Revista Cultura y Ocio

"Metro 2033' de Dmitry Glukhovsky

Publicado el 27 marzo 2011 por Duermevela

Título: Metro 2033
Autor: Dmitry Glukhovsky
Género: Ciencia Ficción
Editorial: Timun Mas
Páginas: 541
Precio: 19,50€
Sinopsis:

Año 2033. tras una guerra nuclear devastadora, amplias zonas del mundo han quedado sepultadas bajo escombros y cenizas debido a la radiación. También Moscú se ha transformado en una ciudad fantasma. Los supervivientes se han refugiado bajo tierra, en la red de metro. En cada una de las estaciones, convertidas en pequeñas ciudades-estado, sus habitantes se agrupan en torno a las más diversas ideologías, religiones o movidos por un único objetivo: impedir una invasión de las criaturas mutantes del exterior.
Artyom, un joven soldado, será elegido para penetrar en el corazón del metro hasta la legendaria Polis y alertar a todos del peligro que acecha a la estación de la que procede, la VDNKh, y a toda la red metropolitana. De él dependerá el futuro de su hogar, del metro y puede que de toda la Humanidad.


Opinión de MJ:
Por fin he podido leer el libro que llevaba siglo y medio esperando para leerlo. Primero no lo encontraba por ninguna parte, luego me olvidé de él, posteriormente me acordé de aquel libro que quería leer, volví a buscarlo, volvía a esconderse de mí, y finalmente y después de mucho tiempo logré hacerme con él. La espera ha merecido la pena.
No soy fan del género "ciencia ficción", para nada, pero la temática catastrofista siempre me ha llamado, así que al leer la sinopsis del libro y leer grandes críticas, decidí que tenía que leerlo.
Tal y como pone en el título, la historia se desarrolla en el 2033 (da miedo ver una fecha tan temprana ligada a un desastre que se podría producir sin ningún tipo de problema). Ya en ese año los humanos llevan viviendo mucho tiempo en los túneles del metro porque la superficie quedó inhabitable por la guerra nuclear. Abajo, en el metro, están los humanos; arriba, en la superficie, mutantes.
Abajo, en la oscuridad, viven las pocas personas que pudieron refugiarse en el metro. Allí malviven sin electricidad, con agua no muy potable, sin comodidad alguna, hacinados, comiendo ratas, etc. Nada evidencia la gran vida que vivían antes, las comodidades que tenían, las preocupaciones que tenían cuando vivían en la superficie... Ahora deben preocuparse por encontrar alimento, por las luchas internas y por seguir vivos un día más por los ataques de los mutates de la superficie, incluso de los que viven en los oscuros túneles del metro.
La historia se centra en Artyom, un chico aparentemente normal, de los últimos que vivieron en la superficie (era pequeño cuando se produjo la guerra), el cual perdió a su madre durante un ataque mutante y fue criado por su padre adoptivo, su salvador durante dicho ataque. Crece viviendo en una de las estaciones, tiene lo que sería una "vida normal". Se levanta, trabaja (en la fábrica de té), a veces le toca hacer guardia en alguno de los túneles que conecta con otra estación (por los mutantes de la superficie), y su padre adoptivo le enseña lo que puede (no existe el colegio ni nada que se le parezca, ni siquiera tienen muchos libros).
Su vida es normal a excepción de las guardias que debe montar junto con otros habitantes de la estación, ya que por cierto suceso del pasado, unos mutantes aparentemente humanos bajan algunas noches hasta el metro y les atacan. A estos mutantes les llaman "Negros".
Poco a poco la situación en su estación va empeorando, los ataques de los "Negros" van en aumento, y de seguir así, se harán con el lugar, y por ende, con el resto de la línea y del metro. Eso supondría la extinción de la Humanidad.
Esto hace que un "stalker" (persona que sale a la superficie a por provisiones) llamado Hunter vaya a la estación, y por diferentes sucesos que obviamente no voy a contar por aquí, le encomienda a Artyom una gran misión. Debe ir a la Polis (grandísima "ciudad" en el metro, con gran cantidad de recursos), para avisarles de la mala situación que tienen ahí. Debe conseguir que le crean y llevar refuerzos hasta allí lo más pronto posible, de no conseguirlo todos morirán antes o después a manos de esos "Negros".
Así es como comienza el largo y tortuoso viaje de Artyom por gran parte de la línea de metro, que aún estando habitada en su mayor parte (o al menos eso creen) por humanos, no esta exento de peligro... Grupos de humano fanáticos que más que proporcionar ayuda a la vida de allí, la entorpecen e incluso en ocasiones intentan acabar con ella, mutantes, y zonas peligrosas por la rotura de conductos con gases venenosos, mortales o por lo menos, alucinógenos.
En un principio el viaje le parece sencillo, pero pronto ve que no será así. Hay estaciones (cada estación es como un poblado con gobierno propio) en las que se desconfía de todo extranjero, otras que están habitadas por extremistas religiosos, unas cuantas por gentes que directamente perdieron toda razón y cavan más profundamente para llegar al infierno, y también, como no podían faltar, extremistas políticos (fascistas y comunistas). Todo esto y mucho más será con lo que se topará el pobre Artyom, por lo que más de una vez se topará con gente nada deseable, y deberá huir para salvar su vida cuando algún fanático piense algo extraño de él.
Este detalle, junto con la acción y el suspense, es lo que te hace mantenerte pegada al libro. Uno podría pensar que al vernos al borde de la extinción, el ser humano se dejaría de gilipolleces y todos nos ayudaríamos, pues nada, ni con esas. Seguimos juntándonos en grupitos y mirando de reojo y mal al de al lado. Seguimos conspirando, seguimos queriendo tener un poco más de lo que tiene el vecino, y si es necesario atacar y matar, se ataca y mata. Da igual que quedemos pocos, lo importante es que quede yo.
Por eso este libro no es un libro de acción, es una crítica directa a la sociedad, a las ideologías y las religiones que más que unirnos, parece que nos separan en los momentos realmente críticos. El mismo autor lo dijo en una entrevista:

"A partir de ahí, existe un transfondo filosófico, ya que en cada estación Artyom, el protagonista, se encuentra con nuevas ideologías, nuevas visiones y religiones, que le obligarán a redundar en sus propias creencias en base a lo que oye de otros seres humanos. Deja su propia estación como joven, psicológicamente casi un niño, y llega al final de su viaje convertido en adulto. La respuesta a la pregunta “¿en qué debería creer?”, y lo que el libro sugiere es “probablemente no hay nada en este mundo en lo que merezca la pena creer”. "


Tal y como os estáis imaginando, la visión del autor sobre la naturaleza humana no es buena, y esa es la sensación con la que se queda impregnado el autor tras leer el libro. Personalmente me he quedado con la boca abierta al terminar de leer el libro, me ha impactado. No me lo podía creer. Efectivamente somos gilipollas, lo destruimos todo. Ese final me ha dejado un mal cuerpo impresionante, dudo que este final deje indiferente a alguien. Desolador, desolador, desolador. "No hay futuro para el ser humano", ese es el mensaje claro.
Poco más puedo decir sin destripar nada, y la verdad es que no quiero spoilear lo más mínimo, prefiero que os pongais a leer el libro para ir descubriendo poco a poco la historia, que sintáis ese miedo a la oscuridad y a lo que puede haber justo delante de tí, esa desolación al ver cómo se comportan todavía los humanos, esa repugnancia por tu propio género por sus actos, esa pena terrible por lo que llegan a padecer algunos (todavía me acuerdo de la narración de la chica del kiosko), y ese vacío por el final de la novela, por lo que ocurre...
Solo diré dos cosas en contra de la novela. Primera, como la historia transcurre en el metro ruso, obviamente los nombres de las estaciones están en ruso (hay dos mapas), lo cual lía bastante. No es lo mismo buscar el nombre de una estación en tu idioma, que buscarlo en otro. Y segundo, llega un momento, un poquito antes de llegar al ecuador del libro, en la que la historia se vuelve un tanto cansina porque el protagonista siempre hace lo mismo. Lo bueno es que tiene una de las mejores y apasionantes rectas finales que he leído en mi vida. Y cuando digo "recta final" me refiero a casi 300 páginas... Y eso que tiene 500 y pico páginas. Increíble.
¿Recomendable? Sí, totalmente. Se lo recomiendo tanto a los amantes de ciencia ficción como a los que no lo son. Eso sí, tanto unos como otros deben saber que se encontrarán con una historia un tanto oscura (no mucho), y que no hay nada que no sea ciencia ficción, acción y crítica...
Ahora solo me falta esperar a que el libro "Metro 2034" sea devuelto a la biblioteca y me lo leeré. Ya le tengo ganas, aunque desgraciadamente se narra lo que ocurre antes de "Metro 2033", no lo de después... ¿Querrá decir eso que nos deja con ese final tan desolador y sin esperanza alguna? Dios, me voy a deprimir.
Nota: Si alguien cree que el final del libro es que todos morimos o algo así porque pongo "final desolador", que se vaya quitando esa idea de la cabeza y se lea el libro. Ni por asomo es eso.
Puntuación: 9,25 / 10


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