Hoy hemos invitado al blog a Adrián Fernández, estudiante universitario y blogger, para que nos cuente su mejor truco para enfrentarse a los exámenes. Más información sobre Adrián al final del artículo. ¡Os dejamos con él!
Cuando se acercan los exámenes, algunas asignaturas pueden haberse vuelto demasiado grandes y es posible que hayas perdido la perspectiva de lo que tienes que estudiar. En ese momento, es necesario aclararte para saber a qué te enfrentas. Mi mejor truco para organizarme rápido, y sin perder tiempo ni energía, son lo que llamo microesquemas.
Con un microesquema tendrás claros de un vistazo los temas de una asignatura, cuáles son los más importantes y qué tiene más posibilidades de caer en el examen.
¿Cómo se Hace un Microesquema?
Lo primero es lo primero: poner orden. Revisa cuáles son los temas de la asignatura y escríbelos en orden. También es importante que anotes los subtemas (partes de cada tema), en caso de que los haya.
Si algún tema incluye ejercicios o problemas, yo los añado como un subtema más. Así queda claro que tengo que estudiarme la teoría y además practicar los ejercicios.
Deja hueco debajo de cada título, porque te puede venir bien para el siguiente paso.
Cuando tienes esa estructura, es momento de añadir información útil de la que no viene en los libros. Por ejemplo, marca de alguna manera aquello que en su momento fue importante para el profesor o el tema con el que se tiró más tiempo del necesario, ya que tendrá más papeletas de ser una pregunta del examen. Además, cualquier nota que escribieses en clase dándole prioridad a algo, pásala a tu microesquema.
También debes ser consciente de lo que tienes que memorizar. A veces basta tener claros los conceptos pero, a algunos profesores, les gusta que memoricemos datos y definiciones. En esos casos, pon una pequeña lista de aquello que tienes que empollar debajo de cada tema. Así lo tendrás localizado y no se te olvidará.
Nota: Prueba la herramienta de fichas de GoConqr para memorizar información de manera rápida de cara a los exámenes.
Otra buena información que debes añadir debajo de los títulos son los recursos que te hayan ido dando. Alguna página web, un gráfico que debes saber manejar, alguna página de un libro… Te resultará útil cuando te pongas a estudiar.
Para facilitar el proceso, te recomiendo que pruebes la herramienta de GoConqr para hacer mapas mentales. Se adapta perfectamente al concepto de los microesquemas. Aquí tienes un ejemplo:
Una vez que has añadido todos los elementos que tenga la estructura de tu asignatura, puedes utilizar colores para señalar diferentes cosas y aclararte más rápido aún. En el ejemplo, el verde significa que debe memorizarse, el amarillo indica que tengo algún examen anterior y el naranja que es una parte importante según el profesor. En cada globo puedes añadir tus propios comentarios como ayuda extra.
En unos minutos tendrás un recurso listo que te permitirá saber qué tienes qué estudiar y cómo hacerlo.
¿Cómo se Usan los Microesquemas?
Lo cierto es que un microesquema tiene muchas utilidades que pueden variar dependiendo de los gustos de cada uno.
Personalmente, los microesquemas son mi truco favorito para salvar esos exámenes que se han echado encima y que hay que preparar muy rápidamente (en este enlace puedes encontrar más trucos para estudiar lo más rápido posible).
Cuando el tiempo escasea, no hay nada más útil que saber dónde te encuentras. Yo consigo esto usando los microesquemas con estos 3 objetivos:
#1 Saber cuánto llevas aprendido: Con un microesquema puedes hacer el seguimiento de qué partes de la asignatura tienes ya dominadas. Te ahorrará muchas noches de inquietud y dudas preguntándote si vas bien o no.
#2 Saber cuánto te falta: De igual manera, dormirás mejor si tienes claro cuánto trabajo te queda por delante. Así podrás comparar la cantidad de materia que llevas estudiada con la que todavía tienes que estudiar, lo que te permitirá ajustar el ritmo de estudio.
#3 Organizar el tiempo: Si sabes a qué te enfrentas y cuánto camino llevas recorrido, es mucho más fácil decidir a qué dedicar tu tiempo. Además, como tienes anotado qué es más importante y qué necesita ser memorizado o practicado, no dudarás cuando tengas que asignar tus horas de estudio. Podrás hacer un reparto muchísimo más eficiente.
Los microesquemas son una sencilla técnica que apenas te roba tiempo y que te ayudará a no perderlo después; y, por si fuera poco, te echará una mano con el agobio de los exámenes, que ya sabemos que es el peor enemigo de todo estudiante.
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