Unos bizcochitos que siempre triunfan.
Yo los hice este verano aprovechando la generosidad de los arbustos que tengo plantados
de frambuesas y arándanos, pero, lógicamente, se pueden hacer con cualquier tipo de mermelada
y adornar con fruta de temporada.
Quedan con un delicado sabor a chocolate blanco, y contrastan perfectamente
con el punto ácido de la mermelada.
- Fundir el chocolate con la mantequilla en el microondas. Mezclar bien y esperar a que temple.
- Añadir los huevos de uno en uno y batir. No incorporar el siguiente, hasta que el anterior no se haya integrado en la mezcla
- Incorporar la leche condensada, el yogur y la ralladura de limón, y batir de nuevo hasta obtener una crema suave.
- Añadir a la mezcla anterior la harina, levadura y sal tamizadas y renover hasta que no haya grumos.
- Rellenar las 3/4 partes de los moldes de los mini bund cakes.
- Incorporar 4 ó 5 frambuesas en cada uno de ellos (según sean de grandes).
- Meter en horno precalentado a 170º unos 15 minutos, o hasta que al pinchar el centro, la aguja salga seca.
- Sacar del horno, dejar reposar unos minutos y desmoldar sobre una rejilla metálica para que se enfríen totalmente.
- Rellenar el agujero central con mermelada de frambuesa y colocar por encima frambuesas, arándanos o cualquier fruta del bosque.
- Espolvorear con azúcar glass.