Revista Recetas

Mi primera 5k

Por Facildedigerir @facildedigerir

Texto original escrito por Ana.  Sígueme en Twitter.

Mi primera 5k

 

Me ha llevado una semana digerir la experiencia de correr mi primera carrea de 5 kilómetros.  Aunque por supuesto que representó un reto físico, la verdad es que la parte de entrenamiento y condición no fue tan difícil, sino más bien el reto fue interno.

 

Sanando y cambiando un entrenamiento a la vez

Como les había platicado en mi entrenamiento para correr 5k, cuando decidí ponerme  esta meta en mis 30 antes de 30, lo hice para confrontar una creencia limitante: “no puedo correr”, “correr no es para mí”, “correr es difícil”.   Así que me propuse salir de mi zona de confort, no solo para retar a mis músculos, sino, más importante, para retar mi autoconcepto.

 

Durante todo el proceso de entrenamiento estuve auto-observándome, incluso hice ciertas anotaciones en un diario que llevo, porque fui descubriendo cosas muy interesantes.

 

Por ejemplo, en cuanto sentía un poco de cansancio o que “ya no podía más” me venían a la mente muchos recuerdos negativos de mi infancia, volvía esa misma sensación de mi niñez de “no puedo, es difícil, soy mala para esto”.  Es fabulosa la conexión corpo-emocional y cómo el movimiento de nuestro cuerpo mueve también emociones, pensamientos y recuerdos.

 

Entonces decidí que cada vez que esos pensamientos e imágenes vinieran a mí, los sustituiría poniendo una imagen positiva de mi infancia en la mente: elegí varios momentos en los que yo me veía tranquila, alegre, segura y oh maravilla!  Con esa imagen en la mente, paré la charla interna negativa y en automático empezó a surgir una charla interna positiva.  Era inevitable sonreír en esos momentos y cuando menos lo pensaba había cumplido con el entrenamiento del día y…más profundamente, había sanado una parte de mí, un entrenamiento a la vez.

 

Es un hecho que el ejercicio físico realmente es un trabajo mental.

 

Conforme fue pasando el tiempo, me di cuenta que, igual que como ya me pasaba con la yoga o el baile, simplemente dejé de pensar, mi mente dejó de fugarse y solo me concentraba en correr.

 

Es un hecho también que el ejercicio físico es una forma de  meditación.

 

La carrera

Todo inició desde que fui a recoger mi paquete para la carrera en una tienda padrísima Road Runners, tener mi playera y mi número fue muy emocionante.

 

Mi primera 5k

Una noche antes me acosté temprano pero la verdad es que la excitación no me dejó dormir tan profundamente.  Me levanté con muchísima energía a las 5:30 am y fue muy emocionante ponerme mis shorts, tenis y  mi playera oficial.

 

Como no me quedé en mi casa no me pude hacer mi propio smoothie antes de la carrera, pero encontré una buena alternativa de la marca Naked que se llama Protein Zone, no tiene azúcar ni aditivos sintéticos, solamente una mezcla de frutas y proteínas de soya y suero.  220 kcal y 16 g de proteína.

 

Llegamos a Balboa Park a las 7:00 am, como buenos gringos, todo lo tienen súper bien organizado: estacionamiento, voluntarios, señalización, etc.  Desde que vi a toda esa gente contenta, lista, me empecé a llenar de energía.

 

Me encantó ver tanta gente unidad por una causa, muchas ONG’s, grupos de personas que recaudaron fondos, y la gran mayoría corriendo por alguien, algún ser querido que se encuentra enfrentando el cáncer de mama o que falleció a causa de la enfermedad.

 

Al colocarme en la línea de salida recordé una frase de mi maestro: “la experiencia te da en la medida que tú te das a la experiencia.”

 

A las 8:00 am en punto sonó el cornetazo de salida y ¡vámonos!

Mi primera 5k

Como San Diego Race for the Cure es una carrera muy familiar y recreativa, hay de todo, y en un inicio fue un poco difícil esquivar carreolas, grupos con pancartas…pero tras rebasar esa primera “masa” fui encontrado mi  lugar y mi ritmo.

 

Cuando llegué a la primera milla me sorprendió que me sentía muy bien y conforme avanzaba la carrera, me fui sintiendo cada vez mejor, sin cansancio, sin dolor ni incomodidad.  Simplemente bien, fluyendo. Estuve escuchando a mi cuerpo y me encanto sentir cada parte: mis pies, mi corazón, mis pantorrillas, mis muslos, mis rodillas, mis brazos, mi nariz…todo en armonía y ritmo.

 

La música me ayudó mucho a concentrarme.

 

La parte final de la carrera es un tramo por el freeway 163 con una subidita, para entonces ya traes el sol de frente, pero no paré.

 

Al ver la línea de meta, es como sentir un propulsor en los pies, empecé a correr más y a gritar de alegría.  Mi tiempo: 40:12 minutos.

 

 

Mi primera 5k

 

¡Lo hice!  ¡Meta número 1 de mis 30 antes de 30 cumplida!

 

En vez de un gatorade o similares, tomé agua natural de coco natural para recobrar balance de electrolitos.

 

Para celebrar, disfruté un delicioso desayuno en The Naked Café una cafetería con alimentos orgánicos, integrales, todo es vegetariano o vegano, tienen varias opciones libres de gluten…o sea mi tipo de lugar

;-)

 

Mi primera 5k

Huevo orgánico con espinacas y feta, quinoa, salsa y tortilla integral con espinacas.

Mi primera 5k

Whole Grain Coconut French Toast

 

¡Sí puedo!

Lograr esta meta significó para mí cambiar el   “No puedo” por el “Sí puedo, si quiero”.  Las creencias forman un sistema en nuestra mente y cuando mueves una, todo lo demás se ajusta también.

 

Toda la semana he tenido una energía increíble, las ideas fluyen, la confianza aumenta.  Hoy sé que yo decido ser quien quiero ser y yo puedo logar lo que me proponga.  Hoy sé que puedo con retos, que puedo afrontar mis miedos y que hacerlo, me acerca más a  mi ser.

 

Conocí a mi cuerpo desde otra perspectiva, y aunque no sé hasta qué punto quiero llevar este deporte, sé que voy a seguir corriendo.

 

Aprendí que para lograr lo que quieres ser, debes hacer un plan, ponerte metas, fechas y trabajar diario para lograrlo, un día la vez, con el entusiasmo de darte a ti, lo mejor de ti.


Como dice esta lindísima viñeta de www.72kilos.com Mi mejor medalla fue conocerme mejor a mí misma.

Mi primera 5k

Agradezco a mi esposo por acompañarme en esta, y todas mis aventuras, por llevarme, traerme, echarme porras, tolerar mi prisa, mis nervios y compartir mi alegría.

 

Los invito a escoger algo que les de miedo, que se les  haga difícil, imposible y ¡háganlo!  Siempre podemos mucho más.


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