Revista Diario

Mezclando deberes con placer

Por Bebloggera @bebloggera

Por la_papio
Siempre recordaré el consejo que me dio una buena amiga cuando hablábamos de hombres y relaciones. Me dijo “nunca te metas con un compañero”, refiriéndose a la universidad o al ámbito laboral.

Crecí en un colegio de mujeres, por lo cual el tema nunca estuvo presente, y luego en la universidad el tema fue diferente. Antes de renunciar a mi primera carrera no había nadie a la vista, y luego, al volver a ingresar a otra, la diferencia de edad me molestaba. Por lo anterior mis parejas siempre estuvieron un poco ajenas a mi vida académica (por no decir universitaria o de estudiante).

Mezclando deberes con placer.

¿Qué pasa cuando tienes una relación (sea la que sea) con alguien de tu trabajo, o con quien compartes estudios? Si no seguí el consejo de mi amiga no fue por creer que era un principio fundamental de la vida, sino que por la simple razón de no haber tenido nunca la oportunidad ni la necesidad. Pero la vida es sabia, y a veces aunque no te enseña por la propia experiencia, sí lo hace a través de los demás, invitándote a observar lo que sucede alrededor.

Recientemente me encontré con un ex en la calle, y aunque no fue la peor situación del universo, agradecí un poco el no tener que enfrentarme constantemente a lo mismo una y otra vez. Debe ser espectacular compartir mil momentos, círculos de amistad, situaciones en común, estudios, trabajos y otros con tu pareja. Hay personas que dicen que es mejor para la relación que cada uno tenga su mundo, hay otros que creen que es rico tener a la persona que les interesa en cada ámbito de su diario vivir, yo no tengo preferencia por una situación, pero sí creo que debe ser terrible tener que ver constantemente a ese otro que elegiste en algún momento después de la ruptura, o incluso peor, verlo rearmar su vida cuando aun no sabes cómo rehacer la tuya.El “no te metas con compañeros” puede ser una buena regla para cuidarte de la molestia diaria de ver tu pasado arrebatado una y otra vez, pero al mismo tiempo te aparta de saber si aquella persona es la indicada para el resto de tu vida. ¿Quién te asegura que aquella persona que está trabajando al frente tuyo, o aquella que ves en cada recreo, o con la que te topas en la biblioteca, es el amor de tu vida?


Mezclando deberes con placer.

La lista de parejas que rompen y deben verse todos los días, por trabajo o estudios en común, es innumerable, tan enorme como puede ser la incomodidad diaria. Puede ser que después de todo te arrepientas o te preguntes por qué lo hiciste, por qué no te evitaste el mal rato, cómo tan torpe, etc. Yo veo la situación por fuera, y aunque me haya tenido que ver sufrir a muchas personas por estar en esta situación, debo decir que son valientes, por lo menos lo intentaron. No sé qué se sentirá, supongo que debe ser un vivir todos los días “el momento de enfrentar a tu ex”, cosa que otros tienen la suerte de vivir una vez en su vida, incluso mucho tiempo después del rompimiento. Personas valientes reitero, que deben armarse para la batalla a diario, y aunque por dentro sean un desastre, se arreglan para aparentar un “SO WHAT?”. Me saco el sombrero, me pongo de pie y aplaudo. Tal vez cuando superas esa rutina puedes decir: no hay nada que pueda ser peor, si pasé por esto mil veces, puedo enfrentar lo que sea


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