Millenium Lo que no te mata te hace más fuerte

Por Gonzalo Ruiz

Vuelve Lisbeth Salander, y esta vez lo hace a la gran pantalla. Después del éxito de ventas y crítica de la trilogía literaria del escritor sueco Stieg Larrson, el personaje femenino icónico que da vida a la historia vuelve al primer plano. Hace un par de años lo hizo en papel, ya que, después de la fatídica muerte del periodista que ideó el personaje, la historia volvió a cobrar vida de la mano del libreto que tenía iniciado el propio autor y que logró terminar David Lagercrantz, un también periodista cercano a la familia.

Millenium Lo que no te mata te hace más fuerte

Por otro lado navegaron las adaptaciones cinematográficas. Como era de esperar, ante un fenómeno de masas en el que se convirtió la historia de Lisbeth Salander y de la revista Millennium, el libro fue llevado al cine, pero desde dos prismas diferentes. El primero, y más completo, lo realizaron en casa. Una adaptación sueca de las películas de la trilogía original protagonizadas por Naomi Rapace compartió éxito con la gran adaptación de David Fincher de la primera historia, Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres. Ahora vemos que Lisbeth Salander vuelve por segunda vez en estos años, y lo hace en el cine, adaptando a la última historia, que ha vuelto a ser, como sus hermanas mayores, éxito de ventas en todo el mundo.
Millenium Lo que no te mata te hace más fuerte

Lamentablemente no consigue estar a la altura de su homóloga literaria, ni tampoco de sus predecesoras cinematográficas, Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte, se queda en tierra de nadie con una buena premisa, buena historia, pero un tanto errática a la hora de despegar. No consigue hacerlo del todo, y cuando lo hace, resulta tarde. El espectador ya se encuentra demasiado frío y mareado entre sus giros y golpes efectistas. Millennium es una película correcta pero que no consigue alejarse de la definición de película de género que para nada la beneficia.

Es una producción estadounidense, por lo que sorprenden dos datos. El primero, que haya un salto tan grande entre la primera entrega y la última es algo que personalmente me sorprende. Entiendo que los libros son largos, y que lo que en realidad triunfa y hace a la historia ser tan diferente son sus personajes. Por ello, el salto temporal entre las cuatro entregas no se hace tan extremo. Lo que también me llama la atención y no he logrado comprender es el trabajo sin terminar que dejó el gran David Fincher desde la dirección. Su película es brillante, se rodea de un reparto excelso, que hace de su entrega una experiencia realmente recomendable. En su película, Rooney Mara lleva el peso completo de la cinta y hace una Lisbeth Salander memorable. Me sorprende que no se haya seguido con ese proyecto, tanto por parte de la dirección como por parte del reparto.

En el primer caso, es un proyecto nuevo que lo lidera Fede Álvarez. El director, en propias palabras a los medios de comunicación que planteaban las mismas dudas que me acechan a mí, reconocía la brillantez del trabajo del reparto anterior, pero eso no fue impedimento para iniciar de nuevo, con un proyecto y casting personal. Un riesgo que quería tomar para volver a renacer y dar un impulso nuevo a la saga en la gran pantalla.

La película comienza potente, con un gran respeto hacia la trama que se desarrolla en el libro. En esta ocasión, hay un mayor protagonismo aún si cabe de Lisbeth Salander, y un hackeo a toda su información personal es el detonante de su furia, así como el detonante también para que la trama comience. Hasta la parte central la película mantiene su ritmo, pero pronto las carencias salen a relucir, y el director, con una buena fotografía, con efectismos propios de grandes películas de acción, y apoyándose en los clichés del género, intenta ocultarlo al máximo. El ritmo es bueno, pero se convierte en demasiado pausado a la vez que el drama se apodera de la protagonista.

El director uruguayo, (Nos respires, Posesión Infernal), es fiel a su estilo, y lo explota al máximo para respetarse a sí mismo. Se apoya mucho en la protagonista, su protagonista. Claire Foy se pone en la piel de Lisbeth Salander y lo hace con acierto. La actriz británica ganadora de un Globo de Oro por The Crown parece decidida a dar el salto en la gran pantalla, y la podemos ver por partida doble en el cine.

En esta película, la podemos ver llevar el peso completo de una superproducción y lo hace con notable acierto. No menos cierto es que veníamos de dos Lisbeth Salander excelsas, esa presión seguro que se encontraba sobre los hombros de Foy, pero parece poder lidiar con ella sin ningún tipo de problema. El reparto se completa con Severrirr Gudnason y Sylvia Hoeks. Están correctos, en segundo plano, dejando todo el espacio necesario para que la protagonista brille.

La fotografía es un punto para destacar de la cinta, junto a los efectos especiales son aspectos realmente remarcables, algo que obliga a pensar que lo poco que chirría de la película, termina siendo el desarrollo de la trama. La Banda Sonora es correcta, acompaña a la película, actúa en las escenas de acción y las más importantes de la cinta. Por tanto nos encontramos ante una película prometedora que no acaba de convencer y que desaprovecha un poco el potencial de su historia y su protagonista.

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##check## Lo bueno

Ver de nuevo en pantalla el universo que creó Steig Larrson.
Claire Foy defendiendo bien el icónico papel de Lisbeth Salander.

##times## Lo malo

Se hace un poco larga, aunque apenas llega a los 120 minutos de metraje.
El desarrollo de la trama se desinfla a la vez que la cinta avanza.

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Ambientación 6.0

El director consigue recrear bien la estética Millennium.

Desarrollo de Personajes 5.0

El único que consigue desarrollar es el personaje de Lisbeth Salander, y eso juega en contra de la película.

Argumento / Guión 5.5

Otro aspecto que juega en contra de la cinta. Es fiel al libro, eso es correcto, pero por otro lado la adaptación no consigue encontrar el carácter vertiginoso que sí se consigue en el relato escrito.