Revista Psicología

Miedos que puede tener tu hijo

Por Centro Psiconet

¿Qué es el miedo?

El miedo es una reacción normal del cuerpo, que surge ante situaciones que suponen una amenaza a nuestro bienestar físico o psicológico. Puede ser una amenaza real o supuesta, pero en cualquier caso, el cuerpo se prepara por si tiene que huir o escapar.

Es una emoción muy intensa y desagradable, que pone en marcha una respuesta de ansiedad para un estímulo concreto.

¿Para qué sirve?

El miedo sirve para la supervivencia. Es decir, es un mecanismo adaptativo que se activa ante aquellas situaciones que hemos percibido como peligrosas y gracias a él, tenemos la capacidad para reaccionar y poner en marcha diferentes estrategias para adaptarnos a la situación temida.

¿Cuándo el miedo es un problema?

El miedo es un problema cuando nos paraliza y nos limita o impide reaccionar. Hay determinados estímulos que nos generan tanto miedo que no nos permiten razonar y pensar en soluciones.

Además, el miedo es un problema cuando los estímulos que lo desencadenan no existen, cuando magnificamos los que existen, y cuando no sabemos gestionar los que sí son reales. Por otra parte, cuando se vuelven frecuentes y duran periodos largos de tiempo, suelen causar problemas en la vida cotidiana y de salud, siendo un gran problema para el que lo tiene.

¿Cuándo surgen?

Los miedos surgen desde que somos pequeños. Hay unos miedos que son normales o comunes para una edad concreta, pero que van desapareciendo poco a poco a medida que el niño crece. Los podemos ver en la tabla a continuación

Tipos de miedo en función de la edad

MIEDOS EN FUNCIÓN DE LA EDAD

0 – 6 meses Pérdida de apoyo; Ruidos fuertes.

7 – 12 meses Desconocidos; Miedo a los objetos que surgen inesperadamente; Alturas.

1 año Separación de los padres; Ruidos fuertes; Lesiones; Desconocidos.

2 años Muchos estímulos a la vez; Ruidos fuertes (aspiradoras, sirenas y alarmas, camiones, rayos); Animales; Habitaciones oscuras; Separación de los padres; Objetos o máquinas grandes; Cambios en el ambiente personal; Niños desconocidos.

3 años Máscaras; Oscuridad; Animales; Separación de los padres.

4 años Separación de los padres; Animales; Oscuridad; Ruidos (incluyendo ruidos en la noche).

5 años Animales; Personas “malas”; Oscuridad; Separación de los padres; Daño físico.

6 años Seres sobrenaturales (por ejemplo, fantasmas, brujas); Daño físico; Truenos y rayos; Oscuridad; Dormir o quedarse solo; Separación de los padres.

7 – 8 años Seres sobrenaturales; Oscuridad; Sucesos mediáticos (por ejemplo, reportes noticiosos sobre amenazas de guerra nuclear o secuestro de niños); Quedarse solos; Lesiones físicas.

9 – 12 años Pruebas y exámenes en la escuela; Representaciones escolares; Daño físico; Apariencia física; Truenos y rayos; Muerte; Oscuridad.

Aun así, no siempre aparecen ni de la misma manera o con la misma intensidad. Sin duda, las experiencias vividas, el contexto social, el aprendizaje, etc. Pueden influir en la aparición o no de dichos miedos.

Gracias al desarrollo de habilidades cognitivas, sociales y al aprendizaje de nuevas formas de afrontar las diferentes situaciones, esos miedos van disminuyendo.

Fuente: Papalia, D. E.; Wendkos, O. S. y Duskin F. R. (2009). Psicología del Desarrollo (11ª Ed.).México: McGraw-Hill.


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