Revista Diario

Me, myself & fear...

Por Yopo
No tengo miedo a muchas cosas, pero desde esta noche me temo a mí mismo. Bueno, quizás sea un poco exagerado con esta afirmación tan categórica, pero un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando me desperté en medio de la noche, con secuelas palpables, y pensé en lo que acababa de hacer inconscientemente.
Se dice que los sueños, sueños son, pero ahora ya no estoy tan seguro de ello. Está claro que el mundo onírico es tan sólo una fugaz representación de nuestra mente, un mecanismo de nuestro cerebro para no dormirse en los laureles. Pero, ¿qué pasa cuando los sueños se convierten en realidad? Mejor dicho, ¿qué ocurre cuando despiertas de una pesadilla y has sufrido daños de verdad? Pues yo os lo puedo contar, porque he tenido un pesadilla así, que se ha convertido en realidad.
En mi sueño, yo era un especie de descerebrado que disfrutaba con el sabor de la sangre, un loco de atar que se mordía su propia la lengua. En una de esas acometidas contra su propio ser, contra un indefenso apéndice de su cuerpo, me desperté. Percibí al instante un sabor férrico en la boca, que no era otra cosa que sangre. Sí, me había mordido la lengua en sueños, pero también en realidad, obedeciendo a mi alter ego onírico al que, sin embargo, trataba de frenar. Nunca me había ocurrido algo tan extraño. Nunca había experimentado esa sensación de impotencia, tal vez porque nunca había necesitado impedir lo que acontece en los sueños. Y me dio miedo...
Miedo por no poder controlarlo. Miedo al pensar si no seré un perturbado mental en potencia, y estarán aflorando mis instintos a través de los sueños. Miedo de mí mismo, y miedo a soñar que me caigo por un precipicio. Cerraré bien las ventanas antes de irme a la cama...

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas