Revista Comunicación

México vs España, la narrativa de un conflicto

Publicado el 13 octubre 2021 por Ramón Ramón Ramón @ramonramon

En el marco del recurrente debate a raíz de la Independencia de México y la tan interpretada fecha del 12 de octubre, se produce el debate entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y algunos políticos españoles, que se viene arrastrando desde la conmemoración de los 500 años de la caída de Tenochtitlán. El motivo de la disputa es la exigencia de disculpas por parte de AMLO al Reino de España por los daños que la conquista española le causó a Mesoamérica.

La narrativa política de AMLO.

Antes que todo, se debe reconocer que Andrés Manuel López Obrador es un fenómeno de comunicación política, cuando desde sus conferencias de prensa como presidente de México ha logrado establecer una pauta propagandística, más no comunicativa, que ha generado una agenda informativa casi todos los días. La compleja propaganda de AMLO va dirigida a repetir y mantener la narrativa que lo colocó como presidente de México en las elecciones de 2018. El resultado es la consolidación de la popularidad de AMLO, con un 60% de aceptación, muy a pesar de la grave crisis sanitaria que vivió el país azteca durante la pandemia, y su popularidad se mantuvo, situación que podemos constatar en las elecciones intermedias del pasado mes de junio.

En lo que respecta a su comunicación política, López Obrador mantiene un ataque permanente hacia las élites, en el papel de villanos que él enfrenta como héroe principal de la narrativa de la Cuarta Transformación. Esa narrativa está determinada, según muchos compañeros de profesión por una combinación de cuatro elementos del discurso populista: autenticidad, inmediatez, simplicidad y transparencia.

Esta combinación de elementos en el discurso del presidente mexicano le permite llegar al segmento social que apoya a Morena (Movimiento de Regeneración Nacional) y en consecuencia le facilita ubicarse como el político más consolidado de México.

Ahora bien, en el actual enfrentamiento entre López Obrador y los políticos conservadores españoles, el presidente de México apela al indigenismo para cumplir con objetivos trazados, como parte de su comunicación política que ha posicionado, por ello su exigencia de perdón por la Conquista Española de Mesoamérica no puede ser vista como un incidente coyuntural o un mero capricho presidencial.

Todo parece ser un plan preconcebido que usa las celebraciones del bicentenario de México, contra adversarios geopolíticos y económicos importantes, como los grupos empresariales españoles y sus aliados nacionales. En este sentido, la atención mediática del enfrentamiento entre AMLO y representantes de la derecha española como el expresidente Aznar y Ayuso beneficia directamente los objetivos de la comunicación política del primero, es decir posicionar a Andrés Manuel López Obrador en un debate de claras características geopolíticas. Para todo esto Andrés Manuel hace uso del indigenismo como bandera política de su gobierno de izquierda, pero sin ser un líder indígena y con severas contradicciones con algunos sectores indigenistas mexicanos.

La Hispanidad: el mito fundacional de España.

Por su parte, la derecha española defiende su posición nacionalista frente a la conquista española de América, de la cual una parte transcendental fue el actual territorio de México. Para nadie es un secreto que la corona española, y de la clase política conservadora, consideran a la conquista de América como una historia épica, que forma parte integral del mito fundacional de España.

Mientras en pocos países, como Venezuela y Bolivia el 12 de octubre es una fecha luctuosa, lo que coincide con el carácter indigenistas del chavismo, el MAS Boliviano y ahora el MORENA mexicano; para España está fecha es su fiesta nacional.

Se trata de la fecha de la Hispanidad, un mito fundante en el que se rememora y se le rinde culto al antiguo imperio español y que cada cierto tiempo se muestra más que latente en la clase política de mi país . Mientras otros países celebran su día nacional cuando obtuvieron la independencia, como por ejemplo Estados Unidos, España en cambio celebra el día en que comenzó la conquista del que fue llamado "Nuevo Mundo"; obvio hablamos de países con muchísimas diferencias históricas, en cuanto a su fundación.

No existe nada que parezca un arrepentimiento sincero de ese proceso por parte de la corona española, y este año las celebraciones estarán cargadas de la reafirmación de la derecha de España contra el indigenismo, que para algunos sectores es el tan peligroso como el comunismo y el anarquismo vencido en la guerra civil española.

Por estas razones Andrés Manuel; y desde su prospectiva conocía cuál sería la respuesta de España sobre este tema particular: la conquista de América, que por demás es un tema que interesa no solo a los pueblos y comunidades indígenas de América, sino que sacude los cimientos mismos del Estado español, porque la llamada hispanidad es un principio fundamental.

El supuesto de que la corona española aceptara pedir disculpas por la Conquista sería negarse a sí mismo como Estado Nación. Nadie en su sano juicio podía esperar una respuesta distinta, sin embargo López Obrador sabe muy bien qué cartas juega en este ajedrez geopolítico. Y obvio, es un debate sin fin, es como si ahora España exigiera a los países árabes que pidan disculpas por los 700 años de ocupación. Absurdo, pues buena parte de lo que somos se lo debemos a ellos, desde las matemáticas o la medicina, a los regadíos, etc. etc.

La colonialidad del poder en el discurso de López Obrador.

Todo este debate está enmarcado en la lucha de AMLO contra las élites, representadas en parte por las empresas españolas. Por eso el presidente mexicano usa como argumento una visión alternativa de la Historia, en la que equipará a las actuales empresas españolas, como Iberdrola con las huestes de Hernán Cortés de 1521.

Así el día 13 de agosto de 2021, en el acto de conmemoración de los 500 años de la caída de Tenochtitlán, el presidente de México en su discurso pidió disculpas a nombre del Estado mexicano. En la lógica de su discurso los responsables de la conquista son: España, la Iglesia Católica y Estado mexicano nacido del Virreinato de Nueva España.

Con este discurso AMLO se distanció de su adversario en este debate: la dirigencia política de España y la Corona española, y enfatizó:

"ojala todos hagamos el compromiso de la no repetición, de no repetirlos mismo errores y horrores, pongamos fin a esos anacronismos, a esas atrocidades y digamos nunca más una invasión, una ocupación o una conquista aunque se emprenda en nombre de la fe, de la paz, de la civilización, de la democracia, de la libertad, o mas grotesco aun, en nombre de los derechos humanos".

De esa forma AMLO trajo la Historia a su agenda política y comparó la conquista española con las actuales intervenciones humanitarias que las grandes potencias ejecutan en la actualidad contra los denominados Estados fallidos. Sumado a ello, el indigenismo no es sólo de México, sino que abarca la totalidad del continente, incluyendo Canadá y Estados Unidos; por ende este debate debe entenderse en el contexto de la reunión de jefes de Estado de la CELAC, en la cual el presidente López Obrador hizo hincapié en el principio de autodeterminación de los pueblos, planteamiento que es siempre esgrimido por las naciones latinoamericanas para enfrentar el intervencionismo y la injerencia de Estados Unidos y la Unión Europea.

Parece ser que el presidente AMLO y su círculo de asesores utilizan como enfoque la llamada escuela del pensamiento decolonial, en la cual se establece la colonialidad del poder, categoría que define que luego de la independencia de los Estados que sufrieron largos procesos de colonización persisten la reproducción de mismos patrones culturales y políticos en el ejercicio de la política.

Desde este enfoque el principio de autodeterminación de los pueblos debe criticar la Conquista y la colonización española; a la vez que la actuación de empresas y consorcios españoles es la continuidad de conquistadores y colonizadores españoles del siglo XVI.

El debate está servido, y la reflexión es obvia: ¿es el "indigenismo" el nuevo "comunismo"?.

En este día...


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