Revista Diario

Miedos

Por Una Mamá (contra) Corriente @Mama_c_corrient
No soy una mujer valiente, sólo soy muy cabezona, por eso he ido siempre hacia delante, porque no he dejado que mis miedos me frenaran... Pero no he conseguido nunca que los miedos dejen de atenazarme. Más aún, creo que han sido pocos los miedos que he ido dejando atrás y muchos más los que he ido incorporando con el paso del tiempo. 
Es un secreto a voces que aunque juré y perjuré que nunca tendría más hijos para no tener que pasar por un embarazo tan malo como el que tuve, no lo decía en serio. De hecho, durante los primeros meses de vida de mi hijo era una idea recurrente, incluso obsesiva, y la única razón por la que pude gestionar bien el tema es porque tenía una cesárea reciente: un impedimento lo suficientemente serio como para no hablar más del tema. Después de la cesárea fue el mioma y después del mioma, la miomectomía. Hoy hace cuatro meses que me operé aunque reconozco que parecen muchos más. Si el mes que viene sale todo bien en la revisión (que no veo por qué no), recibiré el alta definitiva. De alguna forma, siento que se me acaba el obstáculo físico y me quedo delante (y casi desnuda) de mis muchos miedos.
Hasta hace unos años, ocultaba mis miedos detrás de una coraza. Poco a poco he ido descubriendo que se lleva mejor cuando lo exteriorizas, lo verbalizas, incluso cuando intentas racionalizarlos. Por eso, a estas alturas no me cuesta nada reconocer que tengo un importante trauma por mi primer embarazo. Pienso que esto ya es un primer paso y creo que la mentalización positiva es el mejor camino para vencer el trauma.
Por un lado, tengo mis miedos clásicos, supongo que comunes en un gran número de embarazadas:
- Miedo a tener un aborto.- Miedo a tener un parto prematuro con consecuencias nefastas.- Miedo a tener riesgo de parto prematuro y tener que guardar reposo X tiempo, con el estrés que eso supone.- Miedo a ir a una ecografía y que te digan que algo va mal (aunque luego se hayan equivocado).
Luego están los miedos derivados de lo que yo pasé:
- Miedo a volver a estar fatal del asma.- Miedo a pillar otra vez un virus chungo y acabar de nuevo en el hospital.- Miedo a estar tan mal que no pueda atender a mi hijo.- Miedo a estar tan mal que no pueda hacer vida normal y toda mi familia se vea afectado por ello.- Miedo a que aparezca una gripe C, un tifus X o una gastrointeritis Y que sea especialmente mortal para mi grupo de riesgo y volver a sufrir el pánico en estado puro.- Miedo a que mi bebé tenga algún problema el día de mañana y yo me quede toda la vida pensando en si mi estado durante el embarazo pudo haberle influido o no.
Y, por último, unos miedos de reciente adquisición que estoy madurando últimamente:
- Miedo a sufrir una rotura de útero durante el embarazo como consecuencia de las dos cicatrices relativamente recientes.- Miedo a sufrir dolores durante el embarazo derivados de las dos cicatrices relativamente recientes que tengo el útero.- Miedo a que los calambres que me dan en el abdomen puedan afectar al embarazo.- Miedo a sufrir una segunda (¿o debería decir tercera?) cesárea, no por el hecho en sí, sino por quedar mal (con dolores, con secuelas, con la tripa muy descolgada, con lo que sea).- Miedo a que me ocurra algo durante el embarazo/parto que me impida volver a tener más hijos... Que aunque soy consciente de las limitaciones que me impone mi salud y no creo que quiera pasar de dos, llevaría muy mal verme impedida para tener más hijos sin ni siquiera tener 30 años (planteamiento quizá absurdo, pero que se me pasa por la cabeza).
¡Vaya lista!. Mucho me ha debido tocar la maternidad para tener claro que, a pesar de todo, yo repito. No tengo ni idea de cómo lo voy a sobrellevar pero que repito, ¡vamos!, eso lo tengo clarísimo. Miedos, ya podeis ir agarrándoos fuerte, que ¡no vais a poder conmigo!.

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