María Espada

No puedo dejar de notar que hoy he asistido aquí, junto a mi casa (adoro mi barrio y madrid) a un concierto de la Orquesta y Coro de RTVE en el que se interpretaba la Rueca de Oro de Dvorak y la Misa nº6 en Mi bemol mayor de Schubert. Fue, obviamente, durante la segunda, que presentaba una composición distinta de la que yo conocía en lo que a vocal se refiere, que tuve la oportunidad de oír a la soprano emeritense María Espada. Acompañada por mezzosoprano, barítono y dos tenores, sólo puedo decir que no recuerdo otra voz en el escenario. Y hasta consigo olvidar la pobre conducción del maestro Carlos Kalmar que, queriendo ser muy austriaco, resultó un pelín aburrido (como algún maleducado le demostró sonoramente al final del concierto). No hubo orquesta, no hubo cantantes, si acaso hubo fue coro, como siempre impecable. Pero lo que sí que llenó la sala con su pequeña presencia fue la extremeña que, sin ser gritona, estridente, fría o histriónica, emitió los más bellos sonidos vocales que he tenido opción de escuchar en vivo. La suavidad con que canta contrasta con el gesto concentrado que mantiene. Pero lo cierto es que clavó la misa.Documentándome descubro como estoy lejos del conocimiento mínimo necesario para estas pequeñas reseñas de andar por casa. Ha actuado con mis orquestas barrocas del corazón, las zaragozanas Al Ayre Español de Eduardo López Banzo y Los Músicos de su Alteza. Pero también con Europa Galante, Forma Antiqua, I Barroquisti, la Barroca de Venecia, etc, etc...O sea, que no descubro nada a nadie sino a mí mismo. Así que ahí os lo dejo.Con Dios...