Revista Espiritualidad

Meditación Luna Llena JULIO 09/07/2017 – DECIR ADIÓS A LO VIEJO PARA DAR PASO A LO NUEVO

Por Estaryser @ESTARySERweb
Meditación Luna Llena JULIO 09/07/2017 – DECIR ADIÓS A LO VIEJO PARA DAR PASO A LO NUEVO

Meditación con ofrenda

MEDITACIÓN A DISTANCIA A LAS 21.00 HORAS

Para realizar en círculo con otras personas o en solitario manifestando la intención de unirse a uno de los círculos que realizan la meditación en la distancia.

Meditación Luna Llena JULIO 09/07/2017 – DECIR ADIÓS A LO VIEJO PARA DAR PASO A LO NUEVO

Vestidos de blanco, si se puede.

Si la meditación no se realiza al aire libre preparar un altar en el que deben estar presentes los cuatro elementos: Tierra, Agua, Aire y Fuego.

Una vela blanca encendida delante de cada uno y otra en el centro del círculo.

Que se coloquen en el interior del círculo aquellas personas que no están acostumbradas a este tipo de meditación.

PARA LA OFRENDA:

El cuarzo que ha acompañado tu proceso evolutivo durante todo el año, para entregarla a la Madre Tierra. Si no tienes ese cuarzo o es la primera vez que realizas estas meditaciones servirá cualquier cuarzo, proyectando en él la intención de que absorba la información de tu proceso evolutivo de este último año.

Un papel en el que escribirás lo que tu alma anhela dejar atrás.

Lo descubrirás durante la meditación.

Si no puedes realizar esta meditación al aire libre o en la naturaleza, necesitas también

una maceta con una planta viva, para realizar en ella la ofrenda.

DECIR ADIÓS A LO VIEJO PARA DEJAR PASO A LO NUEVO

Un año más decimos adiós a lo que deseamos dejar atrás en nuestras vidas, para que nuestra energía se renueve y demos paso a todo lo que está por llegar, el año lunar que pronto comenzará.

El adiós hay que decirlo desde el corazón, comprendiendo la función que desempeñó todo lo que abandonamos. No podemos dejar atrás cosas o situaciones que pertenecen a otras personas, pero sí podemos desapegamos de todo ello, dejando que cada cual asuma su parte y tome sus propias decisiones. Únicamente podemos ocuparnos de lo que nos compete: todo lo que tiene que ver con nosotros directamente.

Cuando movemos la energía para solicitar ayuda a la Tierra, a los guías espirituales o al universo debemos hacerlo con responsabilidad, comprendiendo que sólo podemos ocuparnos de lo nuestro, respetando el libre albedrío de los demás.

No pediré, por ejemplo, que alguien se vaya de mi vida, pero sí que yo adquiera las fuerzas y el coraje necesarios para apartarme de esa persona. Siempre con responsabilidad, asumiendo mi función creadora de mi propia vida y respetando la decisión creadora de los demás.

Podemos dejar atrás la tendencia a reaccionar de cierto modo, a pensar lo peor, a temer, a juzgar, a sentirnos víctimas. Podemos desapegarnos de objetos, situaciones o personas a los que nos sentimos atados, proponiéndonos confiar en nuestros propios recursos o en la sabiduría de la vida, que traerá hasta nosotros todo lo necesario para evolucionar y avanzar.

Podemos dejar atrás el estancamiento evolutivo que nos causa el creer que otros conocen nuestra verdad o son más sabios que nosotros mismos y proponernos recuperar nuestro poder personal, el que tal vez les cedimos sin querer.

Lo importante es que escuchemos al corazón antes de realizar la ofrenda, porque es el alma quien mejor nos guiará. Vamos a hacerlo durante esta meditación. La ofrenda la realizaremos al final.

Hoy concluye una etapa. Desde el año 2009, estas meditaciones siguen el Calendario de las Trece Lunas, según el cual el año acaba el 24 de julio. Esta es la última luna llena antes de ese día.

Para desprendernos de lo viejo y dejar paso a lo nuevo realizaremos una ofrenda a la Madre Tierra, con la intención de solicitar su ayuda para materializar ese propósito en nuestras vidas. Hoy le entrego a la Tierra todo aquello de lo que me desapego y le doy las gracias por su ayuda, porque sé que ella accede e impulsa con seguridad mi petición. Para realizar la ofrenda necesitarás las cosas que se describen antes del propósito.

Desde 1583, el mundo se rige por el calendario Gregoriano. Ese calendario se mueve en la frecuencia 12:60 (12 meses al año y 60 minutos a la hora). En él, las unidades con las que se mide el tiempo no son regulares. Unos meses tienen 30 días y otros 31, ó 28, ó 29 si se trata de un año bisiesto.

La frecuencia del tiempo natural es 13:20 (13 meses y 20 minutos). Ello nos permite contar el tiempo en ciclos lunares, que contienen cada uno 4 semanas de siete días, lo que da como resultado 364 días, más el Día Fuera del Tiempo.

El Calendario de las Trece Lunas nos devuelve el orden natural del tiempo: 13 lunas de 28 días, más el Día Fuera del Tiempo, que es el 25 de julio, un día destinado a la meditación, el agradecimiento y la celebración. Cada año, ese calendario permanece inalterable, porque todos los meses son de 28 días.

El día de año nuevo es el 26 de julio, que coincide con la salida de la estrella Sirio. De ese modo, el calendario de las Trece Lunas no sólo nos conecta con los ciclos naturales de nuestro planeta sino también con el resto de la galaxia.

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