Revista Boda

Mi gran boda guiri: la primera toma de contacto con vestidos de novia

Publicado el 10 diciembre 2014 por Boda 2.0 @boda20

Estaba esperando a tener la fecha de la boda más “cercana” para empezar a hablar de estas cosas. La verdad es que como antes de que cambiáramos la fecha por décimoquinta vez se supone que íbamos a casarnos en junio de 2015, fue en junio de este año cuando empecé a mirar vestidos. He de decir que en España te miran muy mal por querer probarte vestidos un año antes de tu boda, como si estuvieras loca. No estoy loca, vivo fuera y no sé dónde será mejor comprarme el vestidito en cuestión y, dado que no viajo a casa cada fin de semana, tampoco era una locura empezar a mirar un año antes, justo en el mes en el que coincide que estoy en España. Bueno, pues parece que sí. Hay señoras de las tiendas de novias que viven ancladas en 1963, y que cualquier cosa que una novia pizpireta les diga les vendrá mal porque se sale de su encuadre y de sus miras (que no llegan muy allá). Eso es así. Así que punto número uno: obviar aquellas tiendas que no quieren vender y que no saben dar un trato al cliente en condiciones. Quedaos con vuestras clientas también de 1963 (que hay muchas).

Punto número dos: no tengo ni idea de qué quiero (si de lo que no quiero) así que… necesito que me asesoren. Por ello decidí echar un vistazo a una página de una tienda multimarca en el centro de Madrid para poder probarme cosas diferentes. Y así dí con Eva Novias, en la calle Goya 84, en Madrid. Como había varias cosas que podrían encajar con lo que buscaba, decidí pedir hora y allí que me fui un martes a las cuatro de la tarde con mi madre, mi tía y mi prima. Resultó que mi propia tía se había comprado su vestido de novia en aquella tienda hará cosa de 26 años.

He de decir que la mujer que nos sacó el catálogo no era la alegría de la huerta (y que tampoco pensaba que estuviera bien que mirara mi vestido con tanta antelación). Pero, al seleccionar los seis vestidos que seleccionamos, la cosa cambió de tercio mucho. La asesora con la que tuve la suerte de dar era una mujer encantadora, además de que sabía de qué ‘iba la vaina’. Es decir, tras probarme dos de los vestidos entendió perfectamente cual era mi estilo, con qué me sentía cómoda y resultó ser de mucha ayuda, además de simpática y de ese tipo de personas que te hacen sentir muy agusto.

Los dos vestidos ganadores aquella tarde fueron dos maravillosos modelos de YolanCris (obviamente, sabía que me iban a gustar…). Resultó además que los de muestra eran prácticamente de mi talla y me sentía genial dentro de ellos. Al final el elegido ha sido otro, pero aún nos quedan más tiendas y firmas que ver antes de que os cuente esos detallitos…

Y… ¿cómo es eso de probarse vestidos por primera vez? Pues chica, esperaba que fuera más emocionante, pero igual es que no era mi día. Hacía un calor de mil demonios y por la medicación tenía los tobillos que parecían dos columnas dóricas, así que mi humor no era genial. Reconozco, eso sí, que cuando por fin te sientes como que ‘éste podría ser mi vestido’ te sale una sonrisita pava, y te sientes guapísima, no disfrazada (que es la sensación con otros vestidos, que dices ‘bu, madre mía, si así parezco una mamarracha’).

Así que, en resumen, lo que puedo decir es que desde mi propia experiencia, en esta tienda cuentan con firmas interesantes y personal cualificado para ayudarte a encontrar tu vestido, ¡no dudéis en echarle un vistazo!

Guayana

Timor

Los dos vestidos de los que me enamoré, el Guayana y el Timor de YolanCris. Aunque reconozco que el que va a ser mi vestido al final… ¡no se parece en nada a éstos!


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