Revista Espiritualidad

Mi santidad bendice al mundo

Por Ipiera68 @Iciar_Piera

"Esta idea contiene los primeros destellos de tu verdadera función en el mundo, o en otras palabras, la razón por la que estás aquí. Tu propósito es ver el mundo a través de tu propia santidad. De este modo, tú y el mundo sois bendecidos juntos. Tu santidad es la salvación del mundo. Te permite enseñarle al mundo que es uno contigo, sin predicarle ni decirle nada, sino simplemente mediante tu sereno reconocimiento de que en tu santidad todas las cosas son bendecidas junto contigo." L-37: Mi santidad bendice al mundo <3

Estás aquí para bendecir, para extender tu santidad, para reconocerla en los demás y así reconocerla en ti. Nuestra función es ser la luz del mundo y sólo podemos ser esa luz cuando nos damos cuenta de que nuestra mente solo puede bendecir. Bendecir es recordar, es unirnos en un sólo propósito, es curación.

La idea de bendecir fue una de las primeras que empecé a poner en práctica de manera sencilla sin saber muy bien que estaba haciendo y porqué. Simplemente cuando alguien se me venía a mi cabeza decía internamente: " Eres Espíritu, completo e inocente, todo está perdonado y olvidado". Así con cada persona o imagen de alguien que se me venía a la cabeza. Cuando mi mente empezaba a entrar en conflicto con alguien, a discutir, a juzgar, simplemente daba un paso atrás fuera del conflicto y recordaba: " Eres Espíritu, completo e inocente, todo está perdonado y olvidado. " Así de sencillo.

Nuestra mente es santa y por lo tanto su función es bendecir. Nuestra mente no puede emitir juicios, no puede culpar, o condenar. Esa parte de la mente que cree y justifica el conflicto no somos nosotros.

Hay una historia de Helen Schuman y Bill Therford, los escribas de Un Curso de Milagros, que siempre me ha gustado pues habla de la sencillez de la curación, de la sencillez del camino de Jesús, de cómo al unirnos a través de la mente a los otros podemos llevar luz a aquellos que se encuentran sumidos en la oscuridad. Iluminamos nuestra propia mente al mirar desde nuestra propia santidad a la santidad de los demás. Y esa es nuestra única función aquí. Me gusta la imagen de que cada bendición es una vela, una chispa de luz, que se enciende. Y esa vela enciende a su vez otras hasta que al final solo hay luz.

La historia dice así: "Bill y yo estábamos concentrados en un informe de investigación. Bruscamente solté los papeles y dije con mucho apremio: "Rápido Bill, tu amigo Alan, el que conocimos en Chicago hace unos días, está pensando en suicidarse. "Debemos enviarle un mensaje". Bill se sentó junto a mí y yo envié un serio mensaje telepático a Alan. Las palabras que utilicé fueron: "La respuesta es la vida, no la muerte". Al acabar le dije a Bill: "Seguro que no era verdad". Sin embargo, me equivoqué y resultó además que había sido muy precisa. Bill llamó a su amigo esa tarde para preguntarle si estaba bien. Alan estaba feliz de que le llamase. Le dijo que había estado muy deprimido y había cogido un arma esa noche, pero que de repente algo lo retuvo y dejó la pistola."

Me encanta esta historia porque me recuerda que no hace falta nada más que un instante de reconocimiento para que la obscuridad deje paso a la luz. Un sólo instante en que recuerdo Quien Soy y cual es mi función. :) <3

"Hay quienes no necesitan tu presencia física. Pero te necesitan tanto, e incluso más, en el instante en que te soy enviados. Los reconocerás en la forma que sea más útil para ellos y para ti. No importa como lleguen. Serán enviados en la manera que resulte más beneficiosa: un nombre, un pensamiento, una imagen, una idea, o tal vez simplemente una sensación de que te conectas con alguien en alguna parte. La unión está en manos del Espíritu Santo. No puede dejar de darse." Anexo de Un Curso de Milagros <3

Todo encuentro es un encuentro santo, ya sea en la forma o simplemente como pensamiento. Todo aquel que llega a ti lo hace con un propósito, ayudarte a recordar Quien Eres y cual es tu función aquí, y por lo tanto ayudarte a ser feliz, ya que tu función es ser feliz. Y el instante en que son enviados a ti es el instante en que te cruzas con esa persona, o ese nombre o esa imagen aparecen en tu mente. :)

Hoy vamos a recordar que nuestra mente solo sabe bendecir así que cada vez que alguien venga a tu mente, o te cruces con alguien, o alguien te hable de alguien que lo está pasando mal, o veas en la televisión alguna catástrofe, en lugar de dejarte arrastrar por el drama, vamos a llevar a cabo nuestra función. Puedes hacerlo de muchas formas. Yo te dejo algunas de las que yo suelo utilizar. Una ya os la he dicho, mentalmente digo: " Eres Espíritu, completo e inocente, todo está perdonado y olvidado". Otra es " Te ofrezco paz y dicha, para que la paz y la dicha sean mías". Otra es " Yo te bendigo", o " Eres inocente", o " Eres la luz del mundo", o " Te ofrezco el milagro que necesites ". Hay muchas formas así que deja que aquella que más resuene contigo simplemente llegue a tu mente. Estás simplemente recordando. :)

Hace un tiempo, cuando empecé con el estudio del Curso recuerdo una situación relacionada con este tema. Por aquel entonces estaba dejando de lado las sesiones de coaching y un cliente, con el que ya había trabajado en alguna ocasión, me pidió por favor una sesión porque no se encontraba bien. Él insistía, pero la verdad es que yo no sentía el hacer la sesión, así que el conflicto empezó. Yo veía que si hacía lo que él quería, él ganaba, tenía su sesión, y yo perdía. Y si era al revés, yo ganaba y él de alguna forma perdía. Así que estaba en medio del conflicto sin ver una salida hasta que decidí sentarme tranquilamente y pedir guía. La guía que recibí es que "mientras me estuviese fijando en los intereses del mundo, nunca habría un "ganamos todos", siempre habría uno que ganaba a costa del otro. Pero si recordaba que estábamos unidos en un mismo propósito (ser felices), todo se arreglaría". Así que me sentí guiada a sentarme y unirme a esa persona mentalmente mientras recordaba "Eres espíritu, completo e inocente, todo está perdonado y olvidado". Estuve un rato en quietud hasta que recuperé mi paz. No sentí hacer nada más, ni ponerme en contacto con esa persona, ni tener la sesión. Al día siguiente recibo un correo de este cliente en el que me decía: "Ayer me levanté muy mal, pero hubo un momento en que me acordé de tí y era como si en mi mente escuchase las palabras que tantas veces me habías dicho en las sesiones. Así que pensé: ¿Qué me diría Iciar en esta situación? Y recordé lo que tantas veces habíamos hablado en nuestras sesiones, y empecé a sentirme bien automáticamente." Terminaba de la siguiente manera: "No se que has hecho Iciar, pero GRACIAS". ;)

Se una luz para el mundo, cumple tu función y se feliz. :) <3


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