Revista Opinión

Mentiras etarras y cosas nazis

Publicado el 04 enero 2014 por Vigilis @vigilis
Que son asesinos lo sabemos, que sean seres humanos todavía está en disputa. Lo curioso del caso es que ellos mismos no tienen conciencia de haber asesinado a cientos de personas, de haber raptado a docenas, de haber torturado a miles, de haber provocado el exilio de cientos de miles, ni de haber robado cientos de millones de euros.
Mentiras etarras y cosas nazis
La carta de los presos etarras recién amnistiados por los gobiernos que negocian con ellos, no dedica ni una palabra a un mínimo reconocimiento no ya del dolor causado, sino de los crímenes cometidos. Que digo yo, que aunque no se arrepientan, bien podían no insultar la inteligencia del personal. Se presentan a sí mismos como "represaliados políticos". Y la cosa movería a risa si no hubiera un inmenso montón de cadáveres sobre la mesa. Represaliado político fue Gandhi, cenutrios, vosotros os parecéis más a los palurdos desdentados que guardaban Treblinka.
Siguiendo su lógica interna —una lógica que ni siquiera vale para explicarse a sí misma, ya que es voluble y cambiante—, ellos son represaliados porque luchan por una libertad política para su pueblo que el malvado estado español les niega desde el siglo XI (!). Aunque su país imaginario también coja un cachito de Francia, a Francia no la nombran mucho, no vaya a ser.
En esta lógica interna que es la de un nacionalismo romántico —irracional— pasado por la batidora ideológica de los movimientos de autodeterminación de los años 60, ellos están convencidos de que ya existía Corcuera en tiempos de Alfonso X, de que el cuartel de Inchaurrondo lo fundó el primer marqués de Villena y que todo el mundo a lo largo de siglos quería meterse con los vascos esenciales-estándar que lo que quisieron siempre es socialismo y autodeterminación (cosa que ni hoy quieren todos los vascos, pero eso a ellos no les importa).

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El vasco histórico-estándar. Mirad qué mentón, qué bien todo ¿eh?

Para esta gente existe una especie de lucha milenaria del bien contra el mal, una gesta heroica que desembocará en un alba de gloria que nunca acaba de llegar. Por eso han tenido que descuartizar a 829 personas, por eso han tenido que extorsionar 300 millones de euros, por eso han tenido que raptar a 80 personas. Y por eso también unos cuantos etarras han muerto por el camino. Es triste morir por tu país, pero es de idiotas incurables morir por un país imaginario.
Y es que estos mártires de la fe de tres comidas calientes al día, adoptan la postura cómoda de ser víctima imaginaria sin reconocer el dolor causado y los destrozos cometidos. Hace nada un periodista, en una de sus ruedas de prensa sin preguntas que sorprendentemente logran convocar aunque estén perseguidos por el fascismo imaginario, les pidió que aprovecharan las cámaras para pedir perdón a sus víctimas. Algunos miraron avergonzados al suelo, otros se rieron y uno saltó escupiéndole al periodista que no montara un circo. Me sorprende que el gobierno considere que tamaño psicópata homicida esté capacitado para vivir en sociedad.

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Madrit.

Pero no ignoro que el problema no es sólo la situación penal del tonto nazi que aprieta un gatillo para asesinar a unos críos que hacen la mili. El problema también está en las ideas inhumanas, irracionales y completamente paranoicas que maneja esta tropa. Ante esto hay quien dice que no se pueden combatir las ideas. La incansable campaña de desnazificación de la Alemania de posguerra desmiente esto.
No vale la pena hablar de esos diez siglos porque se trata de una dinámica demasiado lejana. ¡Llegó por fin, la democracia! ¿Democracia? Esa democracia no se desprendió del pasado. Ni Alianza Popular -luego Partido Popular-, ni el Partido Socialista, rompieron con esos años-siglos de guerra, crueldad y represión. No diseñaron un marco diferente. Había una inmensa novedad delante de ellos en los territorios vascos: un movimiento amplio y profundo de recuperación cultural, social y política.

Hay que empezar por lo básico. Tomar aquellos detalles de la historia que benefician un discurso e ignorar el resto, es mala praxis. Pero afirmar que existe una continuidad política de mil años por parte del ministerio del Interior, ya no es mala praxis, es tomar a todo el mundo por idiota. Puedo poner como ejemplo el caso gallego. La historiografía nacionalista oficial gallega —cuya negación o duda te colocan inmediatamente como antigallego porque se asume una derrota intelectual que jamás comprenderé en muchas personas— dice que se prohíbe hablar gallego en cuanto Isabel I se corona reina. Y que ahí más o menos empieza el franquismo. Solamente la acción de un grupo de valientes tocados por la mano del dios laico lograron superar la adversidad españolista y publicar en gallego a partir del Rexurdimento. Solamente un grupo de héroes nacionales lograron fundar en 1950 la editorial Galaxia para nuevamente "poner en valor" el gallego. Que durante el siglo de Oro se siguiera publicando en gallego queda como nota al pie de página, que durante la guerra de Independencia las soflamas patrióticas se escribieran en gallego, tampoco se cuenta mucho, que durante los años 40 no hubiera editoriales en gallego porque a la gente le preocupaba más comer que fabricar un carísimo papel en fábricas que no existían, no se cuenta. Sólo aquello que interesa a una fantasía se cuenta. Que por el camino aquello que dicen defender se lo estén cargando, tampoco les va a importar a sus camaradas iluminados.
De las 830 víctimas mortales que por el momento lleva la banda terrorista ETA, más de 500 eran vascas. Es decir, no solamente te estás cargando los hechos históricos que ocurrieron en ese cacho de España, sino que a eso le añades matar a tus paisanos. Es que yo soy de Herri Batasuna y pediría protección a la Guardia Civil corriendo. ¿Matar a tus paisanos y mentir sobre la historia de tus paisanos es defender tu aldea? Estáis completamente chiflados y en vuestra casa no os lo han dicho.

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"Esferas de influencia". Así ve el mundo un psicópata.

Sigo con algo básico —sencillo y que está en la base—: no existe el sujeto histórico. Tratar la historia como una sucesión de problemas o ideologemas que flotan sobre periodos históricos es la peor cosa que se puede hacer. Enfocar el estudio histórico como el estudio de las situaciones a las que se enfrentan los hombres y no como el estudio de los hombres que se enfrentan a esos problemas es torcerlo todo. No existen los sujetos históricos, no existen las personas impersonales. Desde el presente es sencillísimo juzgar a alguien del pasado y encapsularlo en esta o aquella corriente. Pero las personas en todo momento se mueven por sus inquietudes, iniciativa e incentivos. La gente dispone de una información limitada y actúa con lo que tiene a mano. No tener esto presente hace caer en la trampa de decir "los vascos hicimos tal cosa". Como veis ni me meto en el debate de que los vascos no existían hace mil años (pero puedo meterme). Otro tanto sirve para decir "Galicia hizo tal cosa en el siglo tal". Como veis, no soy racista como vosotros y hablo de distintas partes del mundo.
Esta última frase me lleva a otro pensamiento. El particularismo frente al universalismo. Hay gente profundamente idiota que dice: "no eres andaluz, no comprendes los problemas de Andalucía". Oiga, tampoco viví en la Roma republicana pero puedo hablar de ella y analizarla. Precisamente yo, que siendo de derechas, no puedo evitar cierta inclinación por la vida bucólica del campo pero con wifi (todos tenemos fantasías). Puedo encontrarme con contradicciones al hablar de esto, pero ¿quién no tiene contradicciones? Huyamos de la gente que lo tiene todo claro.

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Santuario de Loyola.

Ojo, etarras y corifeos, que vienen curvas. Definiros como nacionalistas y de izquierdas es como tratar de pretender que la consideración de la dictadura franquista como de derechas juegue a vuestro favor. El nacionalismo de izquierdas es una contradicción inicial. Tan solo considerar "izquierda" una etiqueta vacía de contenido puede justificar tamaño despropósito conceptual. La izquierda tiene por objeto cambiar al hombre —que nace mal hecho—, es decir, cambiar a la humanidad. Esencialmente se trata por tanto de un conjunto de ideas con un fin universalista. Por el contrario, y complementariamente, es la derecha la que se queda con el afán particularista, con la idea de que nuestras diferencias e imperfecciones forman parte del hecho vital y que "corregir" al hombre va contra la naturaleza.
Tiene sentido que la "derecha" quiera levantar fronteras, atarse a un árbol y rechace a los hombres de Edgar Hoover (en nuestro caso, a la Guardia Civil). Claro, como no todo es blanco o negro, la derecha católica puede ser universalista, al fin y al cabo todos somos iguales ante Dios y el Evangelio sirve lo mismo para todos. Es decir, izquierda y derecha pueden ser universalistas, pero solo la derecha puede ser particularista. Así que cuando me dices que eres nacionalista y de izquierdas, comprende que siga caminando sin hacerte caso, pues no tienes ni pajolera idea de qué demonios estás diciendo. Oh, sí, la excusa franquista. Nada más.

Mentiras etarras y cosas nazis

Un gato de la Meseta Central.

Lo de la excusa franquista me lleva a su vez a esa parte de vuestro lacrimógeno discurso que dice que la Transición política en España no cambió nada respecto al franquismo. Acepto que muchas cosas no cambiaron, y que otras cambian por puro hecho vital. Acepto que vivimos en la Segunda Restauración Borbónica, pero de ninguna manera es aceptable comparar las libertades públicas, de asociación y de expresión actuales con las del franquismo. Pretender que vivimos en dictadura sólo lo puede defender alguien tan lejano al sistema representativo de gobierno actual, que le cueste distinguir entre el actual sistema y el anterior.
Resumiendo, no sólo sois asesinos, torturadores y ladrones, sino que además sois unos mentirosos y unos cazurros.

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