Revista Cine

Maze Runner: Correr o Morir. ¿Un punto a favor de la causa?

Por Cinéfilo Criticón @cinefilocritic

Han pasado 3 años desde que Harry Potter derrotó a Lord Voldemort y sus fuerzas oscuras, dándole fin a una de las sagas cinematográficas más exitosas no solo de la década pasada, sino de todos los tiempos. A su final (junto al final de la saga “Crepúsculo”), muchas adaptaciones de libros juveniles han intentado surgir aprovechando la situación de ya no tener a estas sagas acaparando al público, y así poder crear su propia franquicia, pero no todo ha salido como las productoras quisieran.

Con excepción de “Los Juegos del Hambre” y “Divergente”, ninguna otra entrega ha podido ser lo suficientemente exitosa para poderse abrir camino en el cine, y además las críticas en casi todas han sido bastante duras, aunque merecidas; y si a esto le sumamos la gran moda que hoy representan las películas de superhéroes, el panorama se nubla de manera terrible para cualquier intento de nueva saga cinematográfica.

Salida Laberinto

Bajo estas circunstancias se estrena “Maze Runner: Correr o Morir”, basada en el Best-Seller de James Dashner que nos cuenta la historia de Thomas, un chico que llega a través de un ascensor a un área llena de chicos de su edad más o menos (todos hombres), donde no hay salida posible. La única salida aparente es a través de un laberinto que se encuentra en el lugar, el problema es que este laberinto cambia constantemente y este lleno por las noches de unas criaturas asesinas llamadas penitentes, que atacan a los habitantes, en caso de que encontrarlos en el laberinto. Pero a partir de la llegada de Thomas (y un visitante más), las cosas dentro del área y el laberinto comienzan a cambiar, lo que provoca que los habitantes tengan que encontrar una manera de salir rápido del lugar, o peligro de muerte.

A decir verdad, fui con muy pocas expectativas a ver esta película: los libros no me terminaron por agradar del todo y el final es decepcionante a mas no poder (o al menos ese fue mi sentir) y nunca sentí conectar bien con algunos de los personajes principales, incluso algunos llegue a detestarlos, por eso no me sentía muy animado con ver esta entrega; pero dada la natural falta de opciones en estos momentos (hay que esperar a Noviembre cuando Christopher Nolan nos lleve al espacio con “Interestelar”), decidí darle una oportunidad al filme. Y mi resultado final es mejor de lo esperado.

Laberinto

Como podrán ver en el tercer párrafo, no hay nada nuevo en la historia: es el típico cuento del “Elegido”, alguien que, sin proponérselo, empieza a cambiar las cosas en el lugar, ganándose algunos amigos y, de paso, enemigos, mientras haya la manera de solucionar un problema que aparentemente los otros (con más experiencia o mayor conocimiento de él) no pueden. Es algo visto en los últimos años y por lo que parece sigue siendo un concepto adaptable, dado la enorme cantidad de películas que han salido con esta trama a través de los años, pero hay que saber reconocer que, dentro de sus limitaciones, “Maze Runner” verdaderamente sale airoso de la situación. Sí, hay cosas que cambian con respecto al libro pero es algo que tiende a ser inevitable en adaptaciones y muchos de esos cambios, lo crean o no, vienen a mejorar la historia que comentan. Uno no llega a sentirse del todo aburrido y por lo menos los primeros 90 minutos la película se desarrolla en buena forma.

Otro aspecto a favor de la película son las actuaciones: no son grandes actuaciones (ni son grandes personajes), pero si lo suficientemente buenas como para resultar algo creíbles; por ahí se encuentran un par de actores que no dan el ancho, pero los demás se desenvuelven lo suficiente para creerles la situación.

the_maze_runner

Y en cuanto a efectos especiales, no hay mucho que decir: es un presupuesto pequeño (cosa que era de esperarse, dado que es el inicio de una nueva saga), pero le saben sacar el suficiente provecho. No son espectaculares, pero se nota el esfuerzo porque se vean bien. Las escenas en los laberintos son lo mejor de la película sin lugar a dudas. Hasta ahí todo bien, parece que estamos ante una buena entrega a la que no hay que achacarle nada, pero también hay que verlo como adaptación y es ahí donde más o menos se topa conmigo.

El primer punto es que los personajes, con excepción de Thomas (Dylan O’Brien) y Gally (Will Poulter), no están bien perfilados con respecto al libro, siendo los personajes de Minho, Newt y Teresa quienes se llevan los peores palos, ya que en vez de tener las características con los que podías identificarlos, aquí son simplemente estereotipos de gente dura que ha pasado por muchas cosas. Esto viene siendo problema porque crea uno peor, las interacciones que el personaje de Thomas tenía con los demás, ya que ninguna se refleja tal y como viene en los libros (de nuevo, con excepción de con Gally), pero incluso haciendo a un lado los libros, uno no siente que se esté relacionando bien con nadie, ni siquiera con Chuck que en el libro era con el que más apegado estaba.

Correr o Morir

Otro punto en contra son los penitentes: su diseño es genial, pero nunca queda en claro cuál es su método de funcionamiento; mientras que en el libro parecían criaturas misteriosas que podían actuar de manera inteligente, aquí son solo unos brutos que matan por doquier.

Pero el punto de mayor problema es el final: como dije, la película se maneja bien en los primeros 90 minutos, pero en la última media hora es donde falla de manera terrible y, para acabarla, expone algunas deficiencias con respecto al libro. Solo puede decirles que, en comparativa a como se manejó la historia al principio, el final lo sentí fuera de lugar.

En líneas simples, es una película decente, quizás no es la gran cosa en comparativa a otras que he visto en el año, pero considerando que no esperaba nada en esta entrega, he de admitir que salí bastante sorprendido con lo que vi. ¿Será la próxima gran saga ahora que lleguen “Los Juegos del Hambre” a su fin y será competencia de “Divergente”? El tiempo (y la taquilla) lo dirá con el tiempo.


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