Máximo Pradera

Nieto de uno de los fundadores de la Falange Española, este periodista madrileño nos ha regalado perlas de solidaridad y compromiso, términos ampliamente utilizados por cierta parte de quienes se consideran progresistas, en distintos medios: Por una parte cuando en Onda Cero se dirigió a Antonio Naranjo en términos, cuando menos, curiosos: “es la segunda vez que me faltas el respeto, a la segunda te tendré que arrancar la cabeza“.

La tendencia a tales excesos es bastante propia de la izquierda. El Sr. Iglesias, de Podemos, afirmó que en vez de dialogar con esos fachas de ciertos programas de televisión, como los de Intereconomía, mejor iba y les “rompía la cara”, considera criterio normal “me robas la mesa de mezclas, te rompo la boca” y encuentra justificaciones políticas tras los asesinatos de ETA.

Resulta curioso que, si alguien de ideología contraria a la que se considera por parte de estos individuos políticamente correcta, sostuviese un discurso mínimamente comparable a los que se recogieron textualmente más arriba, el escándalo salpicaría los medios afines a su criterio con tante virulencia como desprecio hacia formas de opinión distintas.

El Sr. Pradera nos ha deslumbrado en fechas recientes con un “tuit” curiosísimo, relativo al reciente accidente de aviación sufrido por el Airbus 320 en el que fallecieron ciento cincuenta personas: “El copiloto no era solo un depresivo. Era un neurótico obsesivo. Pero lo peor es a quién han permitido los alemanes pilotar Alemania”. En primer lugar, el término “neurótico obsesivo” se corresponde con un diagnóstico médico, sustancialmente distinto a la depresión y a la ideación psicótica que se sospecha padecía el joven copiloto. en segundo lugar, no pinta nada la referencia a la Sra. Merkel que, por cierto, está ocupando su puesto por la voluntad salida de las urnas, que parece no merecer el mismo respeto dependiendo de a quien hayan favorecido los resultados. Cosas de la Izquierda.