Me apunto a un bombardeo

A todo, a cualquier cosa que me digan allá voy. Y claro, luego pasa lo que pasa. Que llego y digo: ¿pero yo para qué he venido a ésto?.

Lo del bombardeo tampoco es que sea literal porque es escuchar un petardo por la calle y casi tener que llamar al 091 por un infarto. Así que a un bombardeo no creo que me apuntara. Pero a todo lo que no tenga explotidos allá que voy.

La mayoría de las veces merece la pena apuntarse, a lo que sea, porque conocer cosas y gente nueva viene bien. Es necesario.

Pero otras veces te ves de repente en un sitio y piensas ¿por qué XXXX he venido yo hasta aquí?

Por ir no pasa nada, siempre puedes darte la vuelta por dónde has venido. El otro día me pasó eso en una supuesta reunión de blogueros profesionales en Madrid.

Después de ver en redes sociales que la cosa tenía buena pinta y prometía ser algo especial decidí apuntarme. Me hacía ilusión ir, conocer a otros bloggers, aprender algo.

Parecía que iba a ser una cosa seria, organizada y supuestamente profesional. Anunciaban que iban a estar 200 marcas para que pudieras intercambiar ideas, todo con vistas a ser esponsorizada. En mi caso esto no era lo que me importaba porque realmente no quiero “vender” mis opiniones porque entonces dejaría de tener gracia escribir un blog. Pero bueno, yo voy y a ver si conozco gente interesante… no sé. A ver si me dan muestras de algo jajaja.

Lo siguiente era una conferencia de cómo rentabilizar tu blog y luego daban unos premios. Tampoco aquello me llamaba la atención, la conferencia un poco más porque a lo mejor aprendía algo y a aprender siempre estoy dispuesta. Lo de los premios lo daba por perdido porque siempre sospecho que los premios (sean los que sean) están comprados. Pero bueno, daban una revista donde iba a salir mencionado el blog y eso sí me hacía ilusión la verdad. Era en el Palace, que eso también tiene su punto de glamour y una es muy novelera.

Pues… ya que estoy en la puerta…entro

Total, que me fui el fin de semana a Madrid con ilusión, ya el día antes empecé a ver opiniones contradictorias y se me fueron quitando las ganas, pensé hasta no ir, pero… bueno, por probar, total ya estaba en Madrid.

Y fui. Afortunadamente un poco más tarde de la hora de inicio. Aquello era una reunión de gente errante que no sabía para dónde tirar. Una desorganización tremenda. Las 200 marcas… en fin, no estaban. La gente sentada esperando la conferencia porque no tenían más que hacer. Mucha egoblogger (las chicas que hacen un blog poniendo fotos de lo que se ponen cada día), que no tengo nada en contra de ellas pero no tienen nada que ver conmigo.

Había tres (creo) stands donde las peinaban y hacían tratamientos faciales. A ver, yo es que ya iba peinada y con la cara maquillada. Por cierto, iba monísima, nada que envidiar a las blogueras de moda que parecía que iban a la boda de Lady Di, la verdad. Total que di una vuelta por ahí y me fui para casa. Me llevé la revista pero no me hizo ilusión, la verdad, porque era un panfletito que no iba a leer nadie. Pero bueno…

Resulta que todo este desastre era para vender unos cursos, caros y de contenido (en mi opinión) bastante escaso porque tiene pinta de ser un copia/pega de Google.

En resumen: si Wloggers (era el nombre del evento) os quiere vender una maravilla no os lo creáis, venden humo. Y para vender humo ya tengo a mi jefe.

Me fui a pasear por Madrid, que hacía sol. Afortunadamente mis amigas estaban allí también para celebrar el cumpleaños de una de ella y pasé un fin de semana genial. En buena compañía, divertido y con mucho cariño. Eso es lo importante.

Hay que apuntarse a todo, que de todo se aprende.