Mensaje para las editoriales independientes y librerías de Ecuador

1.- Cada vez se venden menos libros. La gente lee poco, los libros son costosos y con la afluencia del libro electrónico el sector editorial no ha sabido ajustarse y ha beneficiado la piratería.

2.- Ya no hay interés en los medios para el impulso literario. A la prensa escrita no le importa un artículo sobre libros nuevos, ni menos la crítica literaria. (De la tele y la radio ni hablar). Es un tema que ha permanecido relegado a los especiales culturales.

Texto tomado de : Cadáver Exquisito Ediciones

Hoy quisiera dejar un mensaje que tiene que ver con el trabajo que hacen las editoriales independientes y las librerías en este país. (Ecuador)

La cadena del libro existe, pero es muy frágil. Editar es complejo y cuando, finalmente, se logra publicar un libro es muy descorazonador que las pocas librerías que existen en Ecuador se nieguen a facilitar la difusión de los libros de autores ecuatorianos. Los libreros y editores, muchas veces, tenemos que rogar que reciban los libros, y si lo hacen, los libros pueden tener la mala suerte de ser casi escondidos en los estantes de las librerías, en lugar de ocupar un lugar importante porque son los libros de nuestros escritores, personas con las que a veces podemos tener un contacto cercado.
Cada vez que Cadáver exquisito publica un libro, difunde por medios de prensa que sus libros estarán en tales o cuales librerías.

En esta semana pasada que sacamos Días frívolos de Martiza Cino, hemos enviado los libros a varias librerías. En alguna de ellas hay lectores que han ido a buscar los libros y les han dicho que no están, que no los tienen, que no los hemos entregado. Esto es muy triste, no solo porque invalida el trabajo de distribución de libros, si no porque nuestros autores pueden pensar que no hacemos nuestro máximo esfuerzo enviando los libros a las librerías, trabajo que esta editorial sí hace.

Los libros de autores ecuatorianos merecen legítimamente un espacio en cualquier librería de este país. Sin excusas. Y así como hay librerías y libreros que no son aptos para hacer el trabajo que hacen, y otros que son un claro ejemplo que deja como evidencia que el libro ecuatoriano sí se consume. Yo puedo dar testimonio de eso en el Garaje de libros. Siempre hay un buen número de personas que llega en busca de autores de acá, y si no, ahí estamos para contarles algo de cualquier libro ecuatoriano que tengamos. Y se venden. Ojalá haya una reflexión sobre este tema porque créanme, es casi irónico, que librerías de otros países se interesen por autores de Ecuador, y esto no pase acá.