Revista Boda

Marina y alberto. la boda.

Publicado el 30 septiembre 2014 por Ta @detrasdeunaboda

La primera boda fuera de Asturias que os traigo a este pequeño rincón no podía tener otros protagonistas que Marina y Alberto. Alberto y Marina.

Quizás los nombres no os digan mucho pero que pasa si en vez de Marina y Alberto pusiera “MartinaseCasa y Mr.A”? Estoy segura de que ahora muchas los conocéis, Marina y Alberto, Mr.A y Martina son una de esas parejas de la blogosfera conocida por su boda, por el blog de ella y por dejarse el alma en ambas cosas.

Marina ha sido una de las mejores cosas que me ha aportado este mundo blogger. No os voy a engañar ni podría hacerlo ya que mi admiración, cariño y mi todo por ella quedo plasmado hace 3 meses en aquel post que publiqué un día antes de su boda escrito desde un lugar de la provincia de Cádiz… Marina y Alberto son “nuestros” amigos de Huelva.

Marina y Alberto decidieron casarse pero a su manera. Lo dejaban ya claro desde sus invitaciones donde sus invitados ya podían empezar a darse cuenta de que aquella boda que llegaba después de un noviazgo largo (de esos de los buenos que diría mi abuela) no iba a ser una boda más en Huelva. Desde el primer momento se ocuparon de todos los preparativos y trabajaron muy, muy duro para que aquel 21 de Junio todo luciera tal y como lo habían imaginado. No contrataron Wedding Planner. Ellos eran sus propios wedding planners y su grupo de amigos fue ese equipo perfecto que hay detrás de cada boda. ¿No me creéis? Echar un vistazo al blog de Silvia Orduna donde os cuenta todo, todo y todo acerca del making off…. Yo voy a mostraros lo que pasó en Las Malvasías el 21 de Junio….

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El lugar elegido por Marina y Alberto para celebrar su boda fue el Cortijo Las Malvasías. A priori era un sitio de esos no encasillados como “lugar para celebración de bodas” pero ellos se enamoraron de ese lugar y tenían claro que sería su lugar desde que lo pisaron por primera vez. La idea de boda que ellos tenían en su cabeza y que querían materializar encajaba a la perfección con aquel lugar así que no dudaron. Era el momento de ponerse manos a la obra. Y vaya si se pusieron! Fueron unos auténticos novios diy que durante meses crearon todo lo que habían soñado: un altar romántico, metros y metros de banderines colgantes, caminos de mesas, tarros decorados, carteles, indicadores, detalles… Todo en esta boda tiene un toque muy handmade pero vamos a verlo poco a poco….

 

….21 DE JUNIO…. 

Marina y Alberto comenzaban el día de su boda ya en Las Malvasías y rodeados de sus amigos. Les esperaban por delante unas horas de montaje entre cervezas y amigos y después de comer comenzaba, ahora sí, su día. Su boda.

Llegaba el momento de empezar a preparar su mejor versión, la versión de novia. Llegaba el momento de sacar a escena ese vestido de Yolan Cris que le había robado el alma meses atrás, esas cuñas preciosas y perfectas para el look de novia elegido y para una boda campestre en un jardín… Marina se alejaba de su grupo de amigos para peinar su maravillosa melena. Una trenza lateral despeinada había sido la escogida, un peinado lleno de romanticismo y naturalidad acompañado de la maravillosa corona de hortensias preservadas (a conjunto con el ramo) que Lupe de la Villa había creado para ella. Un look romántico, elegante, campestre, con ese toque de desenfado que lo hace aún más genial… Un look muy “Marina”, muy ella porque ella entiende a la perfección eso de “no por ser novia voy a dejar de ser yo misma”.

MARINA

Mientras tanto, no muy lejos de aquel cuarto, Alberto apuraba su última tarde de sábado como soltero disfrutando de la piscina con sus amigos, relajándose, preparándose para ese momento que iba a quedar grabado para siempre…. ¿que se le estaría pasando por sus cabeza?  Poco después cambiaba el bañador por su traje gris y la toalla al cuello por su pajarita. El hecho a medida en una sastrería de Sevilla, la pajarita, los calcetines a juego con sus amigos, su barba de más de dos días y él formaban un perfecto equipo que su padre ayudo a alinear.

