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Mayhem, furia laboral

Publicado el 06 octubre 2017 por Patrick Bateman @CinefiliasO

Mayhem, furia laboral


Otro director que no es la primera vez que presenta una película en el Festival de Sitges es Joe Lynch, en 2014 presentó Knights of Badassdom en el certamen. En esta ocasión, Mayhem es su nueva gamberrada con la que nos deleita. Una anárquica y disparatada comedia negra que como leitmotiv utiliza a los lobbys o ejecutivos sin escrúpulos en combinación con un peligroso virus.
Lynch da una vuelta de tuerca al género zombie/infectados con la intención de no caer en los tópicos del subgénero, por lo menos, no todos. La verdad, es que le ha salido mucho mejor de lo esperado, pues la premisa con la que comienza el film está ya muy desgastada.

Mayhem, furia laboral
Un virus que impide controlar los impulsos es detectado en un bufete de abogados que acaba de librar de un cargo de asesinato a un infectado. Con el edificio en cuarentena, se desata un verdadero infierno en el interior. Mientras, un empleado que acaba de ser despedido y una clienta furiosa deberán luchar para llegar a la planta de ejecutivos, en un desesperado ascenso a contrarreloj.

Dicho así, suena típico. Pero Lynch utiliza el virus reversible como detonante, no como materia prima de la historia. El gobierno ya tiene el control y la correspondiente vacuna ¿Entonces cuál es el problema? Pues que tarda más de una jornada laboral en revertir el efecto de la infección, y tal como están los ánimos de caldeados el día que el virus entra en la oficina, la cosa promete ser un desmadre, y vaya que sí lo es.

El virus altera la hormona del estrés del sujeto hasta el punto de afectar su identidad, los diversos efectos son impredecibles, pero los conduce a no controlar sus actos en todos los ámbitos. Pueden ir desde matar a tu compañero de cubículo hasta fornicar compulsivamente con tu secretaria, con lo que el festín en unas oficinas donde reina la envidia laboral, el espectáculo está servido.

Matias Caruso, guionista de algunos cortometrajes, debuta con éste primer guión en el mundo del largometraje. Original lo que se dice original no es, pues viene a ser una mezcla entre Bloodsucking Bastards y la reciente The Belko Experiment. Sin embargo, la película es entretenida y tiene buenos puntos de humor negro que bien merecen un visionado.

Mayhem, furia laboral
El nivel de violencia puede contentar con creces a los menos exigentes, puede que algún espectador sediento de muchísima hemoglobina se quede con ganas de un poco más explicitud en las secuencias violentas que se salen de plano. Pero la imaginación también cuenta, a mí me ha parecido que el resultado está perfectamente equilibrado entre su parte más crítica/argumental con las secuencias de violencia que tampoco se cortan ni un pelo en enseñar. En la trama, podemos hallar algún golpe de efecto que puede llegar a sorprender al espectador, al fin y al cabo, es una película donde la traición no es algo que escasea.

Con una buena factura técnica, especialmente una fotografía contrastada y de intensos colores para resaltar la sangre que impregna tanto a las víctimas como a los asaltantes, la película se desarrolla en un 'formato' de videojuego por niveles, el objetivo es llegar al nivel más alto de la empresa y hacer frente al jefe final, el director. De manera, que la película va in crescendo en todos los aspectos.

Los personajes están bastante bien presentados todos ellos, pero el protagonismo, por tanto el grado de empatía son para el personaje de Derek Cho interpretado por Steven Yeun (Okja) al que le acabas cogiendo aprecio, dentro de todos los cabrones que hay al mando, él es realmente bueno con los demás. El personaje de Melanie Cross interpretado por Samara Weaving acaba siendo la pareja de 'baile' de Cho, ambos forman una pareja casi tan letal como la de God Bless America. Mayhem es una rabiosa propuesta perfectamente equilibrada entre la violencia visual y la verbal, porque no de imágenes vive el ser humano.

Mayhem, furia laboral


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