Revista En Femenino

Mi bebé se chupa el dedo ¿Qué hago?

Por Mamikanguro @MamiKanguro

Los niños pequeños se chupan el dedo porque les consuela y les tranquiliza. Tu niño probablemente practicó este hábito mientras estaba todavía en tu vientre y lo perfeccionó durante su primera infancia. Ahora podría volver a hacerlo cuando esté cansado, asustado, aburrido, enfermo, o tratando de adaptarse a desafíos como comenzar el preescolar o hacer un viaje largo en auto. Quizás también usará su pulgar para dormirse a la hora de dormir y ayudarse a dormir otra vez cuando se despierte en medio de la noche.

dedo

¿Qué puedo hacer al respecto?

Las siguientes pautas te pueden ayudar:

No te preocupes. La Asociación Dental Estadounidense dice que la mayoría de los niños pueden chuparse el dedo — sin dañar la alineación de sus dientes o mandíbulas — hasta que sus dientes permanentes empiecen a aparecer. (Los dientes permanentes usualmente no salen hasta alrededor de los seis años.) Además, chuparse el dedo no es igual de perjudicial para todos los niños. Los expertos dicen que son la intensidad de la chupada y el empuje de la lengua los que deforman los dientes y luego hacen necesarios los frenillos. Los niños que sostienen sus pulgares pasivamente en sus bocas tienen menos posibilidades de dañarse los dientes que los niños que chupan agresivamente. Observa a tu hijo y analiza su técnica. Si se chupa el dedo vigorosamente quizás quieras empezar a frenar su hábito más temprano, cuando tenga alrededor de 4 años.

Si el pulgar de tu niño se pone rojo y agrietado por chupárselo, puedes intentar aplicar pomada, crema, o loción hidratantes mientras duerme. (Si se la aplicas mientras está despierto, podría terminar en su boca.)

Déjalo hacerlo. Regañar o castigar a tu niño no ayudará, porque usualmente él no se da cuenta cuando se chupa el dedo. Además, presionarlo a parar pudiera intensificar su deseo de hacerlo aún más. Y técnicas como poner una venda elástica en su pulgar le parecerán un castigo injusto, especialmente porque él usa este hábito para consolarse y darse seguridad. Trata de esperar con paciencia. “Los niños usualmente dejan de chuparse el dedo cuando han encontrado otras maneras de calmarse y consolarse”, dice la pediatra Suzanne Dixon. Por ejemplo, aunque un niñito de 1 año que tiene hambre puede chuparse el dedo, un niño mayor (de 3 ó 4 años) podría simplemente abrir el refrigerador y buscar algo de comer o pedirle a los padres una botana.

Anticípate a su hábito de chuparse el dedo con otras actividades. Si puedes identificar los tiempos y lugares cuando es particularmente probable que tu niño se chupe el dedo — mientras ve la televisión, por ejemplo — podrías intentar darle un sustituto, como una pelota blanda que puede apretar o títeres con los que jugar. Si tiende a chuparse el pulgar cuando está cansado, añade más siestas a su horario. O si lo hace cuando está frustrado, ayúdale a expresar sus sentimientos con palabras. La clave es darse cuenta de cuándo y dónde ocurre este hábito, y distraer su atención ofreciéndole una alternativa.

¿Puede causar daño?

Depende de varios factores como la intensidad, frecuencia, duración en horas de cada episodio y de cuánto se prolongue con relación a la edad, es decir, si el hábito se prolonga mas allá de los 4 años, pueden producirse importantes alteraciones del crecimiento facial y dentario.

¿Qué tipo de daños puede causar?

  • Mordida abierta o anterior: Falta de contacto entre los incisivos superiores e inferiores al morder. El niño muerde sólo con sus molares.
  • Desplazamiento de los dientes: Protrusión de los incisivos superiores hacia fuera y retracción de los inferiores hacia adentro.
  • Falta de desarrollo adecuado del maxilar superior: Al succionar, la lengua se mantiene retraída por debajo del dedo, esto conlleva a que la misma no ocupe su lugar debajo del paladar, el crecimiento de la lengua es paralelo al del maxilar superior y es su estímulo, de manera que al no estar en su lugar, el estímulo disminuye y el maxilar crece menos

¿Qué debo hacer ante esta situación?

Hasta el año
Si el bebé tiene menos de una año no debes hacer nada ya que es absolutamente normal.

Luego del año
Identifica la causa del por qué se chupa el dedo como por ejemplo hambre, aburrimiento, ansiedad, suelo o alguna situación especial. Una vez que identificas el por qué puedes distraerlo con algo alternativo. Si tiene hambre puedes darle alguna galleta o snack, si tiene sueño llévalo a dormir la siesta, si lo hace cuando mira la televisión distráelo y juega con él, etc…

Terapia del recuerdo
Si el niño tiene más de 4 años, explícale que el dedo no debe ir a la boca y para recordarlo puedes preguntarle si quiere que le pegues alrededor de ambos pulgares o en el dedo que se succiona con más frecuencia una banda adhesiva con algún motivo infantil.

Terapia de recompensa
Luego de los 4 annos motivará al niño a dejar la succión para recibir recompensas.
Si el proceso se abandona antes de los 5 años, donde se inicia la dentición definitiva, la corrección de los defectos es sencilla y muchas veces absolutamente espontánea. De persistir, el niño puede en el futuro necesitar algunos años de ortodoncia.

Fuentes consultadas:


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