Revista Boda

Mi gran boda guiri: el vestido (el definitivo)

Publicado el 03 junio 2015 por Boda 2.0 @boda20

Estos días por la capital hemos estado Mr. Lee y yo corriendo de un lado para otro cerrando temas con el local (vaya pedazo de local) y con los fotógrafos (vaya MARAVILLA de personas que hemos encontrado), y me he dado cuenta de que no os he contado nada sobre la elección de mi vestido. Fue hace ya meses, así que no tengo claro si mi vestido es de verdad mi vestido o lo que tengo es un una nebulosa mental entre las fotos de una misma probándoselo y la modelo del catálogo que me sonríe sexy desde el papel diciéndome ‘Si, maja, este es modelo que vas a llevar el gran día’.

En noviembre, después de probarme varias cosas, me acerqué al factory que Vertize Gala tiene en la carretera de Toledo. Animada por otras chicas que ya se habían comprado ahí su vestido, fui sin muchas ilusiones, porque (es verdad) soy una indecisa, y (también es verdad) me están empezando a dar cosica todos los vestidos de novia después de tanto probarme y de tanto tanto escribir sobre ellos. Total, que allí nos fuimos mi señora madre, mi amiga y dama de honor Mrs. C, y yo. Muy familiar todo.

En este centro no es necesario pedir hora y tienen un stock bastante considerable. La planta de arriba es la dedicada a novia y tienen catálogos de todo tipo de precios: de su propia firma y de outlet de otras firmas. Yo me quedé en la última colección por entonces de la propia tienda, y de ahí, catálogo en mano, decidimos qué vestidos me iban más. No soy fan de los super merengues (nunca me he visto vestida de princesa) y elegimos modelos más sencillos. Creo que me probé unos seis. La chica que me atendía me ayudó a probarme todo, además de ir contándome cómo funcionaba la historia: qué tipo de arreglos me harían, con cuanto tiempo, qué podía esperar de las pruebas sucesivas que llegarían cuando mi vestido estuviera allí…

Cuando llegamos al vestido que finalmente me compré, es cierto que me sentí bien. Me gustaba el corte, la tela… a pesar de haberlo visto antes en el maniquí y haber pensado que era feíto, al vérmelo yo puesto me gustó. Y mucho. La prueba definitiva llegó cuando mi madre me preguntó: “¿Puedes bailar una jota con él puesto?” Y, aunque yo soy la peor bailarina de jotas castellanas, allí nos pusimos las dos (mi madre tiene el nivel máster del universo en dichos bailes regionales) a ver si el vestido cumpliría las expectativas para el día B. Pasó la prueba, definitivamente. No pesaba nada y me permitía moverme con mucha gracia y soltura. Toma ya.

Así que llegaba la gran decisión: ¿me lo llevo? ¿ya? ¡Aún es noviembre! ¿y si engordo? ¿y si adelgazo? ¿y si? ¿y si? De repente se me cruzaron cuatro cables en la cabeza y dije, así, en voz alta: me lo llevo. Bueno, me lo llevo literalmente no, porque me estaba probando uno de muestrario cuatro tallas más grande que la mía y mi vestido no estaría en la tienda hasta mayo, pero vosotros me entendéis. Que, para todos los efectos, ya tenía mi vestido de novia.

La prueba será dentro de unas semanas (no hemos podido tenerlo para este viaje a Madrid, lo tendremos para el próximo), así que será entonces cuando os cuente qué tal el verme de nuevo dentro de ese vestido. Por ahora me quedo con que la tienda tiene muchas posibilidades a disposición de novias indecisas que quieren un vestido de novia (sea cual sea el precio, tienen muchas opciones diferentes de presupuesto), aunque encuentro algunas diferencias con las tiendas de Londres, como por ejemplo el tema tallas (allí me probé vestidos de mi talla, aquí tengo que imaginarme cómo me quedará exactamente el modelo en sí sin sobrarme tela por los cuatro costados, aunque me pusieran las pinzas pertinentes) y el tema fotos, aquí no he podido sacarme fotos con el vestido hasta que no dije que si, que lo compraba; allí me dijeron que por favor sacara todas las fotos que quisiera si al enseñarlas a familia y amigos me iba a ayudar a decidirme. En estos dos puntos, gana Londres. Pero, en general, las facilidades que me han dado para flexibilidad de pruebas y el amplio catálago de Vertize Gala me han gustado bastante, y animo a las futuras novias a que lo tengáis en cuenta el día que queráis probaros vestidos.

Vertiza Gala

Para saber más de esta tienda:

Vertize Gala Factory Toledo

Telf.: 925 516 735 /925 516 796.

Avda. de la Industria, 123
45230 Numancia de la Sagra (Toledo)

Para llegar en coche: Autovía Madrid-Toledo, salida 40 (se ve desde la autovía y es fácil llegar a la tienda desde ahí)

No se necesita cita previa


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