Masa quebrada

¡Hola, caracolas! Llega de nuevo un nuevo jueves, qué rápido pasan las semanas. Pero hoy es un jueves diferente, hoy os traemos parte de una receta, y es que ésta complementa a la siguiente receta que publicaremos la semana que viene. He decidido hacerlas por separado por si en algún momento queréis recurrir a ella y no os acordáis en qué entrada la habíais leído, además que así la entrada no es tan larga.
Me gustaría enseñaros cómo hacer una perfecta masa quebrada casera, que os servirá para hacer todo tipo de recetas, desde una rica tarta de manzana a tartaletas de frutas o incluso tartaletas saladas.
La masa quebrada o pasta brisa, como también la conoceréis, es una de las masas que más se usan en la repostería y aunque no lo creáis, es muy fácil de hacer, es una de mis favoritas.
Hay muchas maneras de hacer esta masa, que si con más grasa, un poco de agua, con huevo, sin huevo, con azucar, sin azucar, y un largo etcétera. Pero ésta es la que nos ha dado mejores resultados.

Ingredientes:

• 150gr de Harina de Trigo

• 75gr de Mantequilla fría en dados

• 1 Huevo

• 1 Cucharada de azúcar glas (opcional)

• 1 Pizca de Sal

Con estas cantidades que os he indicado tendréis suficiente para hacer una buena tarta de manzana o unos 9 o 10 tartaletas, según el tamaño. Si queréis hacer más lo único que tenéis que hacer es doblas la cantidad. Yo en este caso he hecho tartaletas dulces, porque como os he dicho antes, ésta se complementa con la próxima receta, pero si las vais a usar en una receta salda, lo único que tenéis que hacer es no incluir el azúcar y listo.
Una vez lo tengamos todo preparado en un recipiente mezclaremos con las manos el harina con la mantequilla en dados hasta que veáis que coge una textura como de galleta desmenuzada.


Mucha gente lo que hace primero es mezclar todos los ingredientes y al final añade la harina, pero de esta forma lo que hacemos es que la mantequilla aísle el gluten de la harina de los ingredientes húmedos, ya que si no la masa se volvería más elástica y no queremos eso.
Una vez tengamos bien mezclada la mantequilla con la harina, es hora de echar el huevo, el azúcar y la pizca de sal y seguimos mezclando con las manos hasta que todo esté ligado. Evitad trabajar la masa en exceso, porque si no se nos quedará muy dura.

Seguidamente haremos una bola, taparemos el bol, o si no tenéis espacio en la nevera, la misma bola con papel film, y lo dejaremos reposar en la nevera durante unos 30 minutos o una hora. 
Cuando ya tengamos la masa fría, antes de empezar a trabajarla, pondremos el horno a precalentar a unos 180º o 200º.
Esparciremos una pizca de harina sobre donde vayamos a trabajar la masa, para que no se pegue, y con la ayuda de un rodillo la extenderemos sobre la superficie con un grosor de unos 3 milímetros más o menos, que no sea muy gruesa pero que tampoco sea muy fina porque se nos podría romper. 
Si lo que queréis hacer es la base para una tarta, expandir la masa mas o menos del tamaño del recipiente donde la vayáis a hacer. Enrollar la masa en el rodillo y luego extenderla sobre el recipiente debidamente engrasado o con papel de hornear, sino luego será imposible sacarlo de vuestro molde. Cuando la tengáis bien colocada sólo tenéis que recortar los sobrantes. Si lo que queréis hacer son tartaletas, podéis ayudarnos con un vaso o con un cortador circular, intentad siempre que sea más grande que el circulo de vuestros recipientes, ya que si no se os quedará corta, si no siempre podréis añadirle recortes. Espero no haberos hecho un lío.

Para que no suba la masa y se quede uniforme, debéis pinchar con un tenedor la base y los bordes un poco, e incluso, a demás de eso, podéis poner por encima papel de cocina y algunos garbanzos. Si queréis podéis guardar los garbanzos que utilicéis en algún bote, de manera que podáis usar los mismos cada vez que vayáis a hacer esta masa o cualquier otra receta que necesite el mismo proceso.
Ahora meteremos nuestro molde con la masa en el horno durante unos 20 minutos, fijaos que esté doradita. Si tocáis con un pincho los bordes o la base y veis que no está duro, dejadlo un poco más, si no por dentro se os quedará un poco crudo. No importa que se dore un poco de más, queremos que se quede crujiente.

Y listo, ya tendremos una rica masa quebrada para hacer nuestros canapés, una rica tarta de manzana o de frutas, o incluso la receta que publicaremos la semana que viene.
Esperemos que os haya gustado y recordad que si tenéis alguna otra manera de hacerla, comentéis. Estaríamos encantadas de oir vuestras aportaciones y mejorar cada una de las recetas que publiquemos.
¡Un saludito y hasta el próximo jueves!