Revista Infancia

¡Mi hijo no sabe jugar solo!

Por Mamapsicologain @mamapsicologain
En muchas ocasiones cuando hablo con otras mamás, uno de los temas que suele repetirse en nuestras conversaciones es sobre el modo que tienen de jugar nuestros hijos. Normalmente nos solemos quejar que no saben jugar solos y que nos reclaman por y para todo. Claro, es normal que ante esta situación nos preguntemos si es que no son capaces de jugar solos por edad o porque son muy dependientes o bien ... por lo que sea.
¡Mi hijo no sabe jugar solo! http://www.freedigitalphotos.net

Algunos niños quieren que siempre estemos con ellos, todo el tiempo, jugando con sus muñecas, haciendo puzzles, leyéndoles un libro o haciendo castillos de arena. Cuando nuestros hijos nos reclaman todo el tiempo para jugar, ya sea en casa o en el parque, debemos saber que es bueno que de vez en cuando les dejemos jugar solos, aunque al principio nos cueste un poco a todos.


El juego individual o en solitario, al contrario de lo que muchas mamás y papás piensan, no es malo, es más, los niños a partir de los 2 añitos ya saben perfectamente distraerse solos jugando con sus cosas. Es muy importante que jueguen de vez en cuando solos para su desarrollo cognitivo y emocional ya que el juego en solitario, sin la intervención constante de un adulto, les permite explorar el mundo que les rodea y aprender otros modos diferentes de jugar y de relacionarse con sus cosas y entorno. 


Jugando solos, nuestros hijos aprenden a tomar decisiones por ellos mismos y si se equivocan nadie les dice nada como por ejemplo "cariño, así no", "de este modo no vas a poder", o frases por el estilo, es posible que te reconozcas,¿verdad?.

Recordemos que también es importante que vayan jugando solos para desenvolverse en el terreno del juego simbólico, y éste empieza sobre los 2 años, cuando ves a tu hijo, por ejemplo, cogiendo su muñeco, acostándole en una cunita y hablándole. Esto es juego simbólico.

Jugando solos, nuestros hijos pueden hacer y decir cosas que quizás delante de un adulto no harían porqué están prohibidas o porqué se sienten un poco avergonzados, como por ejemplo decir alguna palabrota o poner caras interesantes. 

Permitir que nuestros hijos jueguen solos no significa que les dejemos solos en una habitación, sin ningún tipo de supervisión, ni tampoco que les entremos en los parques infantiles permaneciendo sentados en un banco tres o cuatro metros más lejos. No, no hablo de este tipo de juego a solas. Esto no favorece para nada lo que estamos intentando. Hablo de estar juntos, cada cual realizando sus propias tareas y estando disponible cuando nuestros pequeños nos reclamen para resolver alguna dificultad.

Si lo que queremos es que aprendan a jugar solos lo que deberíamos evitar es dejarlos en una habitación a solas, donde lo que probablemente sentirán es abandono y desinterés por nuestra parte hacia ellos. 


Si lo que pretendemos es que nuestro pequeño de dos o tres años vaya cogiendo el hábito de jugar él solito, porque así lo necesitamos todos, debemos empezar poco a poco. Primero jugaremos juntos, para ir dejando pequeños espacios en los que sólo jugará él o ella, nosotros permaneceremos a su lado pero sin intervenir de ninguna manera.

Cuando hayamos conseguido que nuestro hijo vaya jugando solo, ya sea haciendo construcciones con bloques, plastilina, mirando cuentos, pintando o lo que quiera hacer en ese momento, nosotros podremos hacer una actividad distinta, ya sea responder un correo electrónico, planchar, leer o lo que deseemos hacer. 

Es importante saber que a esta edad, dos o tres años, es normal que nuestros pequeños no svayan reclamando y que quieran que estemos por ellos, así que tampoco hay nada de malo en atenderles siempre que nos lo pidan, aunque sea para decirles "ahora no puedo cariño, te ayudo cuando termine". 

Poco a poco, veremos como nuestro pequeño va cogiendo el hábito y podrá jugar individualmente sin nuestra ayuda. Pero cuidado, jugar en solitario es beneficioso para su desarrollo pero no abusemos de ello. Dejar que siempre estén jugando solos también les priva de nuestra atención y participación en su mundo emocional. Para ellos y para nosotros es fundamental encontrar el equilibrio entre juego en solitario y juego compartido, el tiempo de juego en común proporciona también una gran cantidad de ventajas que no deberíamos menospreciar.


Volver a la Portada de Logo Paperblog