ALBERTO

 

….YA VIENE LA NOVIA…

Alberto hacía la entrada a la ceremonia del brazo de su madre, y he de decir que la madre de Mr.A no sólo ha parido a uno de los muchachos más simpáticos de todo Huelva y parte del extranjero sino que para mi ha sido y es LA MADRINA por excelencia de este año. No he visto otra más elegante ni con más estilo.

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Alberto no sólo iba del brazo de su madre sino que le cogía de la mano de esa manera en la que sólo un hijo se la coge a una madre y de esa manera que expresa tanto sin decir una palabra y en la que la otra persona te entiende. Mucho se habla de ese paseo de las novias con sus padres cargados de emotividad y se nos olvida a veces que, minutos antes, ha habido una madre que ha caminado unos metros acompañando orgullosa a su “pequeño del alma”, emocionada, tanto o más, que un padre cuando su hija se viste de blanco.

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Minutos después, Marina se acercaba a Alberto blanca y radiante del brazo de su padre. Uno de esos padres que no caben en el traje del orgullo y que son tan geniales que, aunque no lo podáis oír, os aseguro que al llegar a Alberto le soltó un espontáneo “Aquí la tienes!”.

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Precediendo a Marina, había entrado sus amigas y amigos, aquellos que habían contribuido a que todo se estuviera haciendo realidad lucían ahora sus mejores galas como damas y damos de honor. Ellas vestidas en diferentes tonalidades de mint y ellos con chaleco y pajarita permanecieron detrás de los novios y padrinos durante toda la ceremonia, riéndose y emocionándose con ellos. Dos princesitas portaban el cartel hecho por ella “Aquí viene la Novia” mientras por encima de ellas la sonrisa de Marina comenzaba a deslumbrar. Alberto empezaba a emocionarse. Los chicos duros también lloran… y qué guapos que están cuando esto ocurre! La ceremonia fue emotiva, divertida, perfecta… A ratos reían y a ratos lloraban. Alberto y Marina sólo se soltaron de las manos para limpiarse las lágrimas… Hubo lecturas por parte de los amigos, unas palabras de la madre del novio, un intercambio de anillos de película y una ceremonia muy poco vista en las bodas y que parece ideada por y para ellos: la ceremonia de la plantación del árbol. ¿Lo mejor de esta ceremonia? Marina y Alberto plantaron “su” olivo en la maceta y días después, lo transplantaron a un rincón del Cortijo por lo que su árbol, ese que ellos plantaron, se quedará para siempre en el lugar dónde se dieron el Sí, Quiero. ¿Es o no romántico?

CEREMONIA

 

…LA FELICIDAD….

La felicidad es, sin duda, las sonrisas de Alberto y Marina al ser ya marido y mujer bajo esa lluvia de confetti de colores aunque el diccionario diga lo contrario.

CONFETI

 

…COCTELEANDO….

Los cócteles son para disfrutarlo con los invitados y Marina y Alberto lo hicieron. Llegaba el momento de relajarse, de eliminar las tensiones y empezar a divertirse si es que no se había hecho ya antes… Los invitados comenzaban a descubrir o redescubrían todo lo que los novios habían preparado para ellos.

Usuarios de las redes sociales y con una novia amante de Instragram casi por encima de todas las cosas y con un montón de gente al otro lado de los teléfonos móviles esperando ver la primera foto de la novia estaba claro, había que decirles a los invitados que compartieran. Aún me recuerdo en casa de mi abuela, rodeada de primas y tíos mirando cada poco el móvil por si ya había alguna foto de nuestra Marina (lo siento Alberto, reconozco que nos moríamos de ganas de verla a ella) y cuando por fin esa amiga nos había etiquetado a Mi Boda Diy y a mi en una! Por fin!!! Ahí estaba Marina, preciosa y ahí estaba yo, emocionada al otro lado de la pantalla.

COCTEL

La boda era en un sólo lugar pero no en un mismo rincón. Hasta el último rincón de Las Malvasias fue aprovechado para esta maravillosa boda. Zona de Cóctel, Ceremonia, Cena, Baile, Fotomáton, Piscina… Un montón de lugares coordinados a la perfección entre ellos e indicados con esa maravillosa señal. Hasta el último rincón aprovechado y hasta el último detalle cuidado. Tarros decorados que hacían las veces de vaso para ese Gin Lemon fresquito, seating plan lleno de cactus plantados y cuidados por los novios (si es que suena repetitivo y está mal decirlo, pero novios y anfitriones como estos…pocos!) que cada invitado se llevaría, amigos que brindan todas las veces que haya que brindar y que hacen suya la felicidad de los novios y novio y damos de honor que lucen orgullosos sus calcetines. ¿Quién dijo que personalizar y dar un toque de originalidad al look de los novios es más complicado?

