Revista Opinión

Mi análisis de la reforma laboral

Publicado el 14 febrero 2012 por Misterempresa

Mi análisis de la reforma laboral

Lo primero que se me ocurre pensar después de leer varias veces el Real Decreto-ley de la reforma laboral es que este es el texto de la CEOE. Si exceptuamos el tema del contrato único, que la patronal ha solicitado en varias ocasiones y que el Gobierno no introducido en el texto, el resto de medidas eran reivindicaciones empresariales. De hecho, algunos aspectos de flexibilidad que se pretendían conceder sólo a las pymes se abren en texto a todas las empresas independientemente de su tamaño.

En segundo lugar, decir que esta reforma va a servir para crear empleo es ser un auténtico iluso. Si dividimos las fases de las relaciones laborales en tres partes (contratación, condiciones de trabajo y despido) esta reforma apenas aporta nada al primer punto, que podría ser el elemento principal para que disminuyese el desempleo, más allá que lo principal para que se cree empleo es que se den las condiciones económicas y de mercado para que las empresas necesiten contratar.

 

¿Puede ser útil esta reforma para frenar la destrucción de empleo? Probablemente ese sea el principal objetivo de estas medidas, lo que sería triste porque demostraría que se ha hecho sólo pensando en las estadísticas y no en crear un buen marco legislativo para el futuro. Es preocupante la falta de imaginación de los legisladores para adoptar nuevas medidas. Los aspectos de la formación son muy aparentes y poco útiles, al igual que el nuevo contrato indefinido para emprendedores

El tema de la flexibilización de las condiciones de trabajo podría verse como un paso adelante, siempre que se utilice realmente para que las empresas en dificultades puedan adaptarse mejor a su situación, evitando los despidos con estas medidas y lo mismo ocurre con la opción de descuelgue de los convenios. Debemos pensar que, en la situación actual, hay que darle a las empresas, sobre todo a las pequeñas, instrumentos para adaptarse a las dificultades y no un sistema rígido que en la mayor parte de los casos lo único que consigue es abocarlas al cierre.

En cuanto al despido, partimos de la base de que el coste de despido en España era el más alto de los paises de nuestro entorno y, probablemente, había que cambiar ese aspecto. No conozco a ningún empresario que utilice para prescindir de alguno de sus trabajadores criterios caprichosos y si el coste del despido sólo es un factor intimidatorio para que el empresario no recurra a él, no creo que haya que basar la relación en las empresas en la intimidación, no por una ni por la otra parte.

En resumen, la reforma no es profunda ni ambiciosa. Su mayor pretensión es evitar nuevos despidos y no hay una medidas específicas para las pymes, que pueden ser los auténticos motores de la creación de empleo, más allá de los típicos regalitos (en forma de incentivos) que no aportan nada.

 


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