Revista Belleza

Menstruar CON PLACER (¿es eso posible?)

Por Gadirroja
Menstruar CON PLACER (¿es eso posible?)Cada vez que, en un grupo de mujeres, en una reunión, digo que “yo menstrúo con placer” alguien (o varias personas) me mira con una cara que cuestiona seriamente mi cordura.

¡Y lo entiendo! porque hubo una época (larga y no tan lejana) que yo también veía mi menstruación como “un coñazo” o “un asco”.

En estos últimos años mi relación con la sangre menstrual, mi útero y todo el ciclo ha cambiado tanto que ahora ME GUSTA menstruar. ¿Qué cómo he podido dar ese cambio?

Te lo cuento.


Pasa por cambiar creencias y también prácticas.

1. Darme mi tiempo (y mis mimos)

Como producto cultural de la sociedad patriarcal que soy, crecí con anuncios donde mujeres blancas muy delgadas y felices anunciaban menstruar en compresas blanquísimas que absorbían sangre de color azul mientras daban volteretas de felicidad y eran super productivas.

Igualmente, algunas otras, aún más delgadas y con cuerpos muy normativos, anunciaban tampones bajo pantalones blancos ajustadísimos o braguitas de biquini minúsculas.

Pues…¡me lo tragué! Y así, me decía a mi misma que yo “era capaz” de “hacer todo igual” con la menstruación. Incluso, por ejemplo, hacía abdominales si me tocaba una rutina de ejercicio de ese tipo.

Y sí, podía, pero…¿realmente era necesario? Te lo digo ya: NO

No necesito ser taaaaan productiva los días de mi menstruación. Y me siento mucho mejor cuando esos días (especialmente los dos primeros) los dedico a actividades más tranquilas, tanto en el trabajo como en casa. Me organizo el resto del ciclo para que así sea, y ahora soy mucho más feliz estos días. Estoy descansada, con tiempo, calentita (me mimo con infusiones, alimentos ricos y cojines de semillas calentitos).

 

Menstruar CON PLACER (¿es eso posible?)

2.  Normalizar mi sangrado.

Sangre menstrual, ¡qué asco!

La sangre menstrual es la única sangre que se derrama sin violencia…y la que más rechazo causa.

Recuerdo que usaba tampones de manera constante (menos por las noches) porque no soportaba la sensación de la vagina al dilatarse un poco para expulsar menstruación. ¡NI te cuento si estaba en situaciones sociales! (como si alguien se fuera a dar cuenta.

Pero los tampones me empezaron a resecar y al final de cada menstruación ya me notaba dolorida.

Con todo el trabajo de autoconocimiento que comencé a hacer en la pandemia, aprendí a reconectar con esos momentos, a normalizarlos. Además, al pasarme a la copa, no solo no tengo molestias, es que he entrado en contacto con mi sangre de otra manera y he visto que ni huele, tiene un bonito color rojo vivo saludable, la puedo usar muy diluida para enriquecer la tierra de mis macetas…¡otro mundo!

 

Menstruar CON PLACER (¿es eso posible?)

3. Conectar con mi útero

Y viene el paso más importante, que puede parecerte más intangible y que, sin embargo, es toda una revolución.

Conectar con TÚ utero, visualizarlo, darle calor, acariciar tu tripa (estés menstruando o no), dibujarlo… te hace menstruar sin apenas dolor porque las contracciones se suavizan y todo se normaliza ¡te lo aseguro!

Yo sé que hay personas con ovarios poliquísiticos o endometriosis que tienen mucho dolor, y eso son trastornos que requieren ayuda médica. Pero muchas mujeres sin patologías (descarta antes si tienes periodos muy dolorosos, NUNCA normalices el dolor) también sufren reglas muy molestas.

Las molestias de menstruar deben ser eso, MOLESTIAS. No deben incapacitar y si lo hacen, debes buscar un(a) buen profesional que NO NORMALICE tu dolor.

Este último paso, como te digo, es toda una movida sobre la que hay muchos estudios. Si te interesa el tema, más adelante lo retomo en otro post.

Hay mucha bibliografía sobre este último tema, lo dicho, si te interesa, amplío más adelante.

Gracias por seguir en este viaje. 

 ¡A vivir!


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