 

….BAJO LAS ESTRELLAS…

Y a pesar de ser la noche más corta del año, en Huelva se fue poniendo poco a poco el sol y las estrellas fueron extendiéndose, a puñados, perfectas, alineadas para no perderse nada. Bajo las estrellas, las bombillas que creaban un mágico clima, metros de banderines cosidos a mano y bajo los árboles frutales, Alberto y Marina disfrutaron de su cena con los suyos. Mesas imperiales llenas de detalles y una mesa presidencial “poco convencional” ya que Alberto y Marina decidieron sentarse con sus amigos no perdiéndose así, ni un minuto de la fiesta. ¡Olé! Una cena divertida, amena, llena de ¡que se besen! gritados a pleno pulmón respondidos con besos cargados de amor del bueno, del de verdad.

CENA

Tras la cena y justo antes del baile los invitados seguían recibiendo sorpresas. Había llegado el turno de los detalles. Cerveza para ellos y mermelada para ellas. Ambas cosas realizadas artesanalmente por los novios durante los meses antes. Y es que las cosas se hacen bien o no se hacen. O se hacen muy bien como es este caso. Y es que, a estas alturas, seguro que alguna de vosotras ha exclamado ya eso de “yo quiero ir a una boda como ésta”. Pues sí, pequeñas… yo también. Y os confieso que vivo con la esperanza de seguir siendo la amiga de Asturias de esta pareja sensacional muchos años más y plantarme en Huelva para sus 50 años de casado y obligarles/exigirles un sarao como este… Y sin excusas.

 

…LA NOCHE ES PARA LOS DOS…

La noche es joven y los novios también. Y aquí no hay ni corte de tarta ni primer baile nupcial… Las tradiciones están para romperlas y las bodas para hacerlas como nos de la gana! Marina y Alberto no bailaron agarrados rodeados de sus invitados o no como se entiende que debe ser el primer baile. Marina y Alberto arrojaron a la pista toda su energía y bailaron con todos sus invitados. Dj, violinista y sus ganas. Allí, al aire libre, con las copas en las manos Marina y Alberto se despeinaron, se dejaron llevar, disfrutaron, brindaron, fueron felices… Y allí, aunque digan que no abrieron el baile, bailaron juntos olvidándose del resto, sonriendo enormemente una y poniéndose serio el otro, complementándose como lo habían hecho desde que se conocieron.

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Y allí se quedaron disfrutando de su amor. Y allí, a 178 km de ellos mi prima pequeña veía la foto de Marina y decía “yo quiero ser una novia como ella, prima” . -“No enana no, tú una novia como yo que soy tu prima la mayor y tu has sido mi niña de los anillos”, le respondía yo aunque por dentro pensará eso de “y yo también pequeñaja, todas queremos ser novias como Marina”.

Y allí, a las 9 de la mañana del 22 Junio y tras haber visto salir el sol y bailar bajo el para que no sintiera celos de las estrellas, allí con un novio ya en sudadera y bañador tras su paso por la piscina, Marina, Alberto y sus amigos ponían fin a su boda. A la que es la boda del año. Sin duda.

Si queréis ver más, mucho más de su boda no dudéis en pasaros por su blog. Y si os casáis, o conocéis a alguien que lo haga, no dudéis en contactar con Marina que acaba de poner en marcha “Martina Se Casa Wedding & Event Planners”… y pensar que si ha sido capaz de organizar la boda del año siendo a la vez la novia… Imaginad lo que puede llegar a crear siendo wedding planner.

Gracias Marina y Alberto por compartir vuestra boda.

FOTOGRAFÍA: Toñi Olalla

VESTIDO NOVIA: Yolan Cris

LUGAR: Cortijo Las Malvasías

RAMO Y CORONA: Lupe de La Villa

Nota: Todas las fotos que ilustran este post han sido tomadas por Toñi Olalla exceptuando dos: foto de la señal Indicadora y del letrero de Instagram, sacadas por Silvia Orduna.


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