Revista Cine

Mes de terror: El Espinazo del Diablo. Fantasmas con Del Toro.

Por Cinéfilo Criticón @cinefilocritic

Hablar de Guillermo del Toro es quizás hablar del director mexicano más talentoso de la actualidad. Se trata de un hombre que produce lo que quiere aunque le tome mucho tiempo, y normalmente sale con resultados bastante positivos. Mucho se ha hablado en los últimos años sobre el trabajo de Alfonso Cuarón o de Alejandro González Iñárritu, pero del Toro es quizá quien ha creado más un clásico a futuro.

Pero lo cierto también es que del Toro ha tenido que batallar bastante al momento de hacer cine en territorio norteamericano, pues sus obras prácticamente reciben muy poca promoción, lo que convierte a sus obras en sendos fracasos en taquilla (en EUA “Titanes del Pacífico” se vio superada, increíblemente, por “Son como niños 2”). Y fue algo con lo que tuvo que convivir desde su primera película de producción estadounidense, “Mimic”, en 2001 que tuvo una buena  entre la crítica, pero que fracaso enormemente en las taquillas.

2-Carmen

Después de esa primera mala experiencia, el director mexicano se fue a España a trabajar en esta entrega que, a más de 15 años de haberse realizado, esta convertida en una de las mejores películas de fantasmas jamás hecha. Y es hecha con muy bajo presupuesto y con actores no muy reconocidos, salvo Eduardo Noriega. Pero el talento de del Toro pudo más que las limitantes y terminó sacando un pequeño clásico de la manga.

Y la verdad es que el seguimiento que la película ha recibido con el paso del tiempo es bastante bien merecido. Hay tantas que brillan en gran forma en esta película que es difícil saber por dónde empezar. Creo que su primera fortaleza viene en unas sólidas actuaciones: como dije, no se trata aquí de grandes nombres, sino de gente que sabe cómo hacer su trabajo bien. En especial destacaría a los niños de esta entrega que se sienten reales y no como si estuvieran leyendo carteles con sus frases.

La historia de fondo me agrada también y el enfoque que le dan a los fantasmas. Aquí no se trata de seres malos que matan a todos aquellos que osan estar en su morada (algo típico del género) o no se trata de fantasmitas amigables que solo quieren ser tus amigos. Se tratan de espíritus con más sed de justicia que de venganza y que tratan de comunicarse con los niños para tratar de dar a entender el mensaje.

662. Hrebet dyavola

La cinematografía es otro gran elemento para la entrega; la película fue realizada en Madrid y el edificio donde fue filmado se muestra pacífica y terrorífica al mismo tiempo. La música y la edición también están en buen nivel, los diálogos inteligentes y en general todo ralla en un buen nivel.

Si hay un punto que le cuestionó a la película son las motivaciones del villano; no digo que Eduardo Noriega de una mala interpretación, pero las motivaciones de su personaje se sienten muy simples: estas en una Guerra Civil y es dinero por lo cual se armó todo el alboroto. Para acabarla, como que Guillermo quiso darle una historia de fondo para tratar de simpatizar con él, pero se siente muy rápido y ayuda en nada. Al final, incluso terminas detestándolo más.

Pero eso no quita méritos a una película que para del Toro, que venía de una mala experiencia, se recuperará; hoy en día la película todavía es bien recibida por la gente y no deja de ser considerada como un clásico en cuanto a películas de fantasmas. Y no dejaría de recomendárselas ampliamente, sobre todos si están más que dispuestos una película de fantasmas, pero con una propuesta totalmente diferente.


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