Revista Cultura y Ocio

“Matilda. La niñera mágica”, de Christianna Brand (seudónimo)

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

«Cuanto menos me aceptan —dijo la Niñera Matilda—, más me necesitan. Este es mi método de trabajo. Solo elijo quedarme en una casa cuando los niños no me quieren pero me necesitan. No me marcho hasta el momento en que ya me quieren pero no me necesitan.»   [Pág. 25]

“Matilda. La niñera mágica”, de Christianna Brand (seudónimo)

Cubierta de: ‘Matilda. La niñera mágica’

Seguramente los que lean esta reseña habrán visto la película La niñera mágica protagonizada por la actriz Emma Thompson. Pues bien, tengo que decir que hasta hoy, el libro en que está basada la película no se había publicado en español y ha sido Ediciones Siruela en su magnífica Colección Las Tres Edades quién lo ha hecho realidad publicando en un solo volumen las tres historias escritas por Christianna Brand entre 1964 y 1974 (La niñera Matilda, La niñera Matilda en la ciudad y La niñera Matilda en el hospital), ilustrados por su primo Edward Ardizzone.
Para los que seguimos con interés las publicaciones de Siruela el nombre de Christianna Brand no nos es desconocido, pues en 2017 la editorial publicó La muerte espera en Herons Park, su novela más famosa y calificada en su momento como la última joya de la Edad de Oro de la ficción detectivesca.

“Era muy fea. De hecho, ¡era la persona más fea que cualquiera hubiese visto en su vida! Su pelo era un raspón apretado en un moño que le abultaba en la parte de atrás de la cabeza, como el mango de una tetera. Tenía el rostro redondo y lleno de arrugas, y los ojos negros y resplandecientes como el botón de un botín. ¡Y qué decir de aquella nariz! Aquella nariz asemejaba no una, sino dos patatas. Llevaba un rancio vestido negro abotonado desde lo alto del cuello hasta lo bajo de los botines de botones. Rancia era también la chaqueta negra que vestía, y rancio era el sombrerete negro que llevaba en la cabeza, todo envuelto en un tocado de temblorosas cuentas de azabache. Lo que más resaltaba del conjunto era aquel moño semejante al mango de una tetera que le sobresalía de la parte trasera de la cabeza. Sujetaba una maletita marrón y un bastón negro tirando a grandote. Una expresión de fiereza marcaba aquel rostro redondo, arrugado y parduzco.
Sin embargo, lo que más llamaba la atención era el diente que le asomaba como una lápida sobre el labio
inferior. ¡Jamás, en toda vuestra vida, veréis un diente igual!”    [Pág. 23]

Y la niñera mágica no podía ser de otra manera para corregir la actitud extremadamente traviesa de los hijos del Señor y señora Brown (en la película no aparece la señora Brown) que habían hecho renunciar de sus funciones a todas las institutrices, niñeras, nodrizas y sirvientas que estaban en la casa en ese momento. No es para menos, yo he contado veintitrés hijos –y seguro que me dejo alguno– que los propios padres designan por grupos: los Mayores, luego los Medianos, los Pequeños y, por último, los Más Pequeños. Y, por supuesto, el Bebé. ¡Ah! se me olvidaba y dos perros Azúcar y Pimienta.

Hay mil situaciones divertidísimas en el libro pero quiero resaltar la del día en que los niños decidieron traspasar la puerta del tapete, que era la puerta que separaba la zona de la casa de los señores de la zona del servicio. Habían pasado unos días anteriores tranquilos, pero esa tranquilidad se tornó beligerancia. Atravesaron la puerta y en la cocina hicieron mil travesuras y la consecuencia fue que el bando del servicio formado por Largo el mayordomo, Fogón la cocinera, Celeste la doncella francesa, Ellen la sirvienta y las criadas Alice-y-Emili y la pequeñaja Evangeline se armaran de cacerolas, sartenes, el rodillo de amasar y demás utensilios culinarios. La batalla termino en el estanque con una autentica lluvia de gelatinas y cremas por no mencionar las escobas y los mochos. Pero para saber el final, tendréis que leerlo en el libro.
O las travesuras de los niños con su tía abuela Adelaida Flato  que puso en vilo su herencia para los  Brown.

«Los cuentos que tenemos aquí deberían colocarse en la estantería al lado de Mary Poppins La señora Doubtfire».  [The Washington Post]

Y Adelaida Flato es también la protagonista de la segunda de las historias La niñera mágica en la ciudad, pues el matrimonio Brown se va de vacaciones y manda a los niños, los veintitantos más algunos adoptados, a Londres a casa de la tía abuela Adelaida que vive con Evangeline –tendrás que leer la primera historia–, la cual, “de muchacha risueña se ha convertido en una niña pedante, horrible y rechoncha. Justo lo que deseaba la tía abuela Adelaida.” [Pág. 130]
Conoceréis a la señorita Gamba, institutriz, al profesor Schnorr, al mayordomo Gumble y a la criada Violín y de nuevo a la Niñera Matilda. Visitarás el Museo de Cera de Madame Tussaud con su Cámara de los Horrores, y asistirás a una fiesta en la casa del la tía abuela Adelaida y muchas, muchas aventuras más. No te lo pierdas.
Ya no os voy a contar más. Me gustaría que lo leyerais pues es tremendamente divertido. Solo os diré que en el tercer y último libro, son llevados al hospital después de una broma que salió mal.

«La Niñera Matilda, en cambio, había desaparecido»

Sinopsis de la editorial:
Por primera vez en castellano, este volumen reúne los tres relatos que cuentan las travesuras de los hermanos Brown. Incansables e ingeniosos, encuentran siempre nuevas formas de romper las normas, hasta que entra en escena Matilda, una niñera que es distinta a todas las demás y posee una magia muy especial… Sucederán entonces cosas tan disparatadas que superarán la imaginación de los pequeños al tiempo que les revelarán un mundo que cambiará sus vidas para siempre.
Publicadas originalmente en Inglaterra entre 1960 y 1970, las historias de esta peculiar protagonista son ya consideradas clásicos de la literatura infantil; han sido llevadas a la gran pantalla en más de una ocasión, y han asombrado y cautivado a lectores de todas las edades.

Lee y disfruta un fragmento del libro.

“Matilda. La niñera mágica”, de Christianna Brand (seudónimo)

Christianna Brand

La autora:
Christianna Brand nació como Mary Christianna Milne (Malasia británica, 1907-Londres, 1988), además de escritora, tenía una serie de ocupaciones diferentes, incluida la modelo, bailarina, dependienta e institutriz. Brand también escribió bajo los seudónimos Mary Ann Ashe, Annabel Jones, Mary Brand, Mary Roland y China Thompson. Christianna Brand fue presidenta de la Crime Writers’ Association de 1972 a 1973. Escribió novelas de misterio y tres cuentos para niños protagonizados por Matilda, que inspiraron la película La niñera mágica, con Emma Thompson y Colin Firth.

El libro:
Matilda. La niñera mágica (título original: The Collected Tales of Nurse Matilda. Nurse Matilda, Nurse Matilda goes to town, Nurse Matilda goes hospital, 1964, 1967, 1974) ha sido publicado por Ediciones Siruela en su Colección Las Tres Edades). Ilustraciones de Edward Ardizzone. Traducción del inglés de Sara Cano. Encuadernado en tapa dura sin sobrecubierta, tiene 338 páginas.

Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.

Como complemento, y aunque no se ciñe a la novela, pongo el trailer de la película La niñera mágica protagonizado por Emma Thompson y Colin Firth.


Para saber más:
Christianna Brand en Wikipedia.


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