EL POR QUÉ DE ESTE LIBRO. Tal vez la mejor justificación para reeditar este libro de Pedro González Blanco (Escritor y traductor) Pertenece a una saga familiar de escritores nacidos en Luanco (Asturias). Tras su estudios universitarios y andanzas por Madrid inicia un azaroso periplo existencial por Latinoamérica recala de nuevo en España para comenzar su carrera masónica (1930-1939) insertándose en la Respetable Logia La Unión del Gran Oriente Español (GOE) y radicada en los valle de Madrid. Junto con Hermanos como Serradel, Benlliure, etc… y otros cofunda otras logias y lanzará dentro del GOE y también de la Gran Logia Española (GLE) la revista Latomia, que dirigirá durante cuatro provechosos números que concluirán casi que a la par que escribe este pequeño trabajo LA MASONERIA , síntesis de su pensamiento acerca de la masonería y sus desarrollos historiográficos.
Tal vez sobre su propia obra sea tal vez la mejor explicación que él mismo en: Unas palabras Aclaratorias:
"Más anda tan pobre la bibliografía masónica por tierras de España, que aumentarla con esta poquedad más, no me parecido del todo desconcertado. Lean estas páginas los que conocen del arte real, advertidos de lo poco que valen. Y si los enterados sacan de ellas alguna sugestión, o siquiera alguna noticia, se dará por harto satisfecho" Ha sido mi intención con esta puesta en valor de este libro "La Masonería" al reeditarlo dar a conocer a un masón asturiano de la talla de Pedro González Blanco, nacido en Luanco en 1879 y fallecido en el año 1961 en Villaseca de la Sagra (Toledo) el cual además de tener una azarosa vida, ha sido un preclaro pensador masónico que dejó patente sus reflexiones en la revista Latomia (1932-1934) y este mismo libro Por tanto les dejo con una vieja reseña sobre Pedro González Blanco y su trabajo al frenter de la Revista Latomia que publiqué en 2008.
Pedro González Blanco[2], nacido a diferencia de su hermano Andrés, en Luanco (Asturias), y es curioso lo que son los olvidos históricos, pues si bien se dedica en las hagiografías asturianas un abundante espacio a sus hermanos: Andrés y Edmundo, a Pedro se le condena al ostracismo más absoluto. Quien nos vuelve a dar noticias de la vida de Pedro González Blanco es "El Españolito" en su trabajo sobre los escritores asturianos.
Comienza estudios en la Universidad Central de Madrid en la facultad de Filosofía y Letras, que no puede concluir pues en ese interín fallece su padre y la situación económica en que queda la familia, pues no es muy halagüeña, hace que tal circunstancia que empuje a tomar el rumbo de las "américas" al amparo de uno sus tíos allí establecido. Aquello no le convence y regresa de nuevo a España para seguir en sus labores de escritos y ensayista. Aunque hay quien le considera poca cosa, lo que contrapone el preclaro Constantino Suárez:"En la "generación del 98" fue Pedro González Blanco miembro activo, acaso el más joven. No, es cierto lo que dice Cansinos Assens de que la labor de González Blanco en esta época se limitara a una docena de artículos en la república de las Letras; cierto que nunca se ha mostrado muy fecundo escritor, pero acaso este tiempo de su juventud se caracterice por una mayor producción"[3].
Sea como fuere, y aparte de las vendetas propias entre escritores, Pedro colabora en varias revistas del momento: Vida Literaria, Helios, La lectura y también es encontrable su firma en los diarios: El Imparcial y El Liberal, y como no podía ser menos escribía en el periódico anticlerical El Motín que dirigía Nakens, donde utilizaba el seudónimo de Doctor Atizando Yesca.
En 1905 contrae matrimonio con la profesora Crescencia Alcañiz y tres años más tarde embarca hacia el continente americano, será en Cuba donde mejor se le localice pues allá colaborara con el prestigioso periódicoDiario de la Marina. La vida de Pedro González en casi de periplo aventurero, pues viudo de Crescencia, se embarca con el poeta Santos Chocano en la aventura de recorrer todo el continente. Será en una estancia en Guatemala, cuando contrae matrimonio con la sobrina del presidente de la República Estrada Cabrera, Doña María Albaudín.
En Méjico se le encuentra al lado de los revolucionarios del francmasón Venustiano Carranza, que le ayuda económicamente, pero todo tiene un límite y Pedro González, cansado de sus correrías regresa a España donde desarrolla labores de traductor a la vez que escribe diversos estudios históricos. El país se viene abajo y en 1939 Pedro González Blanco regresa a Méjico.
Pedro González Blanco y la MasoneríaSu carrera masónica comienza en la logia Unión,Esta logia se funda en abril de 1927, a finales de la Dictadura por lo jóvenes radicales, procedentes de la logiaIbérica, y separados por los problemas habidos en la Regional Centro, según Gómez Molleda la causa era:
"La contraofensiva a la operación Azaña pensada por los amigos de Lerroux. En la logia había un grupo de masones radicales incondicionales de D. Alejandro, dispuestos a minar le terreno al Presidente de Gobierno en la Orden y a apoyar la política lerrouxista, impidiendo que los afiliados secundasen masivamente la política gubernamental "
Su cuadro de luces lo encabeza el abogado Juan Serradell y Farrás, Cipirano Bernal de Puga y tres periodistas: Francisco Escola Besda, Rafael Gerona Martínez y Miguel Cámara Cendoya, luego se afiliarán varios miembros de la Mare Nostrun de la Gran Logia de Española, entre ellos Rodríguez Vera.
en dicho taller se inicia en abril de 1928 imponiéndose el simbólico de Bolívar, en el cuadro lógico de 1932 figura como 2º Experto, aunque un año más tarde en enero de 1933 es irradiado por haber desempeñado cargos de forma irregular, y como hemos entrevisto el fondo todo ello responde a una operación política entre el grupo de Lerroux e Iniesta.
Esta situación le lleva abandonar obligatoriamente la logia Unión, y aunque puede parecer que su vida masónica concluye con esta sentencia[4], pronto le vemos incardinado dentro de la sociabilidad masónica en el seno de lalogia Hiran con el cargo de Orador, y en abril de 1934 figura como Garante de Amistad de la logia Conde de Aranda nº 97 de Madrid, con sede en la Plaza del Congreso. Taller, este último, en el cual desempeñará en cargo de 1º Vigilante, aunque no parece constar en los cuadros lógicos de ambas logias[5].
Lo que no deja de se curioso por que según los informes procurados por el Tribunal de la Represión y la Masonería, el hermano Bolívar, no alcanzó nada más que el segundo grado del simbolismo, el de Compañero (2º), cuestión harto imposible puesto que para desempeñar los importantes cargos de Orador, y 1º Vigilante, es necesario y obligatorio ser Maestro (3º).
Pero Pedro González Blanco es algo más que un simple masón de a pie que cumple con sus obligaciones para con sus hermanos en las tenidas, el va a ir más lejos y es cuando le veremos al frente de la prestigiosa revista masónica Latomia[6], en la cual firma varios trabajos: Rectificaciones Históricas, es uno de ellos, y es claro que sus opiniones no gustan, por el tono y lo que en en ellas expresaba. En opinión de Pedro González:
"No había rama de la historia más necesitada de rectificar errores que la historia d e la masonería. Según este autor, el secreto que los cofrades se exigía y la desaparición de los archivos había sido campo abonado a todas las fantasías y a todas las invectivas: Díaz Pérez, el supuesto Jhon Truth, Morayta, los modernos Usero, Suárez, Guillén y Díaiz, no se han tomado más trabajo que el de copiar a Thory, ante todo; a Clavel y a Fidel, en segundo término. Sin el Acta Latomorun no habría escrito Truht y Díaz Pérez sus libros; y Morayta inconsultadamente la mayor parte de las veces, atribuye a la Masonería funciones que no siempre su por cumplir. Los demás autores citados giran alrededor de los dicho por estos tres o cuatro historiadores"[7]
Era claro al tenor de lo que estamos leyendo, que Pedro González y la revista Latomia marcaban el estilo de la logia Unión, bandera de referencia dentro de la Regional del Centro.
Sus temáticas de reflexiones históricas y su encubierto desdén por los partidismos que se daban en el seno de las logias de Madrid, no la hacían muy querida por algunos de los sectores masónicos, pues además de desear una "vuelta atrás" en tanto que opinaba que: "La República ha creado en España a la francmasonería un grave problema de orientación. La política partidista tiene a penetrar en los talleres, y la historia y nuestros precedentes nos enseñan las fatales consecuencias que puede producir en nuestra Orden tan nefasta introducción" junto con las opiniones vertidas por el hermano Bolívar no les debía hacer mucha gracia a diversos sectores del masonismo español.
Por otro lado tal revista se aperturaba al exterior, o sea hacia el mundo profano, exponiendo artículos, que según algunos esos mismos sectores contrarios a esa tendencia, en la revista se divulgaba en exceso los llamados secretos masónicos. Sin embargo hoy tal revista es todo un referente en cuanto al carácter de los trabajos publicados.
El primer número se editó en el mes de agosto de 1932, aunque no salió hasta noviembre, constaba de ocho secciones fijas, y el consejo de redacción estaba compuesto por Mariano Benlliure Tuero, Pedro González Blanco, Manuel Pérez Aguirre, Antonio Llagunes Rafael Gerona y Teófilo Moreno.
[1]AHNS. Expediente A552.[2]AHNS. Expediente personal. A 11/14.[3]SUAREZ, Constantino, op.cit., pp.261-265.[4]Como hemos visto antes de producirse la irradiación, se habían procurado las preceptivas "planchas de quite" con lo cual se ponían a salvo de cualquier obstrucción para no seguir trabajando en el seno de la masonería.[5]En el expediente de Pedro González hay varios testimonios de retractados que le adjudican la membresía a tales logiasHiran y Conde de Aranda. AHNS. Expedientes. A 735-1; 733-15.[6]Sobre esta revista en el X Symposiun presentó un trabajo el profesor SANCHEZ FERRE, Pere, La Revista Latomía y la logia Unión de Madrid. Pag.[7] AHNS . Revistas 1/1 Rvta. Latomia, Vol.II. Madrid 1933, pag. 45 "Sobre el Arte Real".Otras Referencias: http://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Gonz%C3%A1lez-Blancohttp://cvc.cervantes.es/trujaman/anteriores/mayo_11/17052011.htmhttp://www.lne.es/aviles/2010/11/26/humanismo-luanquin-mexico/999562.html
Victor Guerra