Revista Cocina

Mejillones Nam-Jim

Por Pequemona
Los mejillones son algo que no me seduce, de hecho me dan hasta un poquito de asco desde que los tuve que dibujar y estudiar en las clases de biología en 1º de BUP. Me daban repelús con esos pelillos asomando... y me dije que nunca más me comería un bicharraco de esos. Pero como nunca puedes decir de este agua no beberé o este mejillón no me lo comeré, la vida me ha puesto a prueba varias veces mandándome señales en forma de molusco bivalvo, como aquella vez en la que Sergio y yo fuimos a una de estas ferias gallegas. Era el último día que estaban en el pueblo y empezaron a repartir raciones entre la gente de manera gratuita, que si pimientos de Padrón, que si lacón...¿y a qué no adivináis qué nos tocó a nosotros?  ¡Una ración de un kilo de mejillones al vapor! ¡Qué suerte la nuestra! ¡Casi me da algo!, pero claro, tenía que sonreír y dar las gracias a la señora que se quedó ahí un ratito parada a ver cómo degustábamos los primeros mejillones...¡qué mal rato! Por supuesto que no fuimos capaces de terminarnos semejante ración, aunque comimos alguno que otro engullendo el bicho sin masticarlo mucho para no parecer desagradecidos. El karma mejillonero se volvió contra mí... Años después fuimos a cenar a un restaurante asiático por nuestro aniversario y nos recomendaron probar el menú degustación. Cómo no, el primer plato del menú eran mejillones. De nuevo el karma del bichito naranja persiguiéndome. Cuando llegó el plato respiré aliviada, sólo era un mejillón, podía superarlo. "Sólo tienes que tragártelo, es un segundo", me dije, cerré los ojos y para dentro que fue, pero sucedió lo inesperado, ¡me gustaba, estaba rico!, ¡no daba crédito! ¿Sería que el karma mejillonero había conseguido su objetivo? ¿Me gustaban ya los mejillones? El misterio se resolvió pronto cuando volví a probarlos... Sólo me gustaban cocinados de aquella manera... Sabiendo que el destino me volvería a poner a prueba, decidí enfrentarlo yo sola y buscar esa receta mágica que consiguió que disfrutase por primera vez en mi vida de un mejillón. Así que busqué en la red la carta del restaurante y ahí estaban esos mejillones Nam-Jim que consiguieron conquistar mi reticente paladar y que os traigo hoy en forma de post. 
MEJILLONES NAM-JIM
Ingredientes para 2 personas: 2 mejillones de buena calidadPARA LA SALSA:3 dientes de ajo; el zumo de una lima y un poquito de ralladura;1 cucharada de azúcar moreno; unas gotitas de Tabasco;1 cucharada de salsa de pescado (de venta en tiendas asiáticas);2 tallos de cilantro picados, sin las hojas.
Mejillones Nam-Jim
Yo compré los mejillones ya cocidos a mi pescadero de confianza. Si sabéis que son de buena calidad os ahorran el trabajo de limpiarlos y de cocerlos. Vienen totalmente limpios, aunque yo los repaso un poco para evitarme sorpresas. Limpiamos los mejillones y los disponemos en un plato. Preparamos la salsa poniendo todos los ingredientes en el robot de cocina. Mezclamos y echamos la salsa por encima de cada mejillón. Metemos a la nevera y dejamos macerar como mínimo una hora para que cojan bien el sabor de la salsa. Pasado este tiempo servimos fresquitos pero no fríos, así que es aconsejable sacarlos unos minutos antes de servir para que estén en su punto óptimo.
Mejillones Nam-Jim
Tienen un sabor bastante potente, por eso con uno o dos por persona creo que es más que suficiente, sobre todo si se va a comer algo más, pero si os gustan mucho podéis usar la cantidad que os apetezca y doblar los ingredientes de la salsa. La receta original lleva chile, en su ausencia he usado Tabasco, pero podéis usar también guindilla o cayena. 
Mejillones Nam-Jim
¿Os animáis a probarlos?¡Hasta el próximo post!

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