Revista Insólito

Martha, Marcy May, Marlene o cómo una secta puede destrozarte la vida

Publicado el 24 septiembre 2013 por Iris Bernot @irisbernot
        Quiero hablar de una película muy interesante que he visto hace poco y que me ha hecho pensar en algunas cosas. Se llama Martha Marcy May Marlene, y es una película indie del año dos mil once que ganó varios premios en algunos festivales de cine sesudos e independientes como el de Sundance y el de Cannes, especialmente por la interpretación de su protagonista principal, Elizabeth Olsen  (sí, la hermana de las gemelas Olsen) y por la de un secundario y escalofriante John Hawkes, que ya demostró lo inquietante que puede ser en "Winters Bone", película que también os recomiendo si no la habéis visto.  
        El argumento es el siguiente: Una chica de unos veinte años más o menos desaparece de su casa durante dos años para aparecer súbitamente mediante una llamada telefónica a su hermana mayor, único familiar que parece tener, quien acude a buscarla a la cabina desde la que llama para llevársela a la casa de verano que ocupa junto a su marido y que está al lado de un bonito lago. La recién llegada hermana empieza a mostrar ciertos problemas de comportamiento nada más llegar mientras se encierra en un extraño silencio para esconderse de la verdad sobre los dos años que ha permanecido desaparecida. Mientras trata de recuperar su vida y de adaptarse a su nuevo núcleo familiar, Martha, que así se llama la hermana díscola aunque en realidad tiene varios nombres más, los otros que aparecen en el título de la película, ya veréis porqué, empieza a ser presa de pesadillas y recuerdos que tienen que ver con la vida que ha llevado durante los dos años que ha estado ausente y que ha transcurrido dentro un grupo sectario bastante peligroso y destructivo. Martha ha de hacer frente en silencio a los horribles recuerdos que posee fruto de su entrada y vida en una secta liderada por un carismático y demente líder que utiliza el abuso sexual y psicológico para manipular a sus adeptos. Incapaz de contarle a su hermana la pesadilla que ha vivido durante los dos últimos años de su vida, trata de hacer frente a los temores y confusiones que alberga en su interior y acaba presa de una paranoia en la que es incapaz de distinguir entre lo real y lo imaginario. Incapaz de saber si vive en un sueño o en la realidad e inhabilitada para adaptarse a su nueva vida acaba siendo víctima de su propio aislamiento y declive mental.
        La película se mueve todo el tiempo entre dos tiempos, el presente, en el que Martha trata de vivir, y el pasado del que trata de huir a través de flash backs que nos van mostrando poco a poco la degradación psicológica, sexual y moral en la que va cayendo la protagonista, una Elizabeth Olsen que me ha sorprendido por su fuerza y su capacidad interpretativa al hacer un papel con muchos matices y pequeños giros psicológicos que son muy difíciles de llevar, y más de la forma tan digna como ella los lleva. Es una película inquietante, oscura, malsana. Es algo lenta y contenida, pero en ella todo está muy estudiado y cada pequeña cosa que se nos va mostrando está milimetrada para que no reventemos en el asiento antes de tiempo.
        Creo que es una película que debería ser de obligado visionado para todos aquellos que tengan dudas sobre el dolor y la alienación mental que algunas sectas pueden causar. Las sectas destruyen vidas, enajenan a las personas que acaban en sus redes y las convierten en personas sin identidad que son incapaces de saber donde están los límites. Sin principios ni pilares en los que apoyarse, sin identidad propia y sin creencias tangibles con las que poder sostenerse, las personas que caen en sectas peligrosas o destructivas acaban siendo seres sin origen ni destino que se mueven por una inercia en la que están aislados del mundo exterior. Al cortar con sus lazos familiares y sociales las personas sectarizadas no saben a dónde ir ni porqué están donde están ni como han llegado a la tierra de nadie en la que se encuentran. Y es que la propia identidad es lo más valioso que tenemos. Nuestros principios, creencias, recuerdos, sueños y esperanzas son lo que conforman nuestro gran mundo interior, ese que nos sirve de refugio y escudo ante los sinsabores del mundo. Sin nuestra propia idiosincracia no somos más que papeles en blanco en los que cualquiera puede escribir lo que desee colocándonos a merced de la bondad o maldad innatas del que escribe.            Recomiendo encarecidamente esta película, aunque he de advertir que en ocasiones es bastante dura, y que su ambiente malsano acaba por provocar un mal sabor de boca al que la visiona que permanece bastante tiempo después de haberla visto. Es diferente, sugerente en el mal sentido de la palabra y al menos te hace reflexionar sobre los peligros de enrolarse en sectas cuando se está en un estado vulnerable por la razón que sea. A los que la vayáis a ver, deciros que la disfrutéis y que no perdáis de vista a Elizabeth Olsen, la única de las Olsen que ha aportado algo de talento a la familia. 

Martha, Marcy May, Marlene o cómo una secta puede destrozarte la vida

Martha es captada por un líder sectario carismático y oscuro

Martha, Marcy May, Marlene o cómo una secta puede destrozarte la vida

Pero acaba viviendo cosas en la secta que la impulsan a huir de ella...

 

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista