaré, pero que mejor que mis pequeños estén señalados en los mejores momentos que tuvieron. Así que comencé a cambiar de pensamiento.
Yo creo que debe haber un balance. No hay que tratarlos como la pizarra de la escuela, pero tampoco como el antiguo testamento. Después de todo, ¿Si no lo disfruto como me gustaría, para qué lo obtuve?
¿Ustedes qué creen? ¿Los marcan, hacen sus anotaciones? ¿Les cuesta hacerlo?