Revista Economía

"Mi gobierno será business friendly"

Publicado el 28 octubre 2010 por Quim @Quim_Marques

Entrevista a Artur Mas, presidente de la Federación de Convergencia i Unió
El líder político catalán lleva en política casi toda su vida excepto un corto paso por la empresa privada. El delfín de Jordi Pujol, a pesar de ganar las dos elecciones anteriores, no consiguió lo suficientes apoyos y ha tenido que vivir en la oposición los últimos siete años. La difícil travesía del desierto le ha hecho madurar políticamente. En ese tiempo ha construido un sólido equipo entre los que destaca Oriol Pujol, hijo del exPresident.
La austeridad y la recuperación económica van a ser los ejes de su mandato. El reto de conseguir reducir el desempleo en Catalunya a la mitad se augura como de dificultad extrema.
Jordi Pujol se ha mostrado más partidario de trabajar para sacar a Cataluña de la crisis que de avanzar por la senda soberanista. ¿Está de acuerdo con el ex President con ese ‘ahora no toca’?No sólo estoy de acuerdo sino que en los últimos meses lo he venido repitiendo siempre que he tenido ocasión. En estos momentos, nuestra principal prioridad, en el caso de que la voluntad de los ciudadanos de Catalunya nos permita llegar al gobierno de Catalunya, será la economía. Es decir, lo prioritario serán aquellas políticas que nos permitan salir de la crisis, crear empleo y situar la tasa de paro en los niveles europeos. La educación será otra de nuestras prioridades. Debemos reducir el fracaso escolar de nuestros jóvenes, situado actualmente en un 30%. Ahora bien, aunque la superación de la crisis económica esté situada en el primer puesto de nuestros objetivos, no nos olvidamos de las relaciones entre Catalunya y España después de la sentencia del Tribunal Constitucional. En este sentido, forzosamente deberemos abrir una nueva etapa de relaciones que permita a Catalunya decidir su propio futuro de acuerdo con la voluntad mayoritaria de los catalanes.
¿Cómo afecta a CiU, tradicionalmente un grupo con mucha sensibilidad para con el empresariado, que las grandes corporaciones empresariales catalanas sean ya grupos globales, con más negocio en el resto de España que en Cataluña? Es una gran satisfacción. Para nosotros, nuestro mercado no es solamente Catalunya, ni España, ni tan sólo Europa. Nuestro mercado es el mundo. Y seguiremos trabajando para que cada vez haya un mayor número de empresas multinacionales catalanas de alcance internacional.
¿Cuál debe ser la actitud de la Generalitat hacia ellas y sus intereses en los próximos años?La actitud en relación a estas empresas será la que ha sido siempre: de apoyo y acompañamiento en su expansión. Del mismo modo que lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo con las pequeñas, medianas y microempresas. En caso de gobernar, en la próxima legislatura, el de Convergència i Unió será un gobierno amigo de las empresas, “business friendly”, que escuchará sus anhelos e inquietudes y que trabajará para reducir las trabas a la actividad empresarial. Asimismo aumentaremos el valor de la empresa y su función social: las empresas son uno de los principales activos de nuestro país.
¿Cuál cree que debería de ser la actitud de la Generalitat en torno a las consultas soberanistas pendientes?CiU ha defendido hasta ahora y lo seguirá haciendo el derecho a la libre expresión de la sociedad catalana a través de las consultas ciudadanas. Por ello, hemos concedido libertad a los grupos municipales para decidir su apoyo a las consultas soberanistas en sus municipios y seguiremos dándoles la misma libertad.
¿No le parece preocupante que haya generaciones de jóvenes en el interior de Cataluña que desconozcan el idioma castellano? ¿No es un grave problema en formación y competitividad que se agravará a medio plazo?Sería un problema si la pregunta que me hace tuviera una base sólida. Pero esta realidad no se da en Catalunya. En Catalunya no existe un solo niño o niña que desconozca el idioma castellano. En Catalunya no existe ningún problema con el castellano. Todos los jóvenes acaban la escolarización conociendo el catalán y el castellano como lo prueban las evaluaciones que se realizan periódicamente a nivel estatal. Tenemos una sociedad bilingüe y esto siempre es símbolo de riqueza. Pero nuestra apuesta no acaba aquí: queremos una sociedad trilingüe en la que los jóvenes dominen también el inglés u otra lengua extranjera y, en esta línea situaremos el camino en la próxima legislatura.
¿Cómo valora la posibilidad de gobernar en Cataluña apoyado por el PP y ayudar al PP en España en un futuro próximo? CiU aspira a obtener una mayoría lo suficiente amplia para no requerir el apoyo de ningún otro grupo parlamentario para gobernar. En estos momentos, el país necesita un cambio, con un gobierno fuerte que tenga una hoja de ruta clara para hacer frente a la triple crisis que estamos viviendo: la económica, la social y la política. Respecto a pactos con Madrid, queda tiempo aún para las elecciones generales. El papel de CiU en ese escenario ha sido siempre el de pactar con el gobierno central en beneficio de Catalunya e intentar ejercer un papel de responsabilidad, especialmente en materia de política económica, que permitiera a España seguir la dirección correcta que favoreciera el progreso, ya que esto también repercutía en Catalunya. Una responsabilidad que, todo hay que decirlo, en muchas ocasiones no han ejercido los dos principales partidos PSOE y PP, más centrados en la táctica electoral que en favorecer la economía. De todos modos, en esta nueva etapa que Catalunya quiere iniciar después de la sentencia del Tribunal Constitucional las cosas deberán cambiar: Catalunya quiere ser respetada y quiere decidir su propio futuro, y la negociación deberá situarse en este escenario.
¿Qué recuerdo guarda de la primera legislatura del PP en 1996?De aquella primera legislatura del PP recuerdo que desde CiU se consiguieron logros importantes que hasta entonces parecían imposibles como la supresión del servicio militar obligatorio, la desaparición de la figura de los gobernadores civiles, la sustitución de la Guardia Civil en la carreteras catalanas por los Mossos d’Esquadra, las bases para un nuevo modelo de financiación, y la transferencia de los puertos de interés general a las comunidades autónomas. No obstante, también recuerdo cómo cambió la actitud del PP después de conseguir la mayoría absoluta en el año 2000, y este recuerdo no es, en absoluto, positivo.
¿Cómo se plantea la política de pactos en caso de ser necesarios para gobernar?Como ya dicho anteriormente, en este momento no nos plateamos ninguna política de pactos. Trabajaremos para obtener una mayoría suficientemente amplia que nos permita gobernar en solitario. Cualquier pacto con varios partidos, aunque CiU estuviera entre ellos, seguiría siendo un “tripartito tres”. Debe haber una formación mayoritaria que pueda llevar a cabo su hoja de ruta, sin hipotecas ni muletas de ningún tipo. El momento lo precisa.
Usted ha anunciado que en la conformación de su gobierno primará la elección de los mejores por encima de miembros de la coalición. En ese escenario, ¿qué porcentaje máximo de consellers cree que sería recomendable que no fueran adscritos?No puedo hablar del organigrama del gobierno, con el detalle que me piden, porqué las elecciones aún no se han celebrado. Por tanto: primero deben celebrarse; segundo, deben ganarse; tercero, debe darse la coyuntura para formar gobierno; y, finalmente, si se da el caso, dibujar el organigrama del gobierno. Por esta razón, comprenderá que no le puedo contestar cuantos consellers serán personas no adscritas a la federación de CiU. A lo que sí me comprometo es a crear el gobierno de los mejores.
Sobre la decisión anterior, ¿se ve constreñido por los acuerdos con Unió (el 33% de las conselleries las decidirían ellos) o piensa actuar con total libertad?Como ya le he dicho, se tratará del gobierno de los mejores, y en eso coincidimos tanto desde Convergencia como desde Unió. En cualquier caso, en todas las democracias avanzadas la potestad para elegir los miembros del gobierno recae única y exclusivamente en el presidente del Gobierno.
En todo caso, ¿en qué escenario trabaja sobre el número total de conselleries que tendría el nuevo Govern?Permítame que insista: todavía deben celebrarse las elecciones. De todos modos, y a modo de reflexión general, en este govern hay que racionalizar el número de conselleries, suprimir direcciones generales, empresas públicas cuya función es dudosa, y altos cargos. Con la grave crisis económica que nos invade, y cuando muchas familias catalanas tienen problemas para llegar a fin de mes, mantener este esquema de gobierno supone un escarnio hacia ellos. Mi propósito es reducir entre un 20 y un 25% toda la superestructura política de la Generalitat.
En relación con algunas adjudicaciones de última hora que está realizando el tripartito (como el caso de la Xarxa Oberta a Mediapro), ¿piensan en retrotraer las concesiones o las respetarán?Es cierto que el tripartito ha practicado en los últimos meses una política de hipotecar las finanzas de la Generalitat hasta extremos insostenibles. Y ya le avanzo que revisaremos una a una cada decisión tomada.
¿Cómo enfocará la problemática financiación de Cataluña en los próximos años? ¿Podría activar más colocaciones de deuda de la Generalitat entre particulares o lo descarta?Nuestra apuesta pasa por el pacto fiscal catalán, lo que significa conseguir un modelo de financiación propio que nos permita recaudar todos los impuestos que pagan los ciudadanos de Catalunya. Con este pacto, en buena parte nuestros problemas de financiación se verían resueltos. Sin embargo, debemos esperar a ver, en caso de gobernar, la situación financiera real de la Generalitat de Catalunya, antes de tomar una decisión de este tipo. Nosotros no hemos criticado el uso de este instrumento. Lo que hemos hecho, en primer lugar, es denunciar la situación económica de la Generalitat que ha dado lugar a la toma de esta decisión. Y, en segundo lugar, creemos que el Gobierno catalán debería haber consultado con el principal partido de la oposición una medida de esta envergadura porque el coste de esta operación para la Generalitat es bochornoso.

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