Solo la paciencia y las ganas de obtener algo pueden regalarte grandes momentos fotográficos, entre los obstáculos que el pastizal impone al fotógrafo de aves, y luego de la intermitente lluvia que por momentos amenazaba con interrumpir la tarde de ese día, logré llegar sigilosamente hasta el posadero de este milano blanco. Paciencia y sigilo....virtudes necesarias para poder acercarse a un ave rapaz; soporté el interminable asedio de las moscas, mosquitos y bichos muy molestos, pero tuve el premio de que el milano regrese nuevamente al posadero donde lo ví por primera vez esa tarde. El andaba en busca de comida y luego de sobrevolar la zona regresó nuevamente a la misma percha a descansar unos momentos, y luego de unos 30 min de guardia me regaló estas preciosas tomas para compartirlas en el blog.
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