Revista Cultura y Ocio

Mi padre se me escapa

Publicado el 01 noviembre 2016 por Molinos @molinos1282

Mi padre se me escapaSe me escapa. Hoy hace 19 años que murió mi padre. Llevo escribiendo sobre él desde que tengo el blog, hace casi nueve años, unas veces para recordarle en el último día que le vi, como hoy, y otras veces porque tenía historias, anécdotas o sensaciones que contar sobre él, sobre mí con él o sobre su ausencia y lo que eso ha supuesto en mi vida. 
Llevo semanas pensando en este post, le he dado vueltas y más vueltas mientras conducía, mientras me duchaba, mientras preparaba la comida, mientras escribía otras cosas. Y he llorado, sobre todo conduciendo, porque he llegado a la conclusión de que ya no tengo nada más que decir y de que lo que he dicho cada vez es más pequeño, más insignificante. El luto hacia delante es un camino por el que avanzas aunque no quieras y por eso mi padre y mi relación con él está cada vez más lejos. La distancia que nos separa cada vez es más grande. Yo avanzo sin remedio, crezco, me hago mayor, me pasan cosas y me alejo sin remedio. Mis recuerdos sobre mi vida con él, los 24 años que pasé con él y de los que sólo recuerdo 20, con mucha suerte, jamás crecerán. Este año me he dado cuenta de que los recuerdos, las sensaciones, los sentimientos que tengo sobre él son los que son, están fosilizados, cristalizados y congelados. Durante un tiempo esa colección de recuerdos ha sido como un caminito de miguitas que me permitía mirar atrás y me conectaba con él y con quién yo era con él. Esa cristalización de mi pasado no crecerá nunca y, me he dado cuenta este año, pensando en escribir sobre mi padre, de que según avance por la vida esas migas, esos recuerdos, tendrán que estar cada vez más y más separados para poder conectarme con mi padre y con quien yo era con él... y llegará un día en que perderé esa conexión, lo perderé a él y me perderé a mí con él.  
Decía Joan Didion que en el luto, hay un momento, que uno no considera nunca hasta que le pasa, que es aquel en el que tras pasarte un año pensando "hace un año estábamos haciendo tal o cual" o "hace un año me dijo no sé qué", piensas "hace un año ya no estaba". 
Ese momento para mí pasó hace muchos años, pasé llorando el momento en que me di cuenta de que ya no me acordaba de su voz y el día en que fui consciente de que ya no era la persona que él había conocido. Lo que no me esperaba era este relámpago de conciencia al darme cuenta de que lo estoy perdiendo cada día que pasa  y no puedo hacer absolutamente nada para remediarlo. 
Siento que mi padre se me escapa y que lo único que puedo hacer es coger mis recuerdos cristalizados y apretarlos muy fuerte en el puño para no olvidarlos.
Ese puño es este blog...

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