Revista Cultura y Ocio

Más divagadora que nunca, y enamorada de los mundos de Neimhaim

Publicado el 21 julio 2015 por Arsenico @Arsenico85
¡Hola a todos! ¿Qué tal estáis? Yo sigo viva, sí. O eso creo… Este calor me tiene loca, literalmente. Siento haber estado tan ausente estos últimos días, pero hasta el domingo estuve haciendo de pintora. Sí, como leéis. Yo. Pintora. JA. Me lo llegáis a decir hace un año y seguro que habría estallado en carcajadas. Hablo de mi casa, que conste, que de dibujar no tengo ni la menor idea. Y por si os interesa saberlo, lo he hecho tan bien que deberían darme un título (baja Modesto que sube Arse, jaja). Mi madre me decía que tengo mucha paciencia, yo en cambio pienso que más bien soy cabezota. Los años me han hecho aprender que los límites los pones siempre tú. Así que, que nadie os diga nunca lo que no podéis hacer. 
Y todo esto de pintar ha hecho que encuentre cosas que no recordaba que tenía, y que me fijara en otras que sabía que tenía pero en las que ya ni siquiera reparaba, por la costumbre de toparme con ellas todos los días. Cosas que estaban ahí por estar y que ahora descansan en un lugar mejor. ¿No os ha pasado nunca que empezáis a hacer limpieza y tiráis y tiráis un montón de cosas y, una vez recogido todo, os sentís liberados? Me pasó hace meses cuando hice limpieza a mi armario (prácticamente lo tiré todo) y me ha vuelto a pasar ahora. Hablo de cosas materiales y otras que no lo son tanto, como fotos. ¡Fotos! Hacía siglos que tenía al pasado pegado a un tablón sobre mi cabeza, fotos de personas que una vez formaron parte de mi vida y que ahora son solo recuerdos borrosos, fugaces. Fotos que ya no dicen nada de mi yo de ahora y que han sido sustituidas por otras fotos, y cosas, que ahora me definen mucho mejor. 
En fin, que divago y me voy por las ramas. El caso es que sigo aquí y estoy leyendo sí, aunque no asome la cabecita por estos lares. Ahora mismo me encuentro leyendo el tocho del verano. Había pensado que sería En nombre del viento, que lleva años en mi estantería, pero este libro se cruzó en mi camino y no pude decirle que no. ¿Habéis visto qué portada tan preciosa tiene? Pues el interior es mucho mejor, y lo dice alguien que no suele leer fantasía. Llevo exactamente 461 páginas (hoy espero leer un poquito más) y de momento he de decir que me tiene conquistada. Que no os asuste el número de páginas, porque la narración a pesar de ser rica en descripciones es también muy visual. Cuando leo siento que estoy viendo una serie en pantalla grande. Me lo imagino todo, escenario, personajes, ese frío invernal que te describe tan bien la autora. Neimhaim es el primer libro de una saga, pero que tampoco os asuste eso, porque este primer volumen cuenta una historia que termina. Los siguientes serán historias de otros personajes. Os contaré mejor en cuanto me lo acabe, prometido. 
Más divagadora que nunca, y enamorada de los mundos de Neimhaim
También he estado escribiendo, claro, y Mai y yo además andamos con los últimos preparativos de nuestra próxima publicación con Suma de Letras, revisando la maquetación y enamorándonos un poquito más de nuestra historia. 
En fin, que dejo de divagar por hoy. Os contaré qué libros tengo pensado leer en lo que queda de verano y cuáles han sido mis últimas lecturas en las próximas entradas. También subiré esas reseñas que todavía tengo pendientes, que no me he olvidado.  
Espero que el calor no os derrita. 
¡Un besote grande!

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