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Marilyn Monroe, medio siglo después

Publicado el 03 agosto 2012 por Cluisa
Marilyn Monroe, medio siglo después
No tengo una teoría sobre lo que le ocurrió a Marilyn Monroe, sobre cual fue la causa de su muerte: sobredosis de barbitúricos es la oficial, otros hablan de asesinato. De igual modo, creo que ya no importa, me parece que dejo de importar un segundo después que terminó su vida. Mas allá del icono que representa, siempre me he preguntado, si esa aura de éxito y fama le otorgó  un pago justo, es decir si fue suficiente para su felicidad tanto glamour y belleza. La mayoría de las veces creo que no, la mayoría de las veces creo que no fue tan feliz, aunque si bella, aunque rica, aunque talentosa.El mundo nos engaña, nos hace creer que la belleza, y los vítores de las multitudes te acompañan, cada día me convenzo más de lo contrario, cada día busco más estar cerca de mi misma, para no alejarme en la frivolidad de la arenga de papelillos que representa el mundo exterior: que en nuestra época actual es una sociedad de blackberry´s y consumo, a veces tan frivola como incoherente.Seguramente, en la época de Norma Jeane Baker, nacida en Los Angeles, California, las cosas no eran tan diferentes.  La actriz,  quien dejó este mundo un 5 de agosto de 1962, y a la que todos conocen como Marilyn Monroe, quizás buscaba afuera, sin éxito, lo que todos poseemos: seguridad, entusiasmo, autocontrol.  Su personaje (no su persona, creo que cuando se trata de un icono de esta magnitud no puede saberse como es la persona que se esconde detrás del mito) ligado a la ingenuidad y fragilidad de una mujer temerosa, a pesar de su talento, a pesar de su aspecto fisico, persiste en el tiempo ligado a todo lo que tenga que ver con moda y belleza. Su solo rostro es una marca, su fisonomía (creada, no era rubia natural) es un paradigma al que muchas han intentado acercarse.Según su leyenda, Marilyn estaba muy preocupada de que no pasara nada con ella, de ser tan sólo una cara bonita (como si eso fuera poco), ya el tiempo se ha encargado de demostrar que no fue su vida (al menos la pública, la de las luces y el cine) pasajera, por el contrario, a pesar de sí misma, quizás ha pervivido su imagen en el tiempo.Sus películas reivindican y nutren el mito, ahora mismo la recuerdo en Niágara de (1953), o en Some Like it Hot (1959), recientemente se estrenó Mi semana con Marilyn (2011) en donde se renueva la teoría   que la muestra como una niña insegura, una huérfana, una mujer inestable, es claro que esa imagen es la que acompaña paradójicamente al mito, a la Diosa que fue, y sigue siendo, para los demás, pero tal vez, nunca para sí misma.

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