Más Fiordos Noruegos y llegada a Trodheim

Seguimos con nuestra ruta por los fiordos, rodeados de paisajes nostálgicos que transmiten paz y tranquilidad, y que no dejan de sorprendernos.

Hellesylt - Geirander

El día anterior en Fjaerland había sido muy largo, allí esperamos y desesperamos, y seguimos esperando... hasta que por fin apareció el autobús que nos dejó en Hellesylt. 

Hellesylt es bastante turístico porque desde aquí parten los barcos que van a Geiranger y recorren Geirangerfjorden, uno de los fiordos más bonitos y que fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el 2005! 

Los ferries para ir hasta Geiranger salen con frecuencia, y en el trayecto de una hora nos vemos envueltos por inmensas laderas, en las que se ven algunas granjas abandonadas, y un montón de cascadas entre las que destacan "las siete hermanas" con una caída de 250 metros, "el pretendiente" situada frente a ella y "el velo nupcial". Por estas tierras se cuentan muchas leyendas, entre ellas la de un pretendiente que cortejaba a siete hermanas, y al ser rechazado se dio a la bebida, de ahí la forma de la botella en el final de la cascada.


Al final del fiordo está la pequeña población de Geiranger, que es también muy visitada. Tiene varios miradores a los que se llega a través de la carretera de montaña Trollstigen (Escalera de Troll), llena de curvas cerradas, en zig-zag y con un fuerte desnivel. Muy cerca del pueblo, a tan solo 4 Kilómetros está el famoso mirador Flydalsjuvet desde el que se obtienen unas magníficas vistas de Geiranger y el fiordo. Desde allí arriba es cuando ves los inmensos barcos de los cruceros tan minúsculos que ni los coches de micro-machine, y te das cuenta de la magnitud del fiordo! Si quieres puedes sentarte en la silla de la reina y deleitarte con las vistas. 

Y aquí mi madre, la más lista, dijo... el que fue a Geiranger perdió su silla

Y con este día ponemos fin a los fiordos por Noruega. De nuevo volvemos en el ferry a Hellesylt y  a esperar el autobús que nos llevará hasta Trodheim. Aprovecharemos la noche para viajar, nos esperan dos días de no tocar cama hasta Estocolmo!!! Menos mal que viajar de "noche" tiene cosas tan buenas como ver el cielo así a la 4 am

Alojamiento recomendado :
- Hellesylt : Hellesylt Vandrerhjem

Trodheim

Trodheim fue la primera capital vikinga de Noruega, fundada por Olav Tryggvason en el 997, aunque esto no duró mucho tiempo. Hoy en día, es la tercera ciudad más grande de Noruega, y es además ciudad universitaria con un montón de rincones por descubrir. Nosotros pasaríamos el día entero allí, hasta que por la tarde saliera nuestro tren para continuar la ruta hasta Estocolmo. Fue una ciudad que nos sorprendió mucho, y supongo que también ayudo a pasar un gran día el que nos encontráramos que había montada una feria medieval, lo que ambientaba aún más a esta ciudad que guarda muchos vestigios de esta época, como la Catedral de Nidaros, la mayor contrucción medieval de Escandinavia y uno de los puntos fuertes de esta ciudad.

Reconozco que soy muy fan de este tipo de ferias medievales, con sus puestos de artesanía y cosas típicas del lugar, en la que inevitablemente algo mercamos.

Después de recorrer los puestos y ver alguna que otra representación, nos dirigimos hacia Gamble Bybro, el "puente de la ciudad antigua", o también conocido como el portal de la Felicidad. Aquí nos encontramos con una de las imágenes más típicas de Trodheim, las casas de madera de colores suspendidas sobre pilares a lo largo del río Nidelven.



Al otro lado del puente se encuentra el antiguo barrio de Trodheim, Bakklandet, lleno de pubs y bonitos restaurantes, otro agradable paseo que encontramos en la ciudad. En la parte alta de este barrio, sobre una colina se encuentra la fortaleza de Krinstiansten, desde la que se obtienen unas bonitas vistas de la ciudad.

 Algunos lo pasan como niños, y luego dicen que una no para...

De camino a la fortaleza nos encontramos con algo muy curioso y es el primer elevador de bicicletas del mundo!!! Sí, a falta de energía para subir la empinada cuesta o simplemente por comodidad, estos noruegos han sabido ponerle solución. Fue gracioso ver como algunos turistas fracasaban en el intento, mientras que los habitantes de Trodheim lo hacían con naturalidad y facilidad. Será cuestión de cogerle el tranquillo...

Y así ponemos fin a nuestro día en Trodheim, una parada que pondría como obligatoria a todos los que lleguen hasta aquí. Nosotros con esta ciudad decimos adiós a Noruega y ponemos rumbo a Estocolmo, última ciudad de este viaje.

Todos para uno, y uno para todos
To be continued...
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