Revista Deportes

Mi caso por Josh McCown

Publicado el 14 marzo 2014 por Primeroydiez @Primeroydiez

Por Alberto Mussali

Mi caso por Josh McCown

34 años de edad.

Producto de Mark Trestman.

Nadie sin Brandon Marshall y Alshon Jeffery.

Suplente de carrera.

 

Aquellos son solo algunos de los argumentos relacionados con repentino rechazo al recién adquirido QB de los Tampa Bay Buccaneers. No obstante y ante todas las criticas y burlas, le tomó 2 minutos a Lovie Smith, un coach bastante reconocido, nombrar QB  titular de su nuevo equipo al “Ultimate Journeyman”, Josh McCown.

 

¿Así que 34 años de edad, no? A pesar de no ser la edad ideal para un QB titular, tres de los mejores cinco QBs de la liga (Manning, Brady y Brees) tienen más de 34 años y su juego parece no decaer. No se espanten, bajo ningún motivo compararía a McCown con los anteriores. Todo lo que trato de dar a entender, es que para QBs pasadores por naturaleza, la edad es simplemente un número.

 

Por otro lado, no olvidemos que McCown no ha recibido ni una cuarta parte de los golpes que un QB titular de 34 años carga consigo tras más de 10 años de experiencia profesional. Finalmente, recuerdo haber escuchado al tercer QB de los Chicago Bears, Jordan Palmer, decir que el QB de 34 años era el mejor atleta de la unidad de los Bears, la cual incluía a éstos dos y a Jay Cutler.

 

A lo siguiente, relacionado con el prodigioso sistema ofensivo de Mark Trestman, a quien admiro profundamente. No voy a negar que McCown se vio beneficiado de tener a un maestro tan ingenioso como Trestman. Sin embargo, quitarle todo el crédito a la persona que hizo las jugadas dentro del campo no sólo es ridículo, sino es una falta de respeto. Realmente creo que Trestman es un genio y que él resucitó a McCown, pero llamar la jugada es solo 50% del éxito. Hasta donde yo estoy enterado, también hay que ejecutarla.

 

Enfoquémonos ahora en el popular “no es nadie sin Marshall y Jeffery”. Éste punto realmente es cuestión de perspectiva, así que yo les daré la mía poniéndolo de esta forma: Jay Cutler tuvo las mismas armas que Josh McCown durante toda la temporada y su desempeño no estuvo ni cerca.  McCown promedió 228.6 yardas por juego, con un cociente de TD/INT de 13/1, es decir 13. Por su parte, Jay Cutler, recién contratado por 126.7 millones de dólares, lanzó en promedio 238.3 yardas por encuentro, con un TD/INT ratio de 19/12, es decir 1.58.  Si McCown no hizo nada por sí mismo y todo se atribuye al talento de su alrededor, Jay Cutler debió de haber tenido números muy similares. No fue el caso.

 

Finalmente, hablemos del último y más importante punto, el cual se centra en la idea de que debido a su carrera como suplente, Josh McCown es una mala contratación para Jason Licht y Lovie Smith. Lo único que puedo decirles, es que toda persona, independientemente de su profesión, tiene derecho a mejorar y a superarse. Ojo, no estoy diciendo que McCown va ir al Pro Bowl este año, solamente que juzgarlo por cómo jugó hace 8 años es bastante injusto. ¿De casualidad nunca han pensado que alguien simplemente puede adquirir confianza y mejorar en lo que hace?

 

Yo sí.

 

Todos los argumentos en su contra son válidos, pero debido a que no pueden ser corroborados dado que no ha jugado un solo snap con los Buccaneers, creo que el hombre se merece el beneficio de la duda. Al menos de aquí a septiembre.


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