Revista En Femenino

Mi reto Rinoceronte Naranja: una semana después

Por Ladya
Hace una semana os explicaba la historia de una madre norteamericana anónima que, un día, tomó conciencia de que gritaba mucho a sus hijos y decidió dejar de hacerlo. Para ello, creó todo un reto al que llamó "The Orange Rhino Challenge" y que podéis conocer en su blog.
Yo decidí unirme al reto y me propuse una semana sin gritos.
La semana ha pasado ya y, aunque podríamos decir que he conseguido mi objetivo de no gritar, no estoy plenamente satisfecha. Es cierto, no he gritado... Pero en muchas ocasiones me he enfadado por tonterías, he contestado de forma inapropiada o agresiva... Gritar no grito, pero hay otos aspectos que corregir en mi actitud y comportamiento con mi hija mayor y que, al igual que los gritos, pueden ser igual o más de hirientes para una niña pequeña.
En mi defensa diré que no es fácil ser madre de dos fulltime. Con una niña de casi 5 años repleta de energía, con ganas de saber, de explorar, preguntar,... Ella no entiende que su hermana de 4 meses necesita también un tiempo y unos cuidados y que yo solo soy una y no puedo partirme. Tampoco entiende que yo apenas duermo, que voy arrastrándome por la vida, cansada y sin energías....
Sea como sea, tengo que cambiar, tengo que ser mejor. Mis hijas merecen ese cambio.
Así que, tras una semana sin gritos, voy a intentar empezar una segunda semana sin gritos, sin enfados y sin malas contestaciones.
En el blog de The Orange Rhino, podemos encontrar los 12 pasos para dejar de gritar a nuestros hijos, aunque creo que podemos aplicarlo a cualquier comportamiento que queramos cambiar ( aquí va mi adapto-tradicción cutre salchichera ):
  1. Tomar conciencia que tenemos que cambiar: Para mi, desde luego es lo más importante. Detectar nuestros errores y aceptarlos es lo más difícil de todo el proceso.
  2. Fijar una meta: Fijarnos un objetivo nos ayudará a mantenernos firmes en nuestro reto y nos proporcionará confianza en nosotros mismos. Creo que es fundamental fijar un objetivo asequible: un día, una semana, un mes,... Cada una debe decidir que tiempo considera que puede ser asumible para ella
  3. Compartirlo: Compartir nuestro objetivo con amigos, familiares o con la tribu 2.0 lo convierte en algo real.
  4. Crear una red de apoyo: tenemos la suerte de haber creado una tribu gracias a las redes sociales. Y, gracias a Cecilia Jan, tenemos hasta un par de hashtags para poder expresarnos, apoyarnos, etc. Podéis seguirnos en twitter con los HT #rinonaranja y #yanogrito. A mi me ha sorprendido muchísimo la gran comunidad que se ha creado en pocos días y la cantidad de gente que se ha unido al reto.
  5. Registrar los detonantes: la creadora del reto nos propone llevar un registro de los momentos en que gritamos: Cuando grité, porqué, cual era mi humor en ese momento, de que humor estaban mis hijos, que momento del día era, que estabamos haciendo,.... Este registro nos servirá para anticiparnos a las situaciones conflictivas, identificar problemas y crear estrategias para prevenirlas.
  6. Empezar practicando lentamente: es obvio que, si gritar se ha convertido en un hábito, dejar de hacerlo no se consigue de un día para otro. La creadora del reto buscó formas alternativas y dejo de gritar a sus hijos para gritar dentro de los armarios, en el baño,....
  7. Continua practicando: conforme va pasando el tiempo, ya no necesitaremos gritar a nuestros hijos y podemos centrarnos en encontrar y probar nuevas estrategias para redireccionar las situaciones conflictivas.
  8. Centrarnos en el reto: Para mantenernos centrados en el reto, la creadora nos propone utilizar cosas naranjas, ya sea para vestir, comer, o escribir... cualquier cosa vale para tener el reto siempre presente.
  9. Persevera cuando grites: hay que aceptarlo, somos humanos y, como tal, no somos infalibles... Así que, si gritamos, debemos perseverar, mantenernos firmes en nuestro objetivo, pero sin ser intransigentes con nosotros mismos... Dejar de gritar es un proceso, y como tal hay que tomárselo
  10. Celebralo cuando lo consigas: todos necesitamos un refuerzo positivo para saber que estamos en el buen camino y animarnos a seguir.
  11. Deja de gritar, piensa, cálmate: Ante una situación en la que gritaríamos, mejor no hacerlo, pensar en que nos ha molestado y calmarnos.
  12. Recuerda: No estás sola, hay mucha gente apoyándote y que cree en ti

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