María y su mundo

MARÍA Y SU MUNDO


Rosario Paguillo Cañestro nació en Brenes, Sevilla, en Septiembre del 1982, donde vive y ha vivido toda su vida. Diplomada en ciencias del trabajo por la Universidad de Sevilla y extensión en Creación Literaria por la misma Universidad.
Magnifica lectora a cuya curiosidad nada es ajeno, su afición a la literatura se manifestó a muy corta edad inspirada por uno de sus escritores favoritos, Gabriel García Márquez.
Siempre ha soñado con escribir historias que cautivaran a los lectores, pero postergó sus sueños una y otra vez hasta que finalmente reunió coraje suficiente para escribir su primera novela, María y su mundo.

“El autismo no es mi forma de vida, sino mi forma de ser,micomportamientono es absurdo aunque no sea fácil de entender, tiene su propialógicay mi conducta es mi particular maneradeenfrentarel mundo desde mi especial forma de ser y percibir la vida.”María es una niña autista a punto de cumplir 10 años, apasionada por los números y las letras, aquellas palabras huérfanas de significantes encuentran significado en su alborotada cabeza, le gusta ordenar cosas por tamaños y colores pero odia que la toquen.Su padre, un prestigioso y guapo abogado, y su madre una famosa diseñadora toman parte importante en una peligrosa trama de amor, odio y rencor en la historia de la vida de María, que a pesar de no poder hablar, nos cuenta su día a día y cada aspecto de su entorno desde “su particular y lógico mundo”.Esta entretenida novela nos abre los ojos a una forma de vida desconocida, como es el particular mundo en el que viven las personas que padecen algún tipo de enfermedad mental.

En María y su mundo encontramos un narrador muy particular: una niña autista de 10 años cuenta su propia historia en primera persona. Es peculiar porque es muy difícil intentar descifrar lo que piensa una persona autista, o qué está ocurriendo en su cabeza, y Rosario Paguillo se ha atrevido a este narrador y bueno... a mí me ha impresionado, más que gustado.
El conjunto de personajes lo forma la familia de María, a quien ella nos presenta poco a poco. También hay dos personajes que a mi parecer no vienen a cuento, que son la secretaria del padre de María (este sí viene a cuento) y un "ayudante" de la secretaria (que este es el que me parece que está fuera de lugar).
Ambientación apenas hay, porque no es lo que prima, y porque un niño autista no suele (creo) fijarse en estas cosas... así que toda la acción se centra más bien en lo que pasa dentro de la cabeza de la niña.
La estructura de la novela, aunque es corta, me parece digna de mención. Cada capítulo comienza con la definición de una palabra que supongo que María aprende. Y a partir de ahí el desarrollo de un momento concreto del día, con la visión de su pensamiento siempre.

Tengo que ser sincera, y la verdad es que no ha conseguido cautivarme porque esperaba otra cosa, otro modo de ver, otros hechos... no sé, pero no me ha cautivado. No ha conseguido llenarme como me imaginaba que iba a hacer al tratarse el tema que se trata (no tengo tanta debilidad como Marga por la gente autista, pero sí que me fascinan). No me ha defraudado, que conste, es simplemente que no me ha marcado como esperaba que lo iba a hacer.
Por otra parte, tenía curiosidad por volver a leer algo relatado desde el punto de vista de un autista (ya lo hice hace años con Marcelo en el mundo real, de F. X. Stork), pero al querer meter la autora algo de acción me ha parecido que no ha cuajado mucho la historia y que no ha sabido llevarla bien... 
Lo que sí he observado (que no va a ser todo malo, ¿no?) es que se refleja muy bien el modo de vida que tienen que llevar las personas autistas: rutinas, horarios, no "salirse del guion"... Si a una persona autista le quitas todo eso, es como si mundo se desvaneciera, y podría tener consecuencias bastante malas para ellos.
Es una historia que empieza muy bien, con reflexiones por parte de María, que  saca sus propias conclusiones de lo que va viviendo y viendo día a día, y son conclusiones que a nosotros puede parecernos poco lógicas, pero que ella lo ve de esa manera, y lo mejor es que intenta explicarlas. Sin embargo, a medida que va avanzando es cuando ha empezado a no convencerme, porque como comentaba antes, ha querido meter acción y no ha terminado bien el experimento, a mi parecer. Más que nada porque no pega con el desarrollo de la historia, y por eso me ha chirriado un poco.
Y ya para acabar, otro aspecto que también me ha gustado es el enfoque de la familia, lo que supone tener un hijo así y lo que se puede llegar a desgastar la vida en común cuando tienes un hijo con esta particularidad.
Creo, creo, creo (y repetiré creo porque esto es una opinión personal y totalmente subjetiva de mi persona), que la autora no ha sabido manejarse con soltura para explicarnos de manera original la vida de un autista.