¡Mi mamá tiene un niño en su panza!

El Peque ha sido el Rey de la Casa durante 5 años, nunca nos ha pedido ningún hermanito, y si le sumamos que tanto la educadora de la guardería como la tutora de P3 nos habían dicho que cuando en clase hablaban de hermanos nuestro hijo no quería ni oír hablar de ello…pues entenderéis que teníamos cierto “pánico” de la reacción que pudiera tener cuando le dijésemos que dentro de unos meses tendrá que compartir trono.

Pero, ¡cuál fue nuestra sorpresa! ya hacía algunos días que, viéndome vomitar tanto, el Peque ya había intuido algo y me dijo “mamá, ¿no quieres decir que tienes un niño dentro de la barriga?” (vamos, llámale tu tonto al niño je), pero yo le iba dando largas. No fue hasta la semana 12, ya superado el primer trimestre y comprobado a través de la ecografía de control que el embarazo va viento en popa, que decidimos soltarle la noticia.

Cuando llegó a casa, le enseñamos la ecografía (donde por suerte se intuían las piernas y los bracitos) y le dijimos que tenía razón, que había ido al médico y que me ha visto que tengo un niño o niña en la barriga. Su respuesta: empezó a dar saltos de alegría, se puso muy nervioso, correteó por todo el comedor y enseguida empezó a contar la buenanueva a los abuelos. Se ha pasado todos estos días dándole besos a mi barriga y contándole a toda la gente, y cuando digo TODA es TODA, conocidos y desconocidos, que su mama tiene un niño en la panza.

Ésta ha sido la primera experiencia nueva que he vivido como futura bimadre, y que es un momento muy mágico y especial, el decirle a mi hijo que tendría un hermano. A partir de entonces, me estoy dando cuenta que esta segunda maternidad la voy a saborear mucho más, de una manera diferente, con la experiencia de ser ya madre y la vivencia de tener ya otro hijo con quien compartirla, tanto para lo bueno, como para lo malo.

Y a vosotr@s, ¿cómo se tomaron vuestros hij@s la noticia?