Revista Ciencia

Matar una discusión (3). No cuestiono aquello con lo que estoy de acuerdo.

Publicado el 19 diciembre 2014 por José Luis Ferreira
Matar una discusión (3). No cuestiono aquello con lo que estoy de acuerdo.
En una ocasión de tantas en que converso sobre si la Economía es una ciencia e incluye proposiciones objetivables o si (casi) todo en ella es ideología, mi interlocutor, que tiraba más bien por esto último, me saca como prueba un artículo periodístico. La discusión siguió así:
-Interlocutor: Joer, acabo de leer un artículo de Jordi Muixí Rosset, que no sé si será tachado de magufo igual que Vincent Navarro, pero que le viene al pelo a esta discusión: http://elpais.com/elpais/2012/03/02/opinion/1330696540_144641.html 
-Yo: Me encanta el espíritu crítico con el que se aceptan o rechazan las cosas. Lo que no sé es qué tiene que ver todo esto con la conversación sobre si la Economía es una ciencia. 
-Interlocutor:¿No sabes qué tiene que ver? ¿No iniciaste tú un debate acerca de si se podía considerar ciencia a la Economía? Pues mira por donde, en el artículo dice literalmente:
“De lo mucho que se ha hablado hasta ahora de la crisis económica hay dos aspectos que resultan sorprendentes: el tratamiento de la economía como una ciencia pura que no admite discrepancias y su carácter aséptico, desvinculado de cualquier ideología.”
Que viene a coincidir bastante con lo que tú defiendes en ese debate. Supongo que el que ha escrito el artículo también es un magufo, aunque dice en él verdades como catedrales de grandes. Pero nada, tú sigue intentando convencernos del tratamiento de la economía como una ciencia pura que no admite discrepancias, de su carácter aséptico y desvinculado de cualquier ideología. 
-Yo: Lo que veo es que estás aceptando acríticamente cada frase del texto. Y no, yo no he dicho en ningún lugar que no haya discrepancias. He dicho que hay consensos en unas cuantas cosas, y que están basados en el mejor hacer científico, desde gente de izquierdas (Roemer, Krugman,..) hasta gente de derechas (Mankiw, Friedman,...). Fuera del consenso hay discrepancias, algunas académicas, otras, ideológicas. Posiciones contrarias a ese consenso no están basadas en nada. Esas son las que he denunciado de Navarro. Ahora tú entiende lo que quieras. 
-Interlocutor: Eso de que lo acepto acríticamente, ¿lo intuyes o tienes constatación experimental y científica de ello? 
-Yo: Constato que lo has difundido como relevante sin criticarlo. 
-Interlocutor: En cuanto a lo de criticar el artículo... ¿por qué tengo que criticar algo con lo que estoy plenamente de acuerdo?
Este es el punto en que la discusión está muerta. Me dieron ganas de contestar "porque el que tú estés de acuerdo con algo no es el criterio por el que se validan las afirmaciones" o algo por el estilo. Normalmente dejaría aquí la conversación, con esa pregunta antiescéptica resonando en los oídos de todos los que nos estuvieran oyendo y que sabrían entender esto tan sencillo sin que lo tuviera que hacer explícito. En lugar de eso añadí esto, que más suave:
-Yo: No tienes que hacerlo si no quieres, pero se esperarían razones para sostener cada una de las afirmaciones. Tú verás con lo que quieres estar de acuerdo. Pensaba que éramos escépticos.
Tampoco que importara. La conversación no siguió. Ya estaba muerta.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------Hace tres años en el blog:  La Tierra es plana, pero la homeopatía no es medicina.Hace cinco años en el blog: El teorema de Dostoyevski y el libre albedrío.